Quiero ser bloguera

Uruguayas y uruguayos, extranjeras y extranjeros: Me llamo Mario Garcia, oriental, soltero con compromisos, 47 años, heterosexual con varias parejas de no demasiada duración, trabajo en el gremio de la salud hace 28 años y uso el seudónimo de "Alvaro Fagalde" en Blogger y Facebook.

Hace unos 20 años estaba en un bar tomando cerveza con un amigo de mi edad -situación en la que se dicen las más surrealistas estupideces- y hablando de las mujeres, le dije que si hubiera nacido dama me encantaría hacer felaciones (*) abiertamente. Mi amigo se horrorizó y me trató poco menos que de enfermo mental. No porque pareciera trolo (dije que lo haría si no hubiera sido hombrecito, no que lo quería hacer, en realidad sigo sin hacerlo) sino porque le sonaba poco menos que estuviera reconociendo que me gustaría alguna perversión sangrienta. Como si me metiera voluntariamente a víctima de "Saw" y perdiera a propósito.

Mi amigo -hoy médico- como tantos otros hombres, no concibe en su imaginación que una mujer pueda sentir legítimamente placer a raíz de tener relaciones sexuales consentidas. Como tantos otros, considera -insólitamente- que las féminas se ven obligadas a soportar por la Naturaleza (o por engaños masculinos) el ser avasalladas por los hombres. O algo así.

Pocos tipos aceptan que una mujer tiene el mismo derecho que un hombre a sentir deseo sexual y a querer satisfacerlo. Y también tienen derecho a no tenerlo. 

Pocos tipos aceptan que una mujer tiene derecho a rechazarlos. Algunos que son más feos y más gansos que yo, no pueden concebir en sus patéticos cerebros que haya alguna que pueda rechazar tan "apetitoso" convite. Se creen irresistibles -pero irresistibles en serio- porque tienen guita, músculos y/o poder. O nada de eso, no importa.

Pocos, poquísimos hombres aceptan que una mujer tiene derecho a rechazarlos, aunque anteriormente se haya acostado con él. La mujer es un electrodoméstico igual que una juguera, que no tiene derecho a no exprimirme una naranja si yo quiero.

Pocos tipos conciben que una mujer pueda ser un ser humano que a veces no tiene ganas de tener sexo o de buscar hombres, sino de conversar y comunicarse con otras personas, leer libros o escuchar música, hacer chistes, informarse, divertirse o cualquier otra actividad social que no implique desnudarse.

Yo sé que hay cosas mucho peores en este mundo de tanta violencia doméstica y no doméstica contra el sexo débil, pero me parece que en TPLMP estamos pasados de revoluciones con las blogueras femeninas que quieren entrar a integrarse con nosotros. "Andrea" fue el ejemplo más paradigmático. Basta ver algunos mensajes que le mandaron a esa identidad falsa, para ver que hay muchos demonios interiores bastante jodidos. ¡Si hasta hubo un par que me le echaron los galgos a Pamela Lamela, siendo espantosamente obvio que era otro fake!. Si yo hubiera nacido mujer, no sólo tendría sexo como tienen las mujeres sino que si quisiera entrar en TPLMP me escudaría en una identidad masculina, por las dudas.

Muchachos: si bien el caso de la reciente Cecilia fue -me parece- el de alguien medio indefendible, aquejada del mal de gravedad, de esas que terminan embarazadas por el primer gil que les recite frases célebres de Pablo Coello, si aparece una bloguera nueva vamos a ver si 1) creemos por un tiempo que sí es una mujer y la tratamos como tal, ya nos enteraremos si es el Pipi, el Deta o algún otro travesti y 2) nos dejamos de tirarnos de cabeza encima de ella y queremos hacerle paredones para ver sus posiciones del Kama Sutra preferidas.

Sé que me pueden acusar de machista porque subo fotos de mujeres en cueros o porque me "cargo" a todas las que entran. Si bien, por cierto, me puedo equivocar y desubicarme creo que puedo decir que nunca hice sentir incómoda a ninguna participante del blog y trato siempre de no hacerlo.

Parafraseando a Les Luthiers: las mujeres son seres pensantes, casi se podría decir que son seres humanos.   

(*) en realidad, utilicé otra expresión para ser exactos.