CROSSOVER
Si bien el término crossover
refiere al traspaso, paso, cruce, movimiento, etc. de canciones de un chart a
otro (pudiendo ser este traspaso del R&B
al Mainstream Pop o del C&W al R&B o del Mainstream Pop
a cualquiera de los dos anteriores y así con todas las combinaciones posibles),
lo que nos convoca en la emergencia es precisamente el traspaso de aquellas
canciones que pertenecientes al mundo del R&B
lograron atravesar las barreras culturales y musicales para establecerse en el Mainstream Pop, marcando un mojón en la
música norteamericana.
Para muestra hace falta un
chart
Para 1950 una de cada diez
canciones que alcanzaban el éxito en los charts de R&B lograba cierta repercusión en los charts del Mainstream pop. Era más o menos como
venir de jugar en la B con Miramar Misiones y pegar el pase al Barça o la Juve.
Cinco años después este número se había triplicado y casi diez años más tarde
los hits del R&B sufrían el mismo éxito en los charts del mainstream en una relación de nueve de
cada diez, o sea, era como si el plantel completo del elenco cebrita pasara a
formar filas en el combinado culé.
Pero estos traspasos no eran
necesariamente de canciones, por lo que es preciso hacer una pequeña disgregación
entre traspaso de grabaciones (Crossover
records) y traspaso canciones propiamente dichas (Crossover songs).
Crossover records: eran aquellas canciones que pasaban de un chart
(pongamos por caso C&W) a otro
chart (digamos Mainstream Pop) sin
sufrir modificación alguna. Mismo intérprete, misma letra, misma música y por
ende misma grabación.
Crossover songs: eran aquellas canciones que pasaban de un chart
(digamos R&B) a otro chart
(pongamos por caso Mainstream Pop) pero interpretada por otro
artista -probablemente perteneciente a ese nuevo nicho musical-. En más de una
oportunidad con variaciones en su letra por todo aquello del contenido explícito
de las mismas y todo lo otro de cuidar la moral que tenían los consumidores del
Mainstream. A estas versiones se las
llama covers.
Hecha la aclaración, decirle que
si usted era un artista de color y su canción llegaba al Mainstream era poco probable que estuviera en Mar del Plata bailando
en una pata junto a Palito Ortega: primero porque seguramente usted no se iba a
querer relacionar con Palito Ortega. Segundo porque Mar del Plata es un lugar
horrible para vacacionar y usted, a no ser que fuera una persona de muy mal
gusto, no elegiría nunca esa locación. Y en tercer lugar porque, si en
definitiva usted sí resultaba ser una persona que no se quería ni un poco y elegía
Mar del Plata como destino turístico, no contaría con los fondos suficientes
para viajar hasta allí.
¿Pero cómo? -Preguntará usted desde su casa claramente alterado.- ¡Si acababa de dar el golpe de gracia! ¡Me
tengo que haber hecho rico! Bueno, no. Lamento informarle que su canción luego
de haber arrasado con todos los charts habidos y por haber del R&B fue tomada por un muchachito de
una pulcra tez blanca y re versionada por dicho muchachito, lavado de cara
mediante. ¡Aro, aro, aro! ¡No se me retobe desde el otro lado del ordenador compañero!
Deje quieto ese martillo que la pantalla del monitor no tiene nada que ver en
esto. Además, no todo fue culpa de este marketineramente blanco muchachito. El
cual, es verdad, engrosó su cuenta en el banco y ahora vacaciona junto a dos
bellas chicas en las hermosas costas de Hawaii tomando un Martini y todo
gracias al cover que hizo de la
canción que usted creó. Usted también hizo su parte al entregarle todos los derechos
existentes sobre su canción a la compañía discográfica de turno.
¿Y todo a cambio de qué? Se
preguntará usted claramente abatido recostado en el sillón de su hogar. Porque
algo a cambio tiene que haber sacado de todo esto, más allá de los aplausos
recibidos obvio, que a fin de cuentas son el verdadero salario del artista
(aplausos que por otra parte solo iban a desprenderse de las palmas de sus
pares negros porque usted no se iba a hacer conocer en el mainstream). Bueno, déjeme comentarle que a cambio usted recibió 50
dólares, un billete de tranvía solo ida, una lapicera Bic que había sobre el
escritorio al momento de usted firmar el contrato y con la cual firmó el mismo,
un mazo amarillo fluorescente de post-it y dos fichas para la máquina
expendedora de café que el dueño de la discográfica tenía en el bolsillo del
pantalón al momento de alcanzarle el contrato.
...no lo suspenda que esto esta divino!
Fats Domino, Jerry Lee Lewis, James Brown, B. B. King, Ray Charles & Co. - (1989)
¡Deje ese martillo en el lugar
hombre! Sus genitales tampoco tienen la culpa. Además usted no sabía lo que iba
a pasar con su canción al momento de firmar el contrato y tenía una familia que
mantener. Apostó a ganador. ¿¡Qué se le va a hacer!? Además, la plata tarde o
temprano trae problemas. Mejor Así.
Si bien muchos de los artistas del
R&B se sintieron vejados en
reiteración real por las discográficas y los intérpretes de sus canciones, puesto
que éstos últimos hacían la diferencia económica a costa de la creatividad de
los primeros. Y por su parte las discográficas y los intérpretes alegaban que
las versiones eran necesarias porque las canciones originales contenían
material explícito para ser transmitidas en las radios del Mainstream pop. Lo cierto es que a partir de 1955 la masificación
de estos crossover generan un punto
de inflexión fundamental para lo que sería, ya sí, el definitivo arribo del Rock and Roll.
LOS PRIMEROS ROCKnROLLAS EN CRUZAR
Proveniente de New Orleans, Antoine Dominique “Fats”
Domino parecía gustarle al público blanco. No sabemos bien por qué. Tal vez
fuese su pinta de gordito bonachón, tal vez fuese su simpatía, su apariencia de tipo amigable o sus claras
influencias country que lo acercaban más al paladar auditivo -si se me permite
el oxímoron y si no también- de los blancos, no lo sabemos. Lo cierto es que
caía bien y probablemente esto lo ayudó a romper las barreras y arribar al Mainstream Pop.
Fats Domino - "The Fat Man" (1949)
Fats Domino - "Ain´t It A Shame" (1955)
Originario de Saint Louis, Chicago, Charles Edward Anderson
Berry más conocido como Chuck también era un gran fan de la música country. Al
igual que Fats Domino posiblemente sus influencias musicales también lo llevaron
a traspasar los charts.
Chuck Berry - "Reelin`and Rockin`" (1958)
Pero también puede haber colaborado, por ejemplo, que en
los créditos de composición de “Maybelline”
de 1955, uno de los temas más famosos de Chuck Berry, apareciera la fórmula Chess/Freed/Berry.
Ahora, ¿cuándo Leonard Chess, cofundador de Chess Records y Alan Freed, el
famoso Dj del que tanto hemos
hablado, se sentaron a componer una canción junto a Chuck Berry? La respuesta
es muy sencilla: nunca. El asunto es que al figurar como compositores estos
señores embolsaban un pesito por cada vez que la canción se emitía en la radio
y hablamos de un Dj que pasa música
en la radio, y un productor que te puede hacer entrar al mundo del mainstream -guiño, guiño- no sé si me entiende…
Chuck Berry & Etta James - "Rock and Roll Music" (1986)
Chuck Berry - "Sweet Little Sixteen" (1958)
Richard Wayne Penniman, también conocido como Little Richard,
nacido en Macon, Georgia, fue otro que supo cruzar de un chart a otro.
Extravagante como él solo, gritón, carismático y dicharachero como pocos, supo
cautivar al mercado del Mainstream Pop
con su maquillaje, sus ropas y su sonrisa.
Maybelline de New York
Según palabras de Chuck la
canción “Maybelline” habría estado
inspirada en una historia que involucra a un niño y a una vaca. Como pensamos
que nada bueno puede salir de allí preferimos quedarnos con la versión dada por
Leonard Chess que en su momento habría dicho que Chuck se inspiró en su propio
box-set de maquillaje perteneciente a la reconocida marca con sede en la ciudad
de New York.
Chuck Berry - "Maybelline" (1955)
Una colina de arándanos para el
gordo dominó
Curiosamente la canción “Blueberry Hill” que le trajo tanto éxito
a Fats Domino primero en los charts de R&B
y luego en los charts del Mainstream,
no pertenecía al mundo del R&B.
Ya en los años ´40 dicha canción se había convertido en un hit de la mano de la Glen Miller Orchestra, una Big Band perteneciente al mundo del Mainstream. Claramente el Fats Domino la
reflotó y le sacó todo el jugo que pudo. Bien por él.
Fats Domino - "Blueberry Hill" (1989)
Todas las frutas
A-womp-bomp-a-loom-op-a-womp-bam-boom Tutti Frutti, versa en su
primera estrofa la canción que llevaría a la fama al “Pequeño” Ricardo. Primero
siendo un golpe (hit), llegando al
puesto número 2 de los charts de R&B
para luego hacer lo propio en los charts del mainstream Pop, cosechando un decoroso puesto 17. Con la misma
fortuna corrió el amigo Carlos Eugenio “Pat” Boone que haría una versión mucho
más lavada de dicha canción y llegaría al puesto número 12 de los charts del Mainstream Pop.
Little Richard - "Tutti Frutti" (1955)
Pat Boone - "Tutti Frutti (pija)" (1957)
12 comentarios:
Bien Evil, bien vos.
El tipo laburo y eso se valora: escribió un párrafo entero para meter la palabra oximoron.
Me dieron ganas de escuchar "Tutti frutti" y sacar a bailar a una tía veterana, si es posible en un cumpleaños de quince.
Y apretarla.
Falta mucho pa los 90's?
No ta olvides de Los Mockers! Gracias.
Los Mockers están sobrevalorados
Kurco: vos querrás decir los Rolling Stones...
Floyd: vos querrás decir los Rolling Stones...
Para los `90 falntan 45 años aprox.
temazo pa mover las tabas,el tutti frutti!!
No sé si están sobrevalorados, a mí mencantan, son gustos vió?. También tenemos a Los Shakers que tienen buenas canciones, Astroboy, Orange y 4no1 (For no one) una banda de punkrock que hace tiempo no está pero tiene 2 discos preciosos (sobre todo el primero).
El tutti frutti de Pat Boone es para martillarse las pelotas.
Publicar un comentario