En estos días de parate basquetbolístico, pensaba en esta Liga Uruguaya de manera global, y hacía un balance que recaía en una sola palabra. Esa palabra era imperfecto.
Motivos encontraba de sobra. Defensor, el que era el máximo favorito, demostraba ante Biguá que no era para nada perfecto. Malvín, otro gran cuadro, no podía quedarse con el número 1 en la fase regular y tenía inconvenientes con su extranjero Braggs. Unión Atlética ganaba pero nunca terminaba de convencer. Olimpia parecía que podía entreverarse con los de arriba pero de repente se veía 2-0 abajo y a escasos segundos del adiós definitivo. Pero situaciones imperfectas le deparaban que en la última bola Wadley metía un doble increíble y a los días, casi sin quererlo, estaba 2-2 con Unión. Pero no todo era perfecto, en el juego decisivo perdía bien y se marchaba para su casa.
Biguá, que no era para nada perfecto, aparentaba desplegar un básquetbol perfecto, o al menos que obtenía el 100% -o hasta más- de sus posibilidades. Pero en el tercer juego se daba cuenta que no le alcanzaba. La perfección no existía.
Trouville y Atenas disputaban una serie muy pareja. El cuarto juego estaba en su instante más caliente cuando aparecieron imperfecciones en el Cilindro. Que no eran nuevas, porque el día anterior había llovido y se había humedecido el piso. Esta vez era el reloj que dejaba de funcionar. Y la emoción se trasladaba a un pico de 40 y pico de segundos, que derivaba en alargue y en victoria ateniense. Y con la serie 2-2, con todo por dilucidarse y con la expectativa a flor de piel, aparecían, una vez más, hechos violentos que paraban el transcurrir normal del calendario.
En medio este cúmulo de imperfecciones se encontraba -hasta que se detuviera- la Liga Uruguaya, que sin embargo nos mantenía -al menos hasta días atrás- en vilo por saber quien seguía y quien se iba. Por eso decídia -en el momento que reflexionaba- que en estas líneas no podía usar otro tiempo verbal que el que definía a la perfección (vaya paradoja) a la Liga Uruguaya.
6 comentarios:
Faltó decir "lamentable"!!!
hola paty!
¿En qué sentido, Paty?
En todos los sentidos diría yo.
El sorete de Baum me clavo en el cilindro media hora cuando hasta mi hermana de 4 años se daba cuenta que ese reloj no tenía arreglo inmediato. Alcahuete de la television.
Que no nos desafilien, por favor.
se leyó aquí:"el sorete de Baum me clavó el cilindro media hora"
el editor
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