Músicos de película

Frank Sinatra nunca tuvo Twitter. El propio Elvis le entró a cientos de féminas sin valerse de las herramientas dudosamente dignas que proporciona un Facebook. Promover a un artista, un álbum, o una canción, estaba a una distancia mucho mayor que dos clicks. La televisión, queridas amigas, todavía no se había masificado hasta estropear las vidas de todos los seres humanos de la Tierra. ¿Cómo, entonces, hacer conocer la vida y la obra de una figura más allá de su tierra de origen? Respuesta: el cine. Muy lejos y hace tiempo, antes que la televisión, los VHSs y los DVDs deformaran el concepto repartiendo cualquier porquería con fines marketineros, el séptimo arte cargó sobre sus hombros la noble misión de llevar, a tierras tan lejanas, miserables y desconocidas como las nuestras, imágenes de idolos por primera vez. De ahí en más, nuestros nobles músicos han participado en películas propias y ajenas, desde documentales hasta filmes de acción, para promoverse o simplemente despuntar el vicio. Pasaré por documentales y no pasaré, por si alguien lo nota, por simples filmaciones de recitales. Y asumanlón: todo lo mío empieza por algo beatle.

El propio afiche

A hard day's night: United Artists pensó un día que sería buen negocio firmar un contrato con los Beatles por tres películas, con el único propósito de generar tres bandas sonoras que lanzar al mercado. Pensaban, como tantos en 1963, que los Beatles eran un producto de desconocido período de extinción, y que más valía apurarse a sacarle jugo al ladrillo. Por esto, fueron a buscar al productor Walter Shenson, y este a su turno al director Richard Lester, quien ya había dirigido algunos cortos humorísticos con los que los Beatles simpatizaban. Para no echarse a las minas en contra, decidieron no incluir romance en la película, sino que retratarían, en forma satírica, un día en la vida de la banda. Para esto, pidieron al guionista, Alun Owen, que acompañara al grupo de gira, se empapara de su humor liverpoolense, y volviera con algo. El parecido entre "A Hard Day's Night" y los documentales que retratan la primera visita a Estados Unidos, es asombroso. Lleno de escenas de buen nivel humorístico, contiene también las primeras muestras de lo que luego conoceríamos como videoclips. Y, de paso, George se levantó a Pattie en el set de filmación, ya que ella era un extra en la película. Peliculón, del que por supuesto existe edición en todos los formatos, con escenas eliminadas, y también un documental "The making of 'A hard day's night'" de 1994 relatado por Phil Collins, donde se muestra la escena en la que éste participa siendo un alborotado liceal, que finalmente fuera quitada de la versión comercial. Highlight de la película: la introducción donde Harrison se entierra de cabeza, y el resto corre cagándose de risa del hecho.

Otras recomendaciones beatle: "Help!" (1965), "Magical Mystery Tour" (1967), "Yellow submarine" (1969), "Let it be" (1970), "Anthology" (1995), "The first U.S. visit" (2003).

No direction home: Bob Dylan – A Martin Scorsese picture: fabulosa, como casi todo lo que hace Scorsese relacionado a la música (y es mucho). Dylan relata en primera persona sus comienzos, desde su niñez hasta el descomunal despegue de 1966, alrededor de la época de "Blonde on blonde". Por supuesto, se trata el tema de su amada y odiada electrificación. La película es de 2005, y Dylan es retratado en entrevistas actuales para la ocasión, pero también en entrevistas de aquellos tiempos. Demuestra que nada cambió. Nos deja, además, una maravillosa banda sonora en la forma del volumen 7 de la “Bootleg Series”. Highlight de la película: todas las conferencias de prensa, y en especial la de San Francisco en diciembre de 1965. Desopilantes.

Otras recomendaciones: “Don’t look back” (1967), "The other side of the mirror: live at the Newport Folk Festival 1963-1965" (2007)

The last waltz: lo dije, no simples recitales. Y esto no es una contradicción: “El último vals” es el retrato espectacular del concierto de despedida de The Band. Decidido el grupo a poner fin a 16 notables años de carrera, durante la gestación del recital de despedida entendieron que “algo grande” se estaba armando, y fueron a buscar a Scorsese para retratarlo. Scorsese estaba filmando (creo que American Boy, o Toro Salvaje, una de las dos), y largó todo por lo que él describe como una “obsesión por la música”. Se verán, pues, los testimonios de los integrantes de la banda y el recital, entrelazados. Highlight de la película: las participaciones en vivo de los invitados, que van desde Ronnie Hawkins (con quien tocaron siendo The Hawks en su Canadá natal), Joni Mitchell, Muddy Waters, Neil Young, Dylan, Ringo, Clapton y Dr. John. Capaz que andaban tirados de amigos.

Nothing but the blues: ¿debería dejar de poner películas de Scorsese? No. Si bien originalmente fue pensado para televisión, y emitido en ese formato, finalmente vería lanzamiento este documental sobre la gira de Clapton del mismo nombre. En ella, como resulta obvio del título, solo se interpretan canciones del blues fundacional que promovió al Eric de la gente a volcarse al género (bluses en el entorno de la década del ’40). Fue, además, la gira promocional del discún “From the cradle”. En el habitual formato de entrevistas mezcladas con interpretaciones en vivo, Clapton repasa en primera persona los orígenes del blues, y particularmente retrata a todos sus guitar heroes, y tiene una particular habilidad para transmitir su sentimiento por el blues a través de sus palabras. Más de este sentimiento promovería a Clapton años después a lanzar “Me and Mr. Johnson”, con covers de Robert Johnson, y un DVD “Sessions for Robert J”, con las sesiones de grabación del disco. Highlights de la película: las entrevistas y/o interpretaciones de los cráses del blues, Jimmy Rogers, Buddy Guy, Big Bill Broonzy, BB King, Freddie King, etc. Y la interpretación del Eric de “I’m tore down” (listada como “Tore down”).

Edición especial de 2 discos

Festival Express: como reza la introducción de la película, en el verano de 1970 se realizaron una serie de festivales musicales por todo Canadá. La forma de trasladarse de las bandas participantes desde Toronto hasta Winnipeg, y luego Calgary, fue en tren privado. Seguramente la película no retrate de forma totalmente fiel lo que puede ocurrir en un vagón de tren ocupado por The Band, Delaney & Bonnie & Friends, los Grateful Dead, la Buddy Guy Blues Band, y la Janis. Ser franja verde, después de todo, no era su meta. Se mezclarán, pues, entrevistas a algunos involucrados como el promotor del Festival Express, con las interpretaciones de todas las bandas mencionadas (y algunas menores). Highlight de la película: la cara de vicio con la que la Janis miraba a Rick Danko en los ensayos en el vagón, haciendo dudar por un instante sobre ese lesbianismo que todos ya sabíamos.

Desde el sillón del acompañante de cierta sala de la Asociación Española, te decimos a vos, Scorsese: "Shine a light" es una cagada. Y te decimos a vos, TPLMP: gracias por la compañía. Y te decimos a vos, Gabriel: vamo' arriba que salimos.