Las consolas portátiles, o “handheld” son habitualmente
postergadas en favor de sus hermanas mayores, las consolas de sobremesa, y son
relegadas a un segundo plano, como juguetes para niños o para matar el rato en
los largos viajes en ómnibus/tren (en los países del primer mundo, acá ni tren
tenemos), algo bastante habitual en un país como Japón, su tierra de orígen y su principal mercado. Sin embargo, estas consolas han sido receptoras de varias joyitas de
la industria de los videojuegos. Hoy nos detendremos en una de ellas, la saga
Golden Sun.
De origen japonés, la saga Golden Sun es uno de los puntos
más altos dentro del género RPG (role-playing game, por más explicaciones vaya
a la columna sobre Chrono Trigger de hace unos meses, o gugleeló) de los
últimos años, y que se ha convertio en una referencia del género y un juego de
culto, con una enorme base de seguidores en todo el mundo.
La empresa que lo desarrolló, Camelot Games, originalmente
lo había pensado para la Nintendo64, pero cuando les avisaron que se venía la
GameCube, la siguiente consola de Nintendo, se volcaron hacia el Gameboy
Advance, la que en ese momento era la consola portátil número 1 de Nintendo.
Tras un desarrollo muy extenso para un juego portátil (un
año y medio) en noviembre de 2001 llegó el primer juego de la serie: Golden Sun
(conocido también en Japón con el subtítulo “el sello roto”).
Golden Sun se desarrolla en Weyard, un mundo bastante
parecido al nuestro en cuanto a la disposición de sus continentes, y en cuanto
a las culturas que los habitan, pero cuyas principales diferencias son la
presencia de monstruos y otras criaturas con no muy buenas intenciones, y la
existencia de la Psinergía, una fuerza mental que permite a sus usuarios (los
adeptos) mover objetos a voluntad, invocar fuerzas de la naturaleza o reventar
cosas. Ah, y el mundo es plano.
La Psinergía viene a través de la fuerza de la Alquimia, y
es propulsada por los cuatro elementos que conforman Weyard (los clásicos
tierra, fuego, agua y aire). Los dichosos “adeptos” también se reparten entre
esas cuatro clases.
Golden Sun nos pone en un primer lugar en el papel de Hans y
Garet dos jóvenes adeptos que durante una noche de tormenta son atacados por
dos extraños en su villa natal, Tale. Para completar la cosa, Hans pierde a su
padre tras un derrumbe ocasionado por la tormenta.
3 años después Hans, Garet, y Nadia, una amiga de los dos muchachos, visitan junto a Kraden, un viejo estudioso de la alquimia el templo del Sol, ubicado cerca de Tale. Allí vuelven a aparecer los dos extraños, que se presentan como Saturos y Menardi, acompañados por un tal Alex y por Félix, hermano de Nadia y quien supuestamente también había muerto en el derrumbe 3 años atrás. Estos tipos roban las “estrellas elementales” y se llevan a Kraden y Nadia como rehenes.
3 años después Hans, Garet, y Nadia, una amiga de los dos muchachos, visitan junto a Kraden, un viejo estudioso de la alquimia el templo del Sol, ubicado cerca de Tale. Allí vuelven a aparecer los dos extraños, que se presentan como Saturos y Menardi, acompañados por un tal Alex y por Félix, hermano de Nadia y quien supuestamente también había muerto en el derrumbe 3 años atrás. Estos tipos roban las “estrellas elementales” y se llevan a Kraden y Nadia como rehenes.
Por lo tanto, Hans y Garet deben perseguir por todo el mundo a estos villanos,
cuyo objetivo es utilizar las estrellas elementales para activar los cuatro
faros que mantienen sellada la alquimia, la que en caso de suceder puede acabar
con todo el mundo.
En su viaje, nuestros dos héroes se unirán al vidente Ivan y
a la curandera Mia, para conformar un equipo de cuatro adeptos, uno para cada
tipo. A su vez, serán ayudados por los Djinn, una especie de pokemones que potencian
los poderes mágicos de los cuatro personajes.
Con una propuesta gráfica sencilla pero impresionante,
Golden Sun asombra por la calidad gráfica que demuestra a pesar de tratarse de
un juego para una consola portátil. A su vez relativamente largo en duración y
la complejidad de los puzles a los que se enfrenta el jugador lo hacen un
desafío al momento de jugarlo.
Dos años después, en 2003, salió la continuación directa del
juego, Golden Sun: La edad perdida. Originalmente
se planificó un solo juego, pero por razones de capacidad de la consola (y
supongo que lo económico también jugó), se dividio en dos partes. Este título
retoma la historia justo después del final del primero, pero la vemos desde el
punto de vista de Félix, Nadia y sus nuevos compañeros Sole y Piers. Al
principio uno cree que estamos controlando a los malos, pero en un interesante
giro narrativo veremos que tampoco es tan así. El juego es en el resto de sus
elementos exactamente igual al primero, aunque el mundo es mucho más grande: en
el primero solo recorríamos el continente de Angara (Eurasia) mientras que aquí
tenemos literalmente, todo el mundo para recorrer.
Tras la salida de La Edad Perdida todo parecía haber quedado
por ahí. Si bien habían quedado algunos puntos de la historia sin resolver, el
hilo principal estaba cumplido. Pero en 2009 se anunció un tercer juego para la
serie, Golden Sun: Oscuro Amanecer, publicado finalmente en 2010, con el
respectivo salto de consola a la Nintendo DS, la heredera de la ya veterana
Gameboy Advance.
La obvia evolución técnica permitió que esta vez el juego
contuviera gráficos en 3D, aunque manteniendo la espectacularidad y variedad
que caracteriza a la saga. Por lo demás, las mecánicas del juego se mantienen
prácticamente en su totalidad.
La historia de Oscuro Amanecer tiene lugar 30 años después
de los anteriores títulos y nos permite encarnar a Matthew, Terry, Karis y
Rizzo, los hijos de los protagonistas originales (que son los mismos tipos, con
otro nombre en definitiva), a los que a lo largo del juego se sumarán otros
compañeros: el pirata Eoleo, quien ya había aparecido en la segunda parte de la
dupla originial de juegos, la vidente Himi, hija de dos protagonistas
secundarios de La Edad Perdida; Sveta, una especie de mujer-lobo; y Amiti,
un príncipe que jamás conoció a su padre (pero también es uno de los personajes
principales de los juegos anteriores).
La trama es un poco más floja: los protagonistas hacen un
viaje a través de una Angara completamente transformada después de los eventos
del juego anterior para buscar…una pluma! Aunque por supuesto, la cosa después
se complica y el mundo vuelve a estar en peligro.
El juego fue bien recibido por los fanáticos que se quedaron
con ganas de más, pero también se llevó varios palos: su corta duración, su
facilidad en cuanto a los puzles y a las peleas, y la trama algo más floja y
con muchos puntos sin resolver (abriendo la posibilidad de extender la saga)
fueron criticados, lo que sumado a la baja en las ventas, pusieron en peligro
la continuidad de la serie Golden Sun.
Pero la gente confía en Camelot y está difundiendo en
internet una especie de recolección de firmas online para que se realice el
cuarto juego, ya que según sus creadores, solo continuarán la serie si la gente
lo pide, algo que parece estar sucediendo. Será cuestión de esperar para saber
si el sol seguirá brillando.
6 comentarios:
mooooy boeeno Nico querido!
jugué hace muuuucho algún Final Fantasy hasta que me emboló
Gran juego, mejor columna. Yo solo jugué el de Lost Age (como todo el mundo, en el emulador para pc) y la verdad que me pareció un excelente jugo.
pum paarriba la seccion
Qué grande el Nico, cuando era chico hubiera querido un game Boy pero en casa no daban los rubros, había que conformarse con esas maquinitas de un sólo juego, por ejemplo donkey kong
yo juego a la Nintendo DSI al pokemon de mi hijo,je
Juegazos. Gracias a los emuladores los pude dsifrutar :) Ahora me voy a piratear el Dark Dawn.
Publicar un comentario