Press Start: Nada es verdad...

¿Le interesaría saber que hacían sus antepasados, a que se dedicaban, que eventos históricos vivieron? Quien le dice, quizás tenga algún tátara-tatara-tatara-tatara-tatara abuelo que peleó con Artigas, o que le cortó la cabeza a Luis XVI, o que fue emperador de Japón, o incluso puede usted descender de un faraón egipcio.

Ahora, imagínese que puede recrear las vidas de sus antepasados con tan solo sentarse en un sillón y dormir una siestita. ¿Tentador, verdad? Bueno, esa es uno de los puntos de partida de la saga Assassin’s Creed, una de las series más importantes de los videojuegos en tiempos recientes.

El juego, creado por la empresa francesa Ubisoft, plantea un mundo en el que dos facciones luchan desde tiempos inmemoriales, influenciando la vida de la humanidad desde las sombras. Por un lado están los Templarios, quienes intentan controlar las mentes de la humanidad para establecer el “Nuevo Orden Mundial”, y por otro están los Asesinos, defensores de la paz y el libre albedrío.

Estos dos bandos han sido participantes de todos los eventos históricos de la historia del mundo, desde el ascenso y caída de Alejandro Magno hasta el asesinato de Kennedy, aunque la actualidad encuentra a los Asesinos escondidos y reducidos en número ante el avance de los Templarios, que cuentan con más recursos y riquezas.

Los Templarios, bajo la fachada de la empresa multinacional Abstergo Industries, crea el Animus, un aparato que permite acceder a la memoria genética (el juego plantea que la memoria se almacena en el ADN, por lo que guardamos sin saberlo los recuerdos de todos nuestros antepasados, sin importar que tan lejanos sean) de cualquier individuo.

El juego nos hace controlar entonces a Desmond Miles, un barman y asesino fugado que es capturado por los Templarios y obligado a recrear las memorias de Altair Ibn-La Ahad, un Asesino sirio durante la época de las cruzadas.

Con esta fórmula inteligente, una especie de “juego dentro de otro juego”, recreamos junto a Desmond las memorias de su antecesor, mientras este elimina a los Templarios (que en realidad están tanto en el bando católico como en el musulmán) más peligrosos de Tierra Santa, y desentierra un enorme misterio sobre el mismísimo origen de la humanidad, y una serie de peligrosos objetos que pueden darle el control del mundo a los Templarios en el presente…

Como grandes “fallos” del juego se puede decir que se vuelve muy repetitivo (las misiones son muy similares) y que tiene varios fallos en la inteligencia de los personajes (desestimado en el juego como un fallo del Animus), pero cuenta con una historia atrapante y una ubicación no muy frecuente en los videojuegos.

A pesar del éxito de este juego, la serie se despegó verdaderamente con Assassin’s Creed II, lanzado en 2010, un año después del lanzamiento del juego original.

Con una significativa mejora gráfica, en la extensión del juego y en la variedad de actividades, AC II vuelve a encarnarnos en Desmond, quien en la primera escena es liberado por algunos Asesinos del edificio de Abstergo donde estaba encerrado y lo llevan a un escondite, donde deberá adquirir las habilidades de otro de sus antepasados asesinos, Ezio Auditore, para sumarse activamente a la lucha contra los Templarios, y para adquirir el conocimiento necesario para evitar el fin del mundo, que se acerca peligrosamente, cuando una tormenta solar reviente la tierra el 21 de diciembre de 2012….

Es así que debemos recorrer la Italia del Renacimiento (otra localización no demasiado explorada) junto a Ezio para detener a Rodrigo Borgia, líder de los templarios y causante de la muerte de la familia de Ezio.

El de la boina es el propio Leonardo Da Vinci

Assassin’s Creed: Brotherhood, de 2011, continúa la historia tanto de Desmond como de Ezio, aunque muchos lo consideran una “actualización” del título anterior, ya que no presenta demasiadas mejoras (aunque si las tiene), y se continúa directamente con la historia de AC II, ya que aún controlamos a Ezio, quien ahora debe detener a Cesar Borgia, hijo de su anterior enemigo (y el Papa, en este punto de la historia) en una decaída ciudad de Roma (un cambio respecto a lo anterior, donde se visitaban varias ciudades).

Ese mismo año se lanzó Assassin’s Creed: Revelations, el cierre para la trilogía de Ezio, quien ya con más de 50 años visita Constantinopla (hoy Estambul)para ayudar a los Asesinos de esa ciudad, para explorar la historia de Altaír y continuar desenterrando misterios sobre el “verdadero origen” de la humanidad. Mientras tanto, en el presente, Desmond (en coma) debe unir las tres historias (la de Ezio, la de Altair y la suya propia) para recuperar la conciencia y no perder la cordura.

La historia continúa, pero eso lo veremos la próxima semana, cuando en Press Start tengamos la segunda parte de la historia de la saga Assassin’s Creed.