Salada la canchita: El Aurens

Hoy ibamos a poner una columna de opinión sobre películas comerciales y películas "difíciles", pero como uno anda al alpiste de las novedades del planeta La Tierra, nos enteramos que se murió el Peter O'Toole y advertimos que en este blog hay un montón de mamertos que no tienen ni idea de quién era uno de los principales actores cinematográficos del siglo XX ni habían visto ni una sola de sus películas. O probablemente vieron "Troya" pero no lo recordaban porque estaban con los esfínteres húmedos de ver al Brad en zunga ilíaca. Son los mismos que admiraron al Paul Walker -que en paz descanse- probablemente gran tipo pero que era incapaz de hacer un gesto cuando lo enfocaba una cámara.


Si bien intervino en películas importantes, exitosas o recordadas ("Becket"; "Lord Jim" olvidada pero muy a tener en cuenta tanto el film como su actuación; "El león en invierno"; "La clase gobernante" y "El último emperador"), será siempre recordado por su extraordinario debut como protagonista haciendo del Lawrence de la gente. 

Seguramente la mejor cinematográficamente en toda la historia de ése género aparte de las superproducciones, Lawrence de Arabia (1962) es una obra maestra que cumple al mismo tiempo con todas las reglas del gran espectáculo -aunque las escenas de acción y batallas son las necesarias y no las que dicta el comercio- con una impresionante fotografía, una música memorable (por Maurice Jarre), un libreto impecable y permanentemente inteligente y un elenco sólido con Anthony Quinn, Alec Guiness, Omar Sharif -que también se hizo famoso por ésta (*)-, José Ferrer, Arthur Kennedy y Claude Rains, el petiso de "Casablanca".

El papel del inglés Thomas E. Lawrence había sido desechado por Marlon Brando -en aquellos tiempos una forma segura de consagrarse era aceptar un trabajo que Marlon hubiera rechazado; nunca fallaba- fue realizado por el entonces desconocido irlandés (aunque dicen que nació en Inglaterra, pero yo no me quiero meter en esos quilombetes) con una enorme sutileza. El Peter nunca la posa de crack ni de super héroe sino de un occidental medio perdido en una sociedad extraña que intenta comprender y no pisotear, mientras lucha con sus propios fantasmas interiores y contra el imperialismo inglés, que tenía lo suyo. 

O'Toole se consagró con esta soberbia interpretación, notablemente amalgamada con la concepción del personaje que tenía el director David Lean -que la venía de embocar con "El puente sobre el río Kwai", otra superproducción inteligente- pero no ganó el Oscar a mejor actor que lo tenía merecidísimo, por cierto. Fue a parar a manos de Gregory Peck, habitualmente una estrella de presencia pero no demasiada inteligencia interpretativa pero que con "Matar al ruiseñor" se mandó la actuación de su vida, curiosamente en otro papel más sutil y medido de lo habitual.
 
Tampoco el irlandés loco pudo establecerse como un divo del séptimo arte, porque si bien siguió trabajando en películas importantes en los 60 y 70, como ya ha sido mencionado, Peter era jodido borracho y medio trastornado de la azotea. Si bien siguió siendo considerado como un actor de aquellos, a partir de los 80 fue bastante olvidado y sobrevivió más o menos, incluyendo un papel importante en "Calígula", que empezó como una película histórica interesante y terminó como lo que tendrían que ser las Klandestinas del blog. 

Salada la canchita, una columna a la que ningún camello le hace pedidos extraños, trae hoy el peliculón completo "Lawrence de Arabia", aunque sin subtítulos, lamentablemente.

Parte 1

Parte 2

P.D.: GRACIAS POR LA TORTA DE CUMPLEAÑOS. SON MÁS DE DIEZ AÑOS LOS QUE CUMPLO EN REALIDAD, PERO IGUAL LA VAMOS A COMER CON GUSTO. 

PD II: Al final ganó la partida la Olivia a su hermana Jean. Lo leyó acá, pero si no lo recuerda:

MARCHASTE PRIMERO, QUERIDA HERMANA