domingo, 31 de mayo de 2009

Gol de urna a urna

De la mano del fin de la veda electoral (algo casi tan respetado como la disposición que impide que la hinchada de Peñarol exhiba banderas de Nacional, y viceversa), nos permitimos presentar un breve análisis político de nuestro alicaído balompié, que sirva para avizorar el desenlace de la presente temporada.

Comenzaremos hablando del campeón reinante, Defensor Sporting, que de la mano de los privilegios de estar próximo a asegurarse la tabla anual, buscará cerrar las finales ante Nacional en primera vuelta. Sin embargo, los Nacionalistas sostienen que con el auge del veterano Cuqui Biscayzacú, no solo llevarán a la contienda a una segunda serie, sino que además se alzarán con el título dejando a los tuertos sin un segundo reinado consecutivo.

A propósito del Cuqui, vale destacar su gran rendimiento cuando muchos lo daban por muerto. Aún no estando en la mejor condición física (es decir, viejo, gordo, ya sin el jopo de otrora y en una pierna), es el auténtico ídolo de la hinchada nacionalista que ahora baila y salta al son de los cánticos entonados en su nombre. Desplazó definitivamente al Chapita Blanco de la predilección de la hinchada, pues ahora el guapo puntero ni siquiera va al banco.

Por el lado de Peñarol, la interna es mucho más complicada. Finalmente, el carismático Pedro Ribas seguirá al frente del equipo tras haber conseguido el apoyo de los viejos caudillos del Partido, como Juan Pedro y Julio María. Sin embargo, la distancia que separa al equipo más laureado de nuestro medio de nacionalistas y fusionados es indescontable, pese a que Pedro afirma que aún dará batalla: “nosotros no miramos las encuestas, esto es partido a partido. Llegaremos a octubre y ahí veremos en qué posición estamos. Acá no hay cucos, solo el Tupamaro. Pero me pongo el chaleco naranja y lo espanto”.

Es que Peñarol arrastra años y años de malas administraciones desde su último triunfo, allá por el 99. No se ha dado el surgimiento de figuras de renombre, y los antiguos cracks (Bueno, Darío, Hierro, Pasquet) han entrado en el declive de sus carreras, mientras que los nuevos (Bajter, Ramis, Lamas) no logran concretar buenas actuaciones. Apenas si el sector del Pachequismo permitió albergar alguna esperanza en el pasado clásico con dos goles de pelota quieta, que a la postre no serían suficientes.

Todo parece indicar que la final se juega entre dos fuerzas: la emergente del nuevo tercer grande, Defensor, ante uno de los grandes tradicionales, Nacional. Muchos señalan a los violetas como claros favoritos, aunque algunos problemas internos (surgidos fundamentalmente de un presunto enfrentamiento entre Danilo Peinado y el Pepe Carini, en el que también terció Marcos “Nasa” García) habilitan a pensar a que Nacional planteará dura oposición, buscando embarrar la cancha para así llevar la definición al ballotage.

Pues sabido es que en instancias como esas, suelen recibir el apoyo de los hinchas aurinegros. Por aquello de que Nacional y Peñarol tienen que ser rivales dentro, pero no fuera de la cancha.

(Publicado en Guambia, 30/05/09.)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente Andrés!
me encantó la alegoría, perfecta!
y la reminiscencia al pepe carini es algo que tambien me emociono.
buenisimo!

Alvaro Fagalde dijo...

¿Y el partido Independiente, quien vendria a ser?. ¿El River del tiqui tiqui?
¿y los del 26 de marzo?. ¿Villa Teresa?
Por favor, Kings, esclarescanos...

dejamuchacho dijo...

Bien ahi Andres!!
Gracias por la alegria mañanera.

El Nacho dijo...

Muy bueeeeno, Grande Reyes!

La capacidad de asombro no tiene limites.

Andrés Reyes dijo...

Los quiero mucho a todos.

El Partido Independiente podría ser Cerro Largo. Que nunca saldrá campeón pero dos por tres rompe los huevos.