lunes, 22 de marzo de 2010

Top ten - Personajes detestables en un ómnibus

Ha llegado el lunes, que una vez más nos demuestra que nuestras vidas cotidianas son una porquería, que lo que más deseamos es que llegue el viernes y con el la posibilidad de olvidarnos de nuestras penas rutinarias.
Y si pienso en lunes, pienso el el maldito 180 que me tomaré en un rato y que vendrá lleno, que viajaré apretando las nalgas contra la puerta, que antes que el 180 pasarán cinco 121 vacíos. y que oitra vez no entenderé para que carajo pusieron el Sistema Mteropolitano de Transporte. El ómnibus es un lugar increíble, donde todo puede suceder, donde habitan los especímenes más alucinates.

Haciendo gala de mi profundo sentido democrático he decidido cagarme en todas sus opiniones y entregarles en este día lunes una columna que, seamos sinceros, es la peor de las tres que han pasado, 10 personajes detestables que se encuentran en un ómnibus.

10- El que lee el diario por encima del hombro del ocasional compañero de asiento.

Bueno, en realidad esta actitud la hemos tomado todos alguna vez. Un título que nos atrae, del estilo "científicos canadienses descubren que tener sexo con animales extiende la vida 3.3 años", y la tentación de espiar por encima del hombro del comapañero es demasiada. Más si este trae un El país formato sabana que oculta mejor las intenciones. Sin embargo no hay nada más detestable que ser uno el que está leyendo el diario y encontrarse espiado. Por eso, lugar 10 para este personaje.

9- El que se hace el dormido para no dar el asiento.

Otro que seguramente todos hemos hecho. En general cuando el ómnibus va lleno no hay problema, uno se pone al fondo y a menos que una vieja llegue muy atrás no hay necesidad. Pero cuando el transporte en cuestión lleva un puñado de pasajeros parados, ocultarse no es fácil, y dormirse puede ser la única manera de conservar el sitio. Sea como sea, una costumbre detestable y poco soliadria.

8- El que no se saca los auriculares cuando sube una persona a cantar.

Esta es simplemente de buena educación. A nada ni a nadie le cambia que sigas escuchando música o a Petinatti, pero en realidad podrías mostrar un poco de respeto y poner pausa. Los más fundamentalistas, como yo, creemos que esto se aplica ante la subida de cualquier vendedor, salvo los de Manantiales, pero al menos mostrar ese decoro con los cantantes nos parece básico.

7- El que antes de bajar ya tiene pronto el puchito que se va a prender.

Este es uno que me pone loquito. Ustedes dirán que es porque no fumo de esas porquerías, pero realmente me pregunto ¿hay necesidad de hacer eso? Es decir, ¿cuanto viajaste? ¿media hora? ¿cuarenta minutos? Por favor señor, aguantense un cacho, no hay necesidad de tener el pucho tras la oreja cual la picera de feriante.

6- El que yendo parado se frota contra el hombro del que va sentado.

Este me da escalofríos, se me eriza la piel de solo pensarlo. Uno va sentado tranquilamente, en un omnbisu bastante lleno, disfrutando su suerte, descansando la spiernas, y de repente siente que algo le forta el hombro, casi con cariño. Esta situación puede ser tolerada en muchisímos casos, pero cuando el que se nos frota es un personaje masculino, la cuestión se complica. La primera sensación desagradable es la propia frotada, pero esta puede aumentar considerablemente por otros factores. El joggin o el boxer suelto hacen que el contacto ya tome forma más concreta, que uno adivine concretamente por donde viene la mano, y ni hablar si justo ligamos tan mal que nos enfrentamos a un señor particularmente dotado.
Ojo, aun peor puede ser ir parado y que alguien que quiera descender, en su camino, nos haga el favor de violarnos.

5- El que se cambia a un asiento libre cuando ya está sentado al lado de alguien.

En este caso estamos ante un reverendo hijo de puta. Cuando nos sentamos un sitio estamos firmando un contrato que dura hasta que nos bajemos. Hay excpeciones, por supuesto, sentarse junto a un amigo es válido por ejemplo. Pero uno no puede ir sentado alegremente al lado de alguien y cambiarse porque sí a mitad del viaje.
Pensemos en que la persona que ha quedado repentinamente abndonada tiende a pensar que hay algo malo con su silenciosa compañia. He tenido que oler mis axilas o frotar mi barba especualndo con la posiblidad de que restos de mi almuerzo esten allí tras estos comportamientos. O sea, señora, quedese donde le tocó, su compañero puede quedar profundamente traumado por su conducta.

4- El que se duerme cabeceando, apoyandose en el hombro del ocasional vecino.

A este lo odio. Y por eso también es uno de mis peores temores. Ir sentado tranquilamente y encontrarse de un momento a otro con que un indivudo desconicido esta usandonos de almohada es una sensación inexplicable. Por un lado todo el omnibus comienza a mirarnos, con una sonrisa burlona, y por otra parte se acerca el temido momento en que tengamos que bajarnos y debamos despertar a este individuo. Y despertar a un tipo puede ser peligrosisimo. Por eso, señores, a dormir del lado de la ventan, si te toca pasilo tenés que estar en vigilia.

3- El que se sienta del lado del pasillo siendo que el de la ventana está desocupado

Loco de mierda. Todos sabemos que no hay mayor placer que ir sentado en la ventana mirando hacía afuera y olvidando el apretuje con otros 50 desconocidos. Asi que, ¿que clase de enfermo mental sube a un omnibus vacío y se sienta en el pasilo? Encima uno termina pensando que el asiento libre tiene algún defecto, esta escucpido, alguien vomitoo algo por el estilo y hasta termina teniendo miedo de sentarse allí. Así que si alguno de ustedes es de esta clase de loquito, exijo una explicación.

2- El guarda desesperado por cobrarte boleto.

El guarda de por si es una especia bastante compleja. Hace unos días Sinca nos ilustraba acerca de la hijaputez de los taximetristas, y me siento tentado a decir que los guardas son personajes similares. Hay muchas clases, pero este en particular me saca de mis casillas (cosa que no es difícil por otra parte). Me refiero a que uno se sube un ómnibus de regreso a casa, cansado, y tiene la desgracia de viajar apretado, casi que no entra, va apoyado en la escalera, haciendo malabares con la mochila, y ese típico sorete que es el guarda empeiza a gritar "boleto", y a inclinarse desde su silla hacía adelante, como al aire, sin un destinatario claro, más bien hacía la masa de desgraciados que se amuchan entre los fierros. Y mi pregunta es ¿te pagan por comisión? ¿no podés tener un poco de sensibilidad? ¿sos taaan hijo de puta? ¿te hablaronde solidaridad de clase? ¿Salgado esta pasando por un mal momento de guita? Esperá a que se vacie un poco el coche, a que pase por delante tuyo, y ahí cobrame, y si por alguna razón me bajo antes que eso, creo que el haber viajado como una vac me otorga el derecho a ser eximido del pago.

1- El que escucha música desde el celular, sin los auriculares.

Este es un personaje nuevo, pero que ha calado hondo en nuestra sociedad. Yo propongo colgarlos en una plaza pública, pero no he tenido buena recepeción. 142 rumbo a Punta Gorda, una hora de viaje, conseguís asiento, apoyas la cabeza y te dormís, sin embargo, a la altura del zoologico un estridente "dame más gasolina" te saca del sueño. Levantas la cabeza y un pequeño hijo de un camión de putas está parado en el corral del fondo, nokia en mano, con el volumen al mango y escuchando esa porquería, y para colmo juega al DJ entonces la sucesión de temas es insoportable. Y ojo, no me quejo porque sea cumbia, así sea un enganchado de los redonditos con Mozart ese individuo merece morir.

Eso es todo por hoy, los saludo, esperando sus propuestas futuras y recordandoles que siempre es mejor andar en bicicleta.

20 comentarios:

Anónimo dijo...

Paa la verdad Edi que es una excelente columna.

Pienso tal cual en muchos de los puntos.

Lo vivo a diario en el 546 todos los santos días de mañana. No podrian poner un cacho mas de frecuencia che? hay veces que te pasan hasta 2 bondis que no te paran y terminás llegando tarde...

En otro orden de cosas, debo admitir que a veces pequé en el 8 y en el 5. Ahora me estoy sintiendo culpable.

Diego dijo...

Señora columna Edi! concuerdo bastante digamos. Falta el que pasa y en triple fila y te mete una pincelada, sin querer o queriendo, por que no...

Diego dijo...

ta mal yo, esta dentro del que va sentado la aclaracion...

andal13 dijo...

¡¡¡Qué bueno!!! ¡¡¡Estoy en el Top Ten!!!! Soy una execrable Nº5... Es más, tengo "mi" asiento en el ómnibus, y si me siento en otro lugar porque está ocupado, y de pronto "mi" asiento queda libre, hacia allá corro desesperada.
Concuerdo con los otros 9 detestables sujetos, y para el Nº1, el que escucha música horrenda y obliga a los demás a que hagamos lo mismo, tengo dos palabras: RIFLE SANITARIO

Juan Domingo dijo...

Mi contrato con mi compañero de asiento esta sujeto a la condición resolutoria de que ningún asiento doble quede libre. Ergo, si vengo sentado al lado de una persona, salvo que sea una fémina de características tales que su solo perfume me transporte instantáneamente al paraíso musulmán, y queda un asiento libre, aunque sea en otro ómnibus, me paro, lo miro con cara de "y que queres con la baranda que tenés" y me voy a sentar al otro asiento y a mirar con cara de "tengo dengue" a todos los que amagan con sentarse a mi lado.

Una de mis actividades preferidas es ser un ser humano excecrable, se los había dicho?

Zane dijo...

Fantástica columna, que cosa más detestable el personaje "frotador". Ni te digo cuando el ómnibus empieza a doblar cuan montaña rusa.

Ce dijo...

Mi técnica para evitar ceder el lugar: me ubico sentado en el escalón que está en el espacio que queda frente a la puerta de atrás. No es lo más cómodo, es verdad, pero me evito la culpa cada vez que sube una vieja o embarazada (que además no llegan hasta el fondo y si llegan sería un despropósito cederles un escalón para que se sienten).

Excelente columna, Edi.

Ce dijo...

¿Me parece a mi o somos muchos los que tomamos el 142?

Propongo hacer un censo sobre las líneas que frecuentamos.
Arranco yo: 141, 142, 144, 121, 62 y 60.

Anónimo dijo...

76, 147, 148, 149, 151, 157, 526, 546

perezvila™ dijo...

C4, 222, 709, 7E8R.

perezvila™ dijo...

Edi! buenisima la columna! concuerdo con todos los personajes!! todos.
Y confieso mis dos pecados:
uno, como vivo afuera, mis viajes son bastante largos, y si me subo y veo un gordito o gordita sentados solos, ahi me tiro de cabeza, me siento al lado y los agarro de almohadita... son lo mas comodo que hay!

el otro?
vengo con mochila, con la maquina, discos duros, etc, mas bolso para el club... y me esperan hora y cuarto de viaje, el único asiento libre es el de las embarazadas, me siento. cuando se sube una, miro a alguien que este cerca, y le digo, no le das el asiento a la señora? sho no puedo, porque estoy mal de la rodisha, sino ya me había parado...


ta, estoy mal, pero me aseguro que la mujer tenga asiento.

Sinca Bellos dijo...

Edi espectacular!!
Las veces que me quedé pensando si el único gil que no se daba cuenta cual era el defecto del asiento libre contra la ventana era yo. Jejej

Es más cuando me aimaba a sentarme me imaginaba a todo el mundo riéndose a carcajadas ni bien consumara el hecho.

Mal ahi PerezV eh!!

El editor dijo...

Nacho, la frecuencia de omnibus aumenta proporcionalmente a los ingresos promedio de los pasajeros que lo esperan.

Andal, Juando, en el Vilardebó hay lugar pa ustedes. Está bien que tengan su lugar, pero de ahí a dejar tirado a vuestro compañero, es otro tema.

El editor dijo...

Perez, lo tuyo ya está al límite de lo moralmente correcto. ¿mal de la rodilla? Porque no subis de muletas tambien?

El editor dijo...

De paso. Hoy conoci a un persoinaje que es aun mas detestable, aunque debe ser el unico. 4a negro, barrio obelisco de Las Piedras, 7.15, pongamos que ya no arranco de buen humor, y este pelado del asiento de atrás pela un Play Station portatil (lo juro), una maquinitia negra, y se pone a jugar a un jueguito de luchasd!! un concierto de golpes, gemidos y gritos en japonés. Nunca visto.

El editor dijo...

Ce, el asiento que rinde mucho para no dar el asiento es el que va al revés del de los bondis. O sea, una especie de asiento de los bobos pero al cubo, que además no entiendo porque carajo se inventó.

Alvaro Fagalde dijo...

Se cortó el inventario pero ahí va el mío: 148, 151, 526, 582.
Conozco pila de gente que no se puede sentar en el asiento al revés porque se marea. Caso que no es el mío, y eso que no me caracterizo precisamente por tener condiciones naturales para astronauta.

perezvila™ dijo...

... yo me mareo en esos asientos!

Gustavo Lanfredi dijo...

Excelente! Felicitaciones por el post! y los comentarios tambien muy buenos.

andal13 dijo...

Edi: es al revés. Cuando yo voy en la ventanilla, y alguien se sienta a mi lado, si posteriormente queda un asiento con ventanilla libre y el ocasional compañero de asiento no se va hacia allí, me pongo nerviosa!
(Estoy lejos de ser una doncella del paraíso musulmán, lamentablemente)

130, 409, 468, 125, 137, 185