La alegría está en el aire

Si usted pone “Pepe González” en el Gúguel, seguramente le aparezcan imágenes como la de arriba, o la biografía de José “Pepe” González, un ilustrador medio cachondo español.

Pero si refina su búsqueda a las páginas de Uruguay, o busca en Youtube, seguramente le aparezca información y música de, para mí, la mejor banda instrumental uruguaya de los 90.

A mediados del 93, con Fernando Torrado, por aquel entonces, dueño de Clave de Fu, organizamos un ciclo de música instrumental, con algunas bandas que asomaban por aquellos tiempos: Los Lady Jones, La Mano,  Los Expedicionarios(Los Terapeutas sin Mandrake) y Pepe González, la banda integrada en aquel entonces, por los mellizos, Nicolás y Martín Ibarburu(guitarra y batería), Federico Righi(bajo), Gustavo Montemurro(teclados) y Nicolás Parrillo(percusión).

El nombre surgió como “homenaje” al amigo imaginario de Gastón, el hermano menor de los Ibarburu. Si bien la banda nació como quinteto, al poco tiempo se transformó en cuarteto, tras la salida de Parrillo. Eran, claramente, los más jóvenes de ese ciclo, y así y todo, les costó poco destacarse. Ya eran muy buenos músicos, eran jóvenes y preciosos botijas, eso ayudaba.  Pero tenían una gran contra: eran absolutamente irresponsables e impuntuales. Todos, menos Federico. A tal punto eran así, que eran capaces de organizar un ensayo en su propia sala de ensayo y olvidarse. O de cancelarte un show 48 horas antes, mientras jugábamos un partido de futbol, porque “tenemos un pique con Estramín”. Pero bien dicen que la música, es el arte de combinar los horarios de los músicos.

La gran diferencia de Pepe González  con otras bandas uruguayas del estilo, radicaba en que sus temas eran verdaderas canciones instrumentales. Esto es, temas relativamente cortos, sin solos interminables, y a los que perfectamente se les podría poner letra. De hecho, algunos de los temas de su primer disco, nacieron con letra. Luego se grabaron instrumentales.

Una vez, charlando con uno de esos típicos “sabelotodo”, de los que hay muchísimos en el ambiente de la música, me preguntó: “¿con quién estás trabajando ahora?”, yo le respondí: “Con Pepe González”. Y él: “¡Ah, canta bárbaro ese loco!”

Aire de Mi Ciudad-Faros

En vivo, los temas sonaban así, concretos. No sé usted, señor, señora, pero yo me pudro cuando en un tema me meten solo de bajo, de guitarra, de teclado, de batería, de todo, y se hacen interminables. Eso me pasaba con Los Pusilánimes, la banda de Hugo Fattoruso, que si bien era una selección de músicos de primer nivel, en vivo, a veces, se me hacía insufrible.                                 En cambio los temas de Pepe González tocados en vivo, sonaban  igual que en el disco.

                                                                      Polución Nocturna-Faros

En 1993, Pepe González  ganó el Premio Fabini Revelación, como mejor banda emergente de latin jazz y fusión. Y Nicolás Ibarburu, el mismo premio, como guitarrista. Al año siguiente, ya como cuarteto, la banda era requerida por cuanto  boliche de música en vivo había en la vuelta. Y los llenaban. Nunca imaginé, hasta ese momento, que a las chicas les gustara tanto la música instrumental. Con Pepe González conocí de cerca el fenómeno de las gruppies. ¡Era tremendo! Tanto era así, que en el invierno del 95, nos fuimos a Atlántida, a pre producir y ensayar el disco Faros, y una tarde, salimos a caminar rumbo a la playa y en una esquina, sentaditas en el cordón de la vereda, había un grupito de cuatro adolescentes a las que conocíamos de ver en todos los shows.  Por suerte, en eso eran muy prolijos, o ahora que lo pienso, por ahí no les gustaban, pero  les aseguro los muchachos se portaron precioso.

     Malibú con Fanta-Faros(un tema evidentemente compuesto para enamorar chiquilinas)

El disco Faros editado en el 96 por el sello Sondor, es para mí, una joyita de la música uruguaya. En él participaron, Ruben Rada, Nicolás Arnicho, Mariana Ingold y Tato Moraes, entre otros. Las sesiones de grabación, pero sobretodo la pre producción en Atlántida, fueron de las cosas más disfrutables que me tocó vivir.
Luego salió Febrero, su segundo disco, pero en mi opinión, ya no fue lo mismo. Ahí incluyeron canciones con letra, cantadas por ellos y algún invitado y, en buena medida, perdieron parte de su esencia.  La marca registrada que los caracterizaba. 
Es cierto también, que Faros llegó en el auge de la banda, fue un impacto por su estilo y por la juventud de los músicos. Y también es probable que mi opinión esté muy teñida de subjetividad, ya que Faros, lo siento en buena medida, como mío.
 De todas formas, en Febrero hay algunos temas imponentes, como “Estos uruguayos están majaretas”, “Highlander”, “Milonga del Pepe”, con Jaime Roos y una versión de Blumana de Ruben Rada, con El Negro en voz y trompeta, que mata.

Blumana - Febrero

Poco después, Pepe González dejó de existir como banda, entre otras cosas, por los innumerables compromisos de sus integrantes, con músicos como Jaime Roos, Rada, Mariana y Osvaldo, Fernando Cabrera, y Fito Páez, entre otros.
La idea de la vuelta está ahí, latente. Quién te dice...

"Todavía se recuerda cada nota, que la banda tocó

Todavía se respira la alegría, que en el aire quedó”

(Fragmento de “Cuentan” dedicado a OPA, del  disco Febrero)