Salada la canchita: ese cine reo británico...

Mucha gente reniega del cine inglés todo -entre ellos el genial y loquísimo francés Jean-Luc Godard y mi finado amigo, no menos genial y bastante arbitrario en gustos, Ronny Melzer- porque consideran que sólo hacen películas de mansiones, mayordomos, clases sociales enfrentadas y mucho vestuario fino, por no hablar de algún duque o uno que otro lord. Sin embargo, y pese a que ese tipo de cine tiene muchos ejemplos valiosos, hay otra rama británica que se ocupa de gente que anda igual que uno o peor, lo cual ya es bastante decir.


Inédita por acá, no sé por qué, The acid house (1998) fue un éxito en las islas y no me extraña nada. Con un humor muy particular, este film dividido en tres historias dirigido por el escocés Paul McGuigan -que no la volvió a pegar- es altamente recomendable y está muy originalmente narrado. 

En realidad, se puede prescindir perfectamente del segmento del medio pero el primero (con ese gordito perdedor en todo) y el último (con una transferencia de cerebros entre un bebé y un choborra) son muy disfrutables. El chiste del bebé que reconoce al insecto aún me hace reir. 

Salada la canchita -una columna que se droga poco pero que no es del todo prolija- trae con subtitulos pa la gilada que no habla lunfardo británico, una película ideal para ver un viernes de noche con muzzarella, cerveza y algún amigo/a de dudosa moral.

-I'm Coco Bryce and i'm fan of Hibernians...

2 Y.E.T.P.A.P. 2
+ Eli Wallach Se murió con noventa y tantos, pero al parecer no están adelantando sueldos allá en los Iunaited Eisteits para que te jubilés antes de tiempo porque el viejito seguía laburando mientras le durara la salud. No le duró más. Medio fulero de cara, solvente como actor, era de esos tipos que parecía condenado a no ser nunca un héroe de acción pero se las arregló bastante bien.

Comenzó a hacerse conocido con la sexualmente escandalosa "Baby doll" en 1956 -que ahora no asusta ni a un nene de 5 años- y después apareció en "Los siete magníficos", "El padrino III", "Río místico" y tantas otras. Pero el papel más conocido fue, por cierto, el del "feo" en "El bueno, el malo y el feo" (1966), el excelente western realizado por Sergio Leone junto a Clint Eastwood y Lee Van Cleef. Esa por entonces inédita -y poco frecuente aún hoy, la verdad- ambigüedad entre la bondad y maldad de los personajes, a pesar del título, calzaba como un guante con las intenciones revisionistas del Leone de la gente. Un actor siempre confiable, lo que no es poco.

+ Paul Mazursky Otro judío cineasta que marcha en estos días. Actor, pero más recordado como director, Mazursky debutó con "Bob, Carol, Ted y Alice"en 1969 en épocas que esos entreveros de parejas no eran tan comunes como ahora. 

Después de ese suceso -otro que debutó con escándalos- su carrera incluyó de todo entre "Harry y Tonto" (1974), bruto éxito allá pero no acá; la muy sensible "Una mujer descasada" (1978) con una excelente Jill Clayburgh; la inteligente "Enemigos, una historia de amor" (1990) y varios fracasos comerciales. Un tipo interesante, culto pero que nunca logró hacer "la" película, vaya uno a saber por qué.

MIRÁ QUE ESCENA, GIL
Estrenada como "Los siete sospechosos", "Clue" (1985) pasó sin pena ni gloria por nuestras pantallas. Adaptación de un juego de mesa, muy parecido a esas intrigas que gustaba pergeñar Agatha Christie, es bastante graciosa pese al trailer que incluímos acá abajo, que sugiere lo contrario. En un momento aparece- naturalmente- un cadáver en esa mansión, pero al poco rato desaparece del lugar donde yacía. Alguien teme que el fiambre haya retornado de la muerte pero una veterana madama -actuada por una escotadísima Lesley Ann Warren- no lo cree. Cuando el asustado le pregunta si no cree en la vida después de la muerte, la trola le replica:

-La vida después de la muerte es tan imposible como el sexo después del matrimonio...