¿En serio? ¿están todos muertos? ¡Uh!

José Pedro Varela - Gracias al escritor francés Víctor Hugo (que le dijo: Varela, dedíquese a otra cosa menos a hacer versos), tuvimos retratos en las escuelas y en los cuadernos, calle y plaza. El eco magisterial repite sempiternamente que Varela era más grande que Francescoli o el Pato Aguilera. Escuetamente, digamos que fungió a las órdenes del dictador Lorenzo Latorre (o Convención, como guste) y que su mérito consiste en haber creado un nuevo tipo de empleado que los estancieros y los grandes industriales demandaban al país. También fue el inventor del billete de 50 pei.

Lord Ponsomby - Gran charlatán y diplomático inglés del siglo XIX, cuando se aburrió de administrar la herencia que le dejó el viejo, se dedicó a colonizar tierras, generar estados tapones, frenar guerras y ayudar a generar otras, siempre para beneficio de la corona inglesa. Dicen por ahí que el Rey lo mandaba lo más lejos posible porque se quería empomar a una de sus amantes. Por estas tierras será recordado como el inventor de la Banda Oriental y responsable de iniciarnos como nación-puerto mamadera del extranjero, del comerciante gringo y del marinero koreano.

Servando Ruíz - Desde 1960 hasta el 2004 fue presentador del Teatro de Verano, antes artista vinculado al carnaval y al tango, todos los carnavaleros recordaremos su frase “para concorrrrsar” tanto como su último desfile en 18 de Julio en el cuál le sostenían la mano al saludar.

Eduardo Fabini - Compositor y músico nacido en Solís de Mataojo (el pueblito que cuando vas a Minas queda un poco antes y compras bizcochos), dicen que de los sonidos de la naturaleza sacaba su música, señal de que a principios de siglo las drogas ya hacían estrago en los artistas.

Paticiparon desinteresadamente en esta entrega: Klandestino, Fabián y Dobleveo. Usted puede hacer lo propio a través de figuritasbicentenario@gmail.com. Consustánciese con el sentimiento artiguista: toquetée a una prima y/o colabore con este emprendimiento.