Generalmente con muy poco presupuesto, las realizaciones de estos jóvenes latinos (sí, los rumanos son latinos) no caían en los defectos que hicieron aburrir a muchos que defendían al cine iraní, antigua vedette del circuito festivalero, con los que tienen -en tanto cine, ya que no como sociedad- varios puntos de contacto: las películas rumanas no suelen ser tan minimalistas (Kiarostami hizo dormir a unos cuantos con sus "Ten" y "Five", donde no pasaba absolutamente nada) y tienen frecuentemente abundante humor, bastante negro y ácido, por cierto.
Un país particular, que estuvo dominado por el imperio soviético, hasta que cayó el régimen de forma más o menos pacífica. Como suele pasar, a los vicios del antiguo régimen derrumbado se suman las transas de un vacío de legalidad y un sálvese quien pueda que mete miedo.
Algunas de las películas rumanas más interesantes que llegaron a nosotros: "La noche del señor Lazarescu" (2005, Puiu), la que comenzó el boom, contando el kafkiano peregrinar de un viejo poco glamoroso, que un día se siente como el tujes y no hay mutualista ni hospital que le resuelva nada (ejem); "4 meses, 3 semanas y 2 días" (2007, Mungiu) sólida denuncia de la hipocresía del régimen a partir de una chica que aborta, ganadora de la Palma de Oro en Cannes; la tenebrosa "Ascensor" (2007, Dorogantu) sobre dos jóvenes que quedan atrapados sin que la Otis haga nada; la sarcástica "Bucarest 12:08" (2006, Porimboiu) acerca de la caída de Ceacescu -o como se escriba- y sus repercusiones en la Rumania actual repleta de chantas y la brillante "California dreamin'" (2007, del fallecido Nemescu), sobre un grupo de soldados norteamericanos que viajan hacia Kosovo pero todo se les complica cuando se topan con un pueblo rumano que no tiene nada que envidiarle a los yugoslavos de Kusturica.
La Operación Moisés -en otro orden de cosas- fue una de esas cuestiones de ejércitos y espías que organizaron los israelíes para tratar de evacuar a los miles de ciudadanos judíos que estaban atrapados en la década del 80 en Sudán. Como es sabido, cuando en Africa se arma un quilombo racista no se limita a cuatro borrachas zumbando a una negra. Son gente seria que no deja las cosas por la mitad y ni piensa en volver a casa hasta que no se cuenten los fiambres por miles. La gente que financia a Hebraica Macabi pudo repatriar a la mayoría de los suyos, aunque quedaran unos pocos miles de "daños colaterales" de un lado y del otro del mostrador.
Salada la canchita no se toma descanso ni en Navidad y va para adelante como pocas. Anduve buscando alguna película demoníaca para llevar la contra en estas fechas pero me topé con Ser digno de ser, la cinta sobre la Operación Moisés dirigida en 2005 por Radu Mihaileanu, que había tenido un gran éxito -en Extranjia, no acá- con "El tren de la vida" y después siguió recaudando con "El concierto" y "La fuente de las mujeres". Todas ellas se exhibieron en el paisito y un servidor no ha visto ninguna, por lo que considero que llegó el momento de darle la oportunidad al Radu. Aunque en realidad sea una producción francesa y todo lo que escribí antes sobre los rumanos no tenga ninguna relación con lo que van a ver. Pero, bueno, no hay que perder ninguna excusa para desasnar giles.
12 comentarios:
ya se:un culo!!
Qué? que no era una adivinanza lo de negro y ácido?
Ah ta,perdon,mal yo
veremos,dijo Stevie
Bucarest 12:08 y una chala pa' fumar.
Fagalde y 10 más
Rumania y Fagalde que no ni no!
La columna me hizo acordar a la insufrible Erase una vez en Anatolia. Una cagada por cierto.
Faga, sos de lo mas mejor del blog.
EL más mejor
Y el único que subió una entrada hoy...
Ni idea la pelicula q dice el Kurco
no te perdes de nada faga, ni te gastes
El dia que me vea una película rumana me voy a sentir un verdadero snob. Pero un snob bien. Grande Fagalde!
Ya vamos a subir una pelicula rumana bien rumana. No como esta (*)
La unica q vi fue el sr lazarescu y es genial. Algun dia me (nos) va pasar lo mismo q al viejo. Agendo las otras.
Grande faga
Publicar un comentario