domingo, 25 de agosto de 2013

Recuerdos futboleros

Hubo una época en la que los centrodelanteros de la selección tenían dignidad. En la instantánea, el Lucho de todos los uruguayos busca dejar su marca en el arco vinotinto. Sin éxito. Pero yo para mí penal.

Un festival de talento en suelo hongkonés: el popular Palomo Rodríguez convierte de tiro libre, perseguido por el rubio Pato y el aún no rubio Lolo.

Lo que muchos no sabían: la generosa dotación sexual del entrenador Harold Víctor.



Esto sí que es un equipo nacionalófilo. Pero hagamos hincapié en la mascotita del árbitro Dluwnievsky, quien sabiamente decició posar junto a Nacional, comprendiendo ya de pequeño para qué lado debe marcar la cancha.

Audo Mohamed: héroe con las dos casaquillas.

Nunca me cansaré de ver esta foto, en la que el argentino Delorte fuerza a su compatriota Capria a mantener relaciones orales en pleno match.

Cerramos con esta jugada en la que el hoy arquero carbonero se arroja a buscar el balón dándole la espalda al mismo, permitiendo que el moreno Chengue le incruste el zapato en el orto, si se nos permite el término.

4 comentarios:

johnny tramontina dijo...

La foto de Delorte y Capria es de un erotismo exacerbado. Estos argentos por que vienen a tener relaciones sesuales en el sagrado campo del Centenerio. Como dijo un distinguido compatriota de ellos "que no vengan, que se queden allá"

zorro d colonia dijo...

qué lo tingoleó Haroldo,y eso que la panza roba,eh!

Nico_2+8 dijo...

Un festival fotográfico mágico. Pensar que uno creció viendo todo esto...

Max dijo...

No recordaba el paso del señor Delorte por Peñarol. Fue casi goleador en el Bicho.