« […] En cuanto reconocí el sabor del pedazo de magdalena
mojado en tila que mi tía me daba (aunque todavía no había descubierto y
tardaría mucho en averiguar el por qué ese recuerdo me daba tanta dicha), la
vieja casa gris con fachada a la calle, donde estaba su cuarto, vino como una
decoración de teatro a ajustarse al pabelloncito del jardín que detrás de la
fábrica principal se había construido para mis padres, y en donde estaba ese
truncado lienzo de casa que yo únicamente recordaba hasta entonces; y con la
casa vino el pueblo, desde la hora matinal hasta la vespertina y en todo
tiempo, la plaza, adonde me mandaban antes de almorzar, y las calles por donde
iba a hacer recados, y los caminos que seguíamos cuando hacía buen tiempo. Y
como ese entretenimiento de los japoneses que meten en un cacharro de porcelana
pedacitos de papel, al parecer, informes, que en cuanto se mojan empiezan a
estirarse, a tomar forma, a colorearse y a distinguirse, convirtiéndose en
flores, en casas, en personajes consistentes y cognoscibles, así ahora todas
las flores de nuestro jardín y las del parque del señor Swann y las ninfeas del
Vivonne y las buenas gentes del pueblo y sus viviendas chiquitas y la iglesia y
Combray entero y sus alrededores, todo eso, pueblo y jardines, que va tomando
forma y consistencia, sale de mi taza de té […]»
Marcel Proust, En busca del tiempo perdido: Por el camino de Swann
Toda esta perorata literaria para demostrar un punto: la
importancia que tiene el sentido del gusto y el olfato como mecanismo
disparador de la memoria. En un mundo que se vuelve cada vez más y más visual,
cerrar los ojos, apagar las pantallas y dedicarse a saborear puede parecer algo
inusual y hasta excéntrico.
El cerebro del botija es como una de esas bolas de plasma
que ante cualquier contacto disparan un rayo luminoso. Kilómetros de fibra
óptica sin instalar. Una fiesta de neuronas danzantes esperando su oportunidad
para estallar. Dejemos que entren en la cocina, el laboratorio donde todo se
transforma, la trastienda del mago, la metáfora de todas las cosas bellas que
nos puede brindar la vida.
Que metan las manos y la nariz. Invitémoslos a cerrar los ojos
y adivinar los ingredientes con otros sentidos. La masa cruda no hace daño
(cuidado con el huevo, que cocido puede contener alguna que otra bacteria).
La cocina es lugar de estudio y confesionario. Es el
ambiente que más cosas dice sobre nosotros, donde se procesa la reproducción
material y social, donde se repone el cuerpo y el alma de una familia.
Involucrar a los botijas en la cocina es abrirles la puerta
a un mundo donde ningún sentido puede quedar afuera. No importa si la receta
les queda fea o se ensucian hasta las orejas. Claro que no es algo para hacer
todos los días. En general cocinamos apurados, con los críos colgando
literalmente de los pantalones, con miedo a que se quemen, haciendo malabares
con las ollas. Eso también es parte de la cocina, porque es parte de la vida.
Es un movimiento infinito que solo se detiene con la anorexia o con la muerte.
Les dejo una receta. Si les gusta la propuesta, la próxima
viene de meriendas saludables. Esta columna en realidad iba a ser sobre eso,
pero se desdibujó. Cosas que pasan.
Una opción para el botija jeringa que no quiere comer
verduras:
Fainá de queso y verduras
2 tazas colmadas de harina
2 tazas de leche entera
3 huevos
Polvo para hornear
Una pizca de sal
2 cucharadas de aceite
1 taza de verduras molidas (zanahoria, espinaca o brócoli)
½ taza de queso parmesano o cualquier otro sabroso
Llevar al horno fuerte por aproximadamente 30 minutos.
Se puede meter todo en la licuadora y chau o hacerla con batidor de alambre. Si la verdura queda con mucha proporción de agua, se le puede reducir la cantidad de leche a la receta.
Es una buena alternativa de merienda salada, una vez fría,
cortada en cubitos. La de zanahoria es mi favorita.
Muy recomendable esta web para sacar recetas para la botijada
http://www.momentosroyal.com/recetas.php
¡Buen provecho!
49 comentarios:
¿Y los que no tenemos botijas que hacemos?
Ta mala mía! Excelente columna como siempre, más allá de que el Fainá no es de mis preferidos...
Excelente Maca, me hiciste viajar...
http://www.youtube.com/watch?v=5LaVzxHIR4Y
El sábado metí pizza casera sin amasar con guerrilla de harina incluida.
La madre lloraba de alegría -me pareció-
Maca la faina con harina comun o harina de garbanzos como la tradicional?
Al resto de los mortales... una gran discusion en la mesa familiar cada vez que comemos pizza con faina (estamos al pedo)
La faina encima o debajo de la pizza?
Yo prefiero abajo.
mencanta el fainá,y más de queso,pero mi gurisa es alèrgica a los lácteos,así que viva el engrudo de harina y agua!!
Para mi el fainá va arriba pero como se llama pizza a caballo -lo que va a caballo sería la pizza- el fainá vendría a ser el equino elemento.
Mejor el link con audio
http://www.youtube.com/watch?v=Lplchb3oKZo
Es un falso fainá elaborado con harina común. Para hacer el otro, lo mejor es comprar el paquetito y chau.
Qué linda polémica la de la pizza a caballo.
Gracias por estar.
Pensé que la cosa arrancaba con olores de la infancia. Me parece que tengo una familia media disfuncional pues el 90% de las veces nunca comimos juntos.
EL fainá queda rico con cebolla.
Yo prefiero no hablar de los olores de la infancia hasta tanto Julieta no deje de usar pañales.
Ta, me re desubiqué.
El olor a pañales es mi pan de cada día.
Decía de olores que nos hacían recodar NUESTRA infancia Maca.
Está bien, arranco yo:
El ropero de mi abuela, la pasta de "La Poteñita", el café recién molido de Manzanares (tengo una infancia binacional, sepan comprender)
El pasto recien cortado y el pedregullo mojado me traen gratos recuerdos.
Aunque queden pocas calles con pedregullo.
El olor de los alfajores de maizena!!! Comí tantos de niño que no puedo comer ahora de grande... Los hacía mamá, no eramos burgueses.
Yo vivía muy cerca de una casa que vendía café. Algo así como El Palacio del Café pero mucho más modesto. Creo que se llamaba "Los Mohicanos", muchas veces salía un trmendo olor a café quemado del local que inundaba todo el barrio. Muchas gracias por el espacio.
Y el olor a jazmín que era el olor a navidad.
Y las cigarras de los días de calor. Pucha!
Qué baranda que tiene la cigarra.
Cigarra + piolita = helicóptero. Los ninios son crueles a veces.
En realidad quise decir chicharra pero no me salía.
... confío en que pronto brotará de la esquina un puesto improvisado, dos o tres ramos apilados sobre un cajón de fruta. Entonces el invierno habrá quedado definitivamente atrás, se irá a dormir su borrachera de jazmín hasta que la primer hoja de otoño lo despierte....
¡Jazmines!
Nos fuimos de la temática culinaria pero maaaaaaaal
No se quien lo escribió pero es precioso.
El olor del Subte, me hace acordar a cuando mi vieja nos llevaba al centro a buscar a mi viejo al laburo en vacaciones de invierno.
el olor a tinto peleador (tenía un bar de los de antes a 3 casas);el olor a agua con cloro me recuerda gratos momentos vividos en la pileta del gigante del interior,cuyos colores supe defender;el olor a frutas en general,ya que pasábamos tardes de verano enteras en una casa abandonada con fondo al río,que estaba minada de árboles frutales como nísperos, ciruelas, naranjas, mandarinas, higos, duraznos, uvas, pomelos y limones,un verdadero paraíso
Kurco, cuando no tiene copyright es autocita :P
Que ricos los nísperos.
Zorro:
Me encantó la foto de tu infancia que armaste a partir de los aromas.
Por algo este pibe Proust era crack.
Ah mal yo, bueno te quedó precioso!.
acá está el post
http://piresmios.blogspot.com/2010/10/y-los-jazmines.html
Es que yo no le doy bola al copyright.
el tuco de mi abuela chola, el olor a almacén de los de antes y el olor dulzón de la flor del jacarandá en noviembre/diciembre me recuerda siempre al fin de la escuela
Claro que hay que incitar a los botijas a que se acerquen a la cocina!
Limpia mamá, obvio.
El olfato tiene un poder increíble, tal cual. Siempre quise jugar a cerrar los ojos, y que alguien me lleve a algún lugar de la infancia, e intentar acertar. La escuela pública tiene un aroma especial. La tribuna Amsterdam de noche de verano huele diferente que de día y en invierno. Nochebuena también huele a pólvora y al mantel que usaban en mi casa materna.
Aguante el fainá.
Es verdad lo que decis Andres del olor a la escuela publica. Especialmente la primaria. Siempre que hay elecciones y entro al aula convertida en cuarto oscuro revivo esa parte de la infancia.
Olor al papel caliente que envolvia la pizza que compraba mi abuelo cuando me quedaba a ayudarlo en el negocio.
Alain Proust pegó te de hongos. Sabelo.
Quiero pedir un tema para la semana que viene, con quién hay que hablar?
Quiero pedir un tema para la semana que viene, con quién hay que hablar?
Quiero pedir un tema para la semana que viene, con quién hay que hablar?
Quiero pedir una crema para la semana que viene, con quién hay que hablar?
Qué rico comer un par de pedazos de pan con tuco!
Viva Proust!
Y viva Maca!
Otra vez apareció el suplente de Detaquito con los comentarios repetidos :P
Se puede pedir tema, sobre todo porque no sé qué carajo voy a escribir el miércoles que viene.
Para pedir una crema, hay que ir a la farmacia de turno.
Me encantó la propuesta olfativa de todos y todas.
Yo también te banco, querido fainá.
Bien finito y con pimienta.
Ya que hablamos de faina... cual es para ustedes la mejor pizza y la mejor faina de Montevideo?
La pizzería de mi suegro tiene la mejor pizza y fainá de Montevideo (y además hay que darle para adelante a la familia ¿nocierto?)
http://www.pedidosya.com.uy/restaurant/bar-y-pizzeria-estudiantes
pizza de montevideo? no existe eso,todos te roban y se piensan que uno no se da cuenta que es una cagada saborizada.
La mejor pizza del uruguay es la del beto mondon,por afano,lo demas es puro cuento
Yo no he tenido muy buenas experiencias en cuando a la Pizza en Uruguay. La mejor que comi hasta el momento, que no quiere decir que sea la mejor, es la de The Manchester, ahi en 18 de Julio-
¿Cómo terminamos hablando de pizza y muzza en Montevideo?
Aguante TPLMP, un espacio que reformuló el concepto de participación.
¿El fainá o la fainá?
El fainá es varón, la pizza es nena.
Saquen sus propias conclusiones.
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