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Confirmado: los dos equipos del interior van a terminar en las dos últimas posiciones de la Liga Uruguaya de Básquetbol. ¿Problema, no?

En primer lugar, que en 15 equipos, 13 sean de un solo departamento y solo 2 de los restantes 18, demuestra que sin duda algo no está andando bien. Está bien, que haya uno de cada departamento también sería irreal. Es lógico que Montevideo sea el que tenga más, pero lo que tenemos hoy es prácticamente (y sin prácticamente a partir de la semana que viene) un Federal.

El más cascoteado este año fue Cader. Desde que comenzó la temporada hasta hace un par de días, la mayoría lo daban por muerto, "es casi imposible que se salve" y etc, etc. Cierto es que en plantilla parecía el más débil. El nacional más rutilante que tenía era Mattia Giacometti, con eso te digo todo. Después tenía a José Moure, un pebete de Larrañaga que nunca había jugado una Liga, pero que dio flor de mano. Y el resto eran muchachos de poco nombre, la mayoría oriundos de Rocha. Hay que decirlo, lo bancaron los extranjeros. Thomas, Cornley y Gamble hicieron un trío interesante, comprometido, con huevo y a veces lindo básquet.

Los rochenses arrancaron pal tuje. El DT que tenían, Gustavo Sande, se fue a poco de comenzado el torneo al ver que la mano venía fea. Agarró Mario Andriolo y al toque le ganó a Aguada en cancha de Aguada. "Uh, este encara" se pensó. Pero después perdió un toco de partidos y volvieron los palos. En las últimas 4 fechas, tenía que ganar al menos 3 para tener alguna aspiración de zafar. Parecía jodido. En el camino tenía, entre otros, a Biguá y Trouville (dos que andan arriba en la tabla). Además, alguno de los que tenía por encima tenía que ser lamentable.

Y se le dio. Tuvo liga, también hay que decirlo. A Biguá lo agarró con un solo extranjero y con el Sapo Rovira como técnico, a Sayago sin su mejor extranjero y a Trouville con -10 de motivación. Y se le dio que alguno de los que estaba en la vuelta sea un desastre. Ese desastre fue Anastasia. Lo que pude ver del "funebrero" de Fray Bentos fue muy flojito. Poquísimo juego colectivo y, por sobre todas las cosas, poca rebeldía. En un principio parecía que su lucha estaba por entrar entre los 10, pero se fue muriendo y terminó último. Sus mejores nacionales, el cabeza Viera y el "Pancho" Larre Borges, arrancaron muy bien el año pero en las últimas presentaciones fueron una lágrima (más bien dos).

Conclusión: el básquetbol del interior está en franca decadencia. ¿Qué se puede hacer? Yo no sé, no tengo ni idea, tampoco es mi tarea solucionar eso. Pero que esto de Liga "Uruguaya" es cada vez más trucho, no tengan la más mínima duda. En principio pensé "igual que en el fútbol". Pero no, en el fútbol al menos la B esta lleno de equipos del interior. En el básquet ni eso ocurre.

Además, me resulta medio chancho o poco serio, si se quiere, la forma en que los equipos del interior acceden a la Liga. Ya no es ni por méritos deportivos, creo. Si tenés guita para mantener tu plaza, jugás. Incluso creo que Anastasia, si quiere, puede jugar la Liga que viene. Creo, no estoy seguro. Me voy a informar.

(Foto: Liga de las Américas. El que palpa es jugador de Espartanos, de Venezuela. El 40 de Regatas, Argentina)