Minuto 0: todo
pronto para comenzar los dos partidos. Los cuartos árbitros tienen sus 5
minutos de gloria, cuando se llaman por celular para arrancar el partido al
mismo tiempo. Algo que no tiene mucho sentido si se lo piensa bien, dado que
tampoco es que los primeros tiempos vayan a terminar al mismo tiempo. Pero
bueno, no compliquemos la fuente laboral de esta pobre gente. El diálogo es
así:
- - Hola, ¿sos vos?
- - ¿Quién habla?
- - Yo, todo bien?
- - Ah, sí, ¿la flia todo bien?
- - Sí, todo tranquilo. Bueno, ¿qué tal la cosa por ahí?
- - Acá todo bien, vino bastante gente, te digo la verdad.
- - ¿Llueve? Acá ahora no pero sopla mucho el viento…
- - Seguro, ahí con la rambla se complica. Acá no, está
agradable.
- - Bueno, ¿qué hacemo? ¿Arrancamo?
- - Sigamos hablando un poco más. Mové los brazos… nos
deben estar filmando ahora… mirá para los costados… chequeá con los líneas… Mostrá los el logo de Sinteplast, dale, ponete de costadito...
- - Ahí va… acá todo pronto, cuando quieras arrancamos.
- - Bueno, dale. Hacemos así. Cortamos, y arrancamos.
- - Ta, pero cortá vos primero.
- - No, vos primero.
- - No, Esteban… cortá vos.
- - No, vos…
Y así sucesivamente. Finalmente cortan los dos al mismo
tiempo y los partidos arrancan.
Minuto 7: gol de
Defensor, Gómez, de cabeza, tras centro de Estoyanoff. Eduardo Acevedo se trepa
al alambrado de la hinchada visitante, lo salta, sale del estadio y comienza a
correr por la rambla al grito de “salió campeón el fútbol”. Cinco minutos
después vuelve y cuando pretende entrar, le piden cédula y entrada. “No tengo,
¿pero no sabés quién soy yo? ¿No tenés esta carita? Pase, Pasculli, gol, ¿en
serio no me tenés?” El guardia de seguridad privada respeta el código a
rajatabla por lo que Acevedo dirigirá el resto del partido desde una casa lindera, viendo el partido por la VTV y
pasando órdenes por handy. Órdenes que llegarán con un delay de entre 20 y 30
segundos.
Minuto 9: en el
Centenario, la jugada más peligrosa: outball para Nacional, lo ejecuta Fucile.
Se la pasa a uno de anaranjado.
Minuto 23: gol de Sud
América, un ciudadano vestido de naranja cuyo nombre ignoro.
Minuto 37: Lasarte no
le encuentra la mano al equipo, decide reformular el esquema: ingresa Porras
por Romero.
Minuto 46: Christian
Ferreyra da por finalizado el primer tiempo. Pero en el Capurro, Ortojich da 3
minutos de descuento. Polenta (suspendido) le pide el celular al arquero
panameño Mejías, y tuitea: “Si los partidos arrancan a la misma hora, tienen
que terminar a la misma hora. #LaMentiraMeAhoga”.
Diez segundos después, el citado hashtag es trendingtropic. Ferreyra recibe la orden
de Larrionda por el intercomunicador: “seguilo un minuto más que el gordo
vendehumo éste está pesado”. Ferreyra da un minuto más. Centro de Porras,
cabezazo de Hugol. Gol. Fin del primer tiempo en ambas canchas.
Minuto 67: sin
novedades: Defensor controla el partido, y cuando no lo controla, Estoyanoff se
encarga de diluir el peligro. En el Centenario, Nacional se mueve en su
mediocridad habitual.
Minuto 82: Pallas va
a buscar agua al banco de suplentes, y el ayudante técnico de Ferrín le dice:
“te estuvo sonando el celular”. Rápidamente lo revisa y ve un mensaje de un
número desconocido: “Rafa García está vendido al Deportivo Malacateco de
Guatemala. Si llegan esos goles, está hecho lo tuyo a Nacional”, y el emoji ese del bracito inflamado. La foto de
perfil del remitente es una foto de Suárez abrazando a un afrodescendiente de
corta edad.
Minuto 84: gol de
Fénix, Pallas. El zaguero va a buscar rápidamente el balón, y forcejea con
Estoyanoff, pero finalmente lo consigue y lo lleva rápidamente para el centro
de la cancha.
Minuto 91: empate en
las dos canchas. Con este resultado, campeón Defensor. Córner para Fénix.
Ejecuta Estoyanoff. Pero la pifia y la pelota sale perfecta al centro del área.
Pallas le dice a Matías Cabrera: “che, Matías… tenés medio despeinado el jopo,
qué te pasó?” Cabrera se pone nervioso, se lleva las manos al pelo para
comprobar la veracidad de los dichos de Pallas, ampliando el radio de su
cuerpo. Sus manos entran en contacto con el útil. Penal para Fénix. En el
Centenario, curiosamente, penal para Nacional, dudoso. Estoyanoff toma el balón
debajo del brazo y dice “es mío”. Pallas lo tumba de una piña y le da la
pelota a un tal Roberto Fernández. En el Centenario, va a patear Ligüera.
El cuarto árbitro del Centenario tiene una idea muy piola:
que los dos penales se ejecuten al mismo tiempo. Se repite la escena, pero
ahora los que se llaman son los árbitros centrales, que acuerdan que ambos
silbatos suenen al mismo tiempo. “¡Viva el fútbol uruguayo, viva Tenfield!”
Grita Rodrigo Romano.
Se adelanta Fernández, se adelanta Ligüera. Llega Fernández,
llega Ligüera. Patea Fernández, gol. ¿Qué hace Ligüera? Se detiene en su
carrera, para patear con resultado visto. “Total, ya el otro día cacé a un
botija del cogote, ya nadie se cree que soy buenito”. Ve la reacción de la
hinchada y ahora sí, se adelanta.
“Ilumínalo Abdón”, grita Javier Moreira en pleno relato. Y
Abdón lo ilumina. Ligüera se encandila y la tira 3 metros por arriba del palo.
Final de los partidos: Fénix 2, Defensor 1. Nacional 1, IASA 1.
Final el próximo
domingo.
