lunes, 28 de mayo de 2012

CUENTO: En busca


En Busca



Desde hacía varias décadas, la pequeña comunidad de duendes del Parque Rodó se encontraba alterada.  Esa alteración se arrastraba hacía tanto tiempo,  que ya empezaban a sentir una extraña sensación de estabilidad.
            No había ninguna novedad que diera luz sobre la misteriosa desaparición.  Los días eran siempre iguales.  Al principio se inició una búsqueda exhaustiva,  se utilizaron todos los medios posibles.
            Tres horas después de la desaparición un escuadrón de duendes se encontraba golpeando las puertas del viejo roble, el árbol más antiguo del parque,  para hablar con El Sabio Ganso,  en vano.  Al mismo tiempo,  otro escuadrón había llegado a la orilla del lago para solicitar  a la comunidad de sirenillas y tritoncillos  la ayuda necesaria para una búsqueda acuática.  Otro grupo había logrado bajar hacia la playa Ramírez para hablar con la FAG (Fuerza Aérea Gaviotil) en búsqueda de su solidaridad y su apoyo para encontrarlo.  Incluso un grupo muy reducido de no más de cinco duendes, había irrumpido en los estudios del canal 10,  justo a la hora de Bendita TV y pedido al Piñe, comprometiéndolo en vivo, cumplir con la tarea de difundir toda la tramoya. Cuanto más tiempo pasaba más se reducían las posibilidades y las esperanzas iban menguando poco a poco.  Se usaron los diarios,  las radios, palomas mensajeras,  señales de humo,  mensajes enviados vía satélite al espacio y a toda zona de la tierra misma habida y por haber,  se hicieron cadenas de sms,  cadenas de mails e incluso avisos vía facebook y twitter.
            Pero un día se dieron cuenta de que ya no sabían qué estaban buscando,  que lo que los mantenía ocupados no era el deseo de encontrar algo sino  la búsqueda en si.  A lo mejor nunca habían perdido nada, se lo habían imaginado, todo era un plan de algún grupo superior para manipular, desestabilizar y/o apartar de ciertos asuntos importantes a la comunidad duendística.
            Y es que a veces es así,  a veces buscamos cosas que no sabemos qué son, o que siquiera sabemos si las hemos perdido.  Porque el valor de la acción está en el buscar y no en el encontrar.  Buscar es difícil,  encontrar mucho más fácil.  Uno puede encontrar cosas sin buscarlas y suele pasar muy a menudo.  Sin embargo uno puede buscar toda una vida algo y morir sin encontrarlo.
            Igual, por suerte, ese no es mi caso,  porque acabo de encontrar el mejor final para este breve relato. 

6 comentarios:

Carles dijo...

Precioso el cuento, en lo personal no me gustó mucho el final, no porque no fuera adecuado, que lo es, sino porque me gusta más que no se explique la metáfora sino que la interprete el lector, o no. No cambies nunca loco.

Dobleveo dijo...

El Editor busca activo para relación casual.

Nacho dijo...

Ta bueno bo. A tu manera, pero bueno.

Sinca Bellos dijo...

Ta bueno loco, concuerdo bastante e increiblemente con Carles ( y eso que estoy sobrio) pero me gusto al fin de cuentas no?

elCofre dijo...

Gracias a todos. Sí, es cierto lo pude haber obviado, pero no lo hice. (¿Qué aporté con este último comentario? Probablemente nada. Seguramente nada.)

Doble, no sé qué estás esperando, no lo comentes mucho porque te van a ganar de mano, mirá que hay mucha competencia por acá, cuando se te presenta una oportunidad aprovechala.

Lucho dijo...

Muy bueno loco, me hizo acordar al cuentito de los monos en la jaula con escalera, donde...ta no, es muy largo de contar
Muy bueno!!
Y preciosa la foto de la muchacha