martes, 24 de noviembre de 2009

Manual de cagadores (parte 2)

En nuestro último encuentro, les di lineamientos básicos para entrar al baño en casa ajena. Ahora que estamos adentro, les daré un breve resumen de los puntos a tener en cuenta.

Hay dos básicos: funcionamiento de la cisterna, y existencia de un caudal de papel higiénico acorde a lo que tengamos pensado producir, siempre con la previsión de imaginarnos el peor escenario.

Hay cuatro tipos de cisterna, surgidas de cruzar dos variables: fuerza de la corriente, y velocidad de llenado. Las mejores, naturalmente, son aquellas que arrastran todo a su paso, y que se llenan de un santiamén. Yo nunca vi una, pero dicen que las hay. En todo caso, conviene accionar la cisterna apenas uno ingresa al cubículo, para evitar largas y molestas esperas que motiven lo peor que podrían pasarnos: que el dueño de casa golpee la puerta preguntando "Toño, ¿está todo bien?". Además de comprobar las bondades del producto, tirar de la cadena al entrar, generará cierto sentimiento de culpa al que hubiere ingresado al tocador antes que usted, desviando la vista que usted supone centralizada en su micción.

En segundo término, conviene dimensionar la cantidad de papel higiénico existente, descartando de plano el uso del bidet (imagine la escena de abrir la puerta con los pantalones bajos, al grito de "Carlos, ¿podés cortar el agua que se me desarmó tu bidet?"

Papel higiénico hay de diferentes tipos, pero llegado el caso todos sirven, hasta el papel de estraza en el que envolvían las galletas de antaño, que según mi abuela es mucho más absorbente y -sobre todo- económico que el Higienol de doble hoja. Por eso, si hay por lo menos medio rollo, puede estar tranquilo. Y si hay un cuarto, puede que se las pueda ingeniar, con ciertas técnicas de limpiado sobre las que -nunca mejor dicho- ahondaremos en un próximo encuentro.

Hasta la vista.

21 comentarios:

Juan Domingo dijo...

Carajo...
Yo soy de los que no voy de cuerpo si no es en mi casa, pero no era por pudoroso, era por ignorante...
Ahora, sabiendo todo esto, me voy a dedicar a cagar cuanto baño ajeno se me cruce.
Repito: Este blog es Harvard.

Carles dijo...

Grande Dugui!

Tengo que decir algo, esto de exonerar el vientre en casa agena no es tan problemático. Me ha tocado tener que deponer al aire libre de forma intempestiva. Eso es difícil.

perezvila™ dijo...

PA... ESTA BRAVA ESTA COLUMNA EH...
igual bien vos dugui, con lo que te cuesta enganchar emprendimientos no te voy a dar para atras... pero... pa... QUE CAGADA...

Andrés Reyes dijo...

Yo creo que Dugui ha sabido hacer cosas peores. No descartes dedicarte a las series, ahora que el marto renunció.

El editor dijo...

Yo era de los que no cagab en casa ajena, fundamentalmente por mi mala relación con el papel higienico. Pero he descubierto, y disiento con dugui, que el bidet en casa ajena no es tan ordinario. Antes no lo usaba porque entendía que la tarea de secado era imposible, y no hablemos de usar la toalla común. Pero de existir un buen papel higienico en el baño, es posible que este cumpla la función del secado, y que por tanto podemos usar el bidet.

Digo esto porque realmente no puedo limpiarme con papel, necesito al menos un rollo, y siempre tengo la sensacion de que algo no quedo bien.

El editor dijo...

Otro tema a discutir es "ir de vientre en lugares en movimiento", onda omnibus, trenes o aviones. pienso sobretodo en lo ingrato de tener que atarvesar un rutas del sol desde el asiento 1 al fondo y volver a los 10 minutos, con una estela olorosa detrás, y con la certeza de que todos notaron tu ausencia.

El editor dijo...

Esta columna de dugui a mi me gusto mucho mas que la primera parte. Dedito pa arriba.

Juan Domingo dijo...

Para mi es absolutamente imposible cagar en un vehiculo en movimiento, el singular acto de descomer requiere de mi un mínimo de concentración que nunca puedo ni podré alcanzar sentado sobre un Walter Close que nunca está en el mismo lugar y ni hablar si cagando en un avion agarra un pozo de aire y quedamos sentados en el piso...

Ce dijo...

Para mi lo peor es cagar en baños como los de los estadios, algunas facultades o boliches en los que hay que estar parado. Todo un desafío que exige un posgrado para combinar el tener que mantener el equilibrio, evitar cagarse los pantalones y asegurarse que nadie abra la puerta.

El editor dijo...

Convengamos que nuestro cuerpo se mueve a iguales velocidades que el Water... de todas formas acuerdo con que a menos que uno vaya en un directo de usuahia a la quiaca vale la pena aguantar.

Pregunta ¿ya se colgo en plaza publica a los que pusieron puertas que no llegan hasta el piso en los baños publicos?

El editor dijo...

Ce, ¿te referís a las tasas turcas? Que invento del demonio...

Lostmakers dijo...

Lo que te faltaba Dugui !
Seguramente te habrás acordado de alguna noche de las luces limpiando el baño del McDonall´s de Ellauri.

Rafa dijo...

una que funciona es tirar la cadena en el medio de la descarga, va limpiando y sacando olores.
otra es abrir la canilla de la pileta para hacer ruido y enmascarar algun tipo de flatulencia indebida que alerte a la platea.
que todo sea para bien.

Ce dijo...

Exacto Edi, la tasa turca... horrible... Además, al menos en mi caso, la utilizo como último recurso (es decir cuando la cosa viene floja, liquidonga, aguachenta) así que la situación es más difícil de controlar aún.

Ce dijo...

Otra forma de enmascarar que queda bien en casas de amigos es abrir la ducha. Cuando uno sale genera cierto desconcierto y se convierte en el centro de la reunión.

El editor dijo...

La otra opción es cantar.

Pero reconozco que la mas efectiva sigue siendo abrir la canilla.

Carles dijo...

Cuando habilitaremos la opción: "Si ingeniero me eché un garque" o porque no " que garque que me estoy echando escribana, si supiera me envidiaría". Yo soy el primero en tener esa vergüenza estúpida. Un reconocimiento para Pancho Villa que entre tiro y tiro abrió el camino a la publicidad esactologica de yogures.

Duguijausser dijo...

Estoy muy feliz con las repercusiones de mi columna. Gracias a todos por el apoyo.

En mi escuela había tazas turcas de esas. Atravesé toda mi vida escolar sin poder defecar en esos agujeros del demoníacos. Y no por falta de ganas. Algo dentro de mi organismo me impedí comenzar el proceso. ¿Sería la pose? ¿Sería el miedo a errarle al agujero? No lo sé. Pero nunca pude.

Lo del bidet era por miedo a que no funcione. Conozco casas donde está ahí, como adorno, y si lo accionás el agua sale por cualquier lado y terminás enchastrando todo.

El editor dijo...

Para eso hay dos cosas a tener en cuenta. 1- La existencia de agua, o al menos humedades, en la parte interior del bidet. 2- La existencia de otros elementos intrusos en su parte concava. Por ejemplo, s hay una palangana, o una pelela, mejor no abrir sin preguntar. Ni hablemos si hay dos kilitos de tierra y un malvón.

Alvaro Fagalde dijo...

¡Qué fea experiencia cagar en los baños de la escuela!. Un homenaje a Aldo, el hermano menor de un compañero de clase que escribió su nombre con mierda en la pared del baño.

Juan Domingo dijo...

Brillante lo de Aldo, el arte es eso: o es arte o es mierda.