domingo, 18 de diciembre de 2011

CUENTO: Así habló La Tortuga


Así habló La Tortuga

No es fácil ser una tortuga. La gente te mira, se ríe un poco y se va. No te voy a mentir, alguno se enternece, algún que otro niño chico te mira y te sonríe y eso, para uno que trabaja acá en la casa de los reptiles hace años es reconfortante. Pero en realidad, es jodido nuestro laburo. No tanto por la parte física, no se nos exige mucho, estamos acá dando vueltas, te dejan dormir cuando querés, te dan buena lechuga y te bañan cada tanto, la jaula siempre limpita, fenómeno. Pero lo psicológico es bravo, vos lo ves al león y fah, qué salado el león, lo ves al buitre ese de la jaula del fondo que simpre está parado, duro, con las alas abiertas y guau, la vez a la jirafa y todos los nenes como locos dándole bolsas de nylon y pah, el elefante también ¡cómo lo quieren al elefante!

¿Y qué queda para uno? Uno que está acá, que se gana el día a día. Pasa que claro la tenés a la boa constrictor al lado y vos no sos nadie. Claro, ¿quién le va a dar bola a la pobre tortuga que está ahí, carece de gracia y no puede dar nada especial? A veces me dicen, colegas que viven en casas particulares que la pasan bien de bien. Sí, sí, me comunico por ellos por Factbook, tenemos wifi acá en el zoológico. Y claro, porque los que viven en casas fueron elegidos por alguien que vive ahí, alguien quiso tenerlos. No como uno que vive acá, entre las fieras y se ve disminuido primero como ser vivo que es, y después como padre de familia. Porque yo tengo dos hijos, ¿sabés? ¿Y te parece que les hace gracia ver como la gente se ríe o ignora al padre? ¿Cómo lucho yo contra eso, eh?

Es por eso que los llamé a ustedes, aproveché, porque yo se que estamos en una época del año medio brava para conseguir noticias y que las notas de color se multiplican como conejos… Ah, los conejos también, todas las nenas y las minitas ahí “ah, qué liiiiiindo” ¿Y para el tortu acá? ¿No hay nada de cariño?

Vos me entendés, Nano, yo sé cómo das vos las noticias te vemos acá todas las noches, y se que te tomás tu tiempo para hablar, que hablás pausado y tranquilo… Y yo también, a mi me tratan de lento. ¡Lento las pelotas! Yo medito, pienso muy bien las cosas antes de hacerlas, no voy a andar a las apuradas, si nadie me apura.
Por eso hago este reclamo, como sindicalista que soy del gremio de la tortuga. Queremos que la gente de bien estar animal, haga algo. No sé, atención psicológica, algún subsidio por enfermedad, algo.
No, gracias a vos, por darme este espacio. Mandale un saludo a Blanca y decile a Jorge que no me comente tanto las noticias que se está poniendo parte del público en contra…

¿Y esto? ¿Las cámaras? ¿No hay nadie? ¿Por qué apagaron la luz? ¿Se fueron todos? ¿Cómo decís, Juancho? ¿que estuvieron un rato y se fueron porque no contestaba? Será de diós, a uno no le dejan tomarse su tiempo para contestar, qué vertiginosos los medios hoy en día. Así está la sociedad, después se quejan.

4 comentarios:

Vesubio dijo...

durísssimo testimonio.
qué decir. estoy conmovida.

tiene dos hijos, loco. fffffs

NicoK dijo...

Lo leí

elCofre dijo...

Yo también, cuando terminé de escribirlo. Para ver si mantenía una mínima coherencia.

pipicui dijo...

Ah... Había que leerlo?