Ni ajedrez ni ruleta

Nacional marchó, Peñarol empató. Ambos salieron de visitantes de verdad, jugando en la cancha del rival como se hace regularmente en el resto del planeta.A partir de ahora las super stars del periodismo futbolístico nativo van a sacar conclusiones inapelables que se van a tener que introducir en algún lugar namusesco cuando en la próxima salida alguno de ellos golee, pongamos por ejemplo, a Bella Vista en el Nasazzi.


El problema mayor del fútbol uruguayo no es Maracaná, Figueredo ni Tenfield, sino que no haya equipos profesionales de Primera División que convoquen. digamos, 5000 personas de promedio en sus partidos. Mientras esto siga así, no sólo no tendremos un campeonato que dé un gusto mínimo de ver -además, de que al ir a una cancha estás arriesgando a que te partan el marote de una- sino que no habrá equipos en serio con ingresos económicos legítimos, porque no hay plata que ingrese ni por entradas ni por mensualidades de socios. El día que explote la burbuja financiera de la gran T, terminarán jugando los dos grandes, Defensor Sporting y el Palermo no sé cuanto de Colonia.

Usted me dirá que siempre ha sido así y los uruguayos somos (bah, yo no) manyas o bolsos. Bueno, pero si todas las transmisiones y todas las promociones económicas (y casi toda la guita de la TV) siguen yendo para esos dos, la cosa va a estar cada vez peor. También le contestaré que en este mismo territorio, el basquetbol tiene excelentemente repartidas sus hinchadas y, yendo menos gente, es cierto, todo partido medianamente atractivo tiene un buen marco de público en AMBOS rivales. Algo mucho mejor que un Progreso-Peñarol donde con la mitad del anillo de abajo de la América alcanza y sobra para albergar a la parcialidad del cuadro chico.

La imagen central es el resultado de un trabajo científico de años realizado por connotados especialistas de la Universidad Complutense de Madrid. Usted, joven un poco delicadito, si quiere comprobar definitivamente si a usted le chifla el tujes, vea la imagen y me cuenta. 

 Esta semana terminamos con el desfile de tapas de discos que no se pueden creer. Me tomé el trabajo de entrar en otra página y me encontré con cosas como éstas. Ese cartero sentado sobre paja en una actitud no demasiado varonil da para el chiste fácil. ¿Quién puede haber comprado esa bosta?. La segunda tapa es para que ese señor apodado El Editor -entre otros apelativos que le cabrían- ya no se sienta tan solo con su travesaña afición por ponerse la pollerita de ballet.

Párrafo aparte merecen las tapas zoofílicas. "Canciones para perros putos" es una propuesta musical novedosa, para no decir otra cosa. En cambio andar chuponeando con el Bobby, ya me parece demasiado. Hasta a mí.

LINDO TÍTULO PARA UN LIBRO QUE NO VOY A ESCRIBIR

El ajedrez -cuidate, Pipi, que sos boleta- es denominado el juego ciencia. Es el mejor ejemplo que conozco de competición donde no tiene nada que ver el azar (un saludo para ella, en el caso en que realmente fuera una mujer). No vamos a explicar sus reglas, porque no es el motivo y esto es una columna de fútbol -generalmente- pero como ningún otro juego, incluyendo los similares de fichas, gana el que juega mejor que el otro. No hay suerte que influya en el resultado, ni rebote ni viento ni altura que influya en la pelota ni casualidad alguna.

Por el contrario -y uno supone que no hay necesidad de explicarlo- el azar lo es todo en los juegos del mismo. Aunque haya quien haga complicadísimos cálculos de probabilidades estadísticas para adivinar qué mierda de número va a salir en la siguiente bola, no hay ninguna otra razón que la suerte para embocarle o no en la ruleta. O en la quiniela, la lotería o el 5 de oro, bah. Dejemos de lado cuando los colombianos compran números para rifas de autos, nadie puede explicar que un a táctica determinada haga que salga tan seguido el 3 los días de San Como.

Bueno, quien esto escribe postula que el fútbol es -más o menos, tampoco la pavada, un término medio entre ajedrez y ruleta. Bastante más en el medio que otras disciplinas deportivas como el basquet, el rugby o el voleibol, donde si bien la suerte ayuda y puede definir un partido, siempre gana el que mejor juega. Y si el tanteador es parejo, es porque, sencillamente, el partido fue parejo.

Por decirlo de otra manera, podrá jugar Olimpia contra los Miami Heats reforzados con Kobe Bryant y Galeano les podrá meter un triple casi sin mirar después de que Lebron James se coma flor de amague, pero todos sabemos que, inevitablemente, los de la NBA van a encontrar 500 formas de embocar más que las gloriosas alas rojas. ¿Porque tienen más suerte, o más huevos?. No, porque juegan mejor. O le podrá rebotar una ovalada en el culo a un Tero y convertir un try contra los All Blacks, pero en 80 minutos los neocelandeses te la van a meter por todos lados.

Habría que tener en cuenta cuando se buscan las razones -en fútbol- por las que un cuadro le gana a otro -especialmente, cuando el resultado es sorpresivo- que un partido se puede definir por un solo tanto, el cual se puede meter por un par de rebotes afortunados, o por un penal mal cobrado o por un tipo que quiso meter un centro para sacarse la pelota de arriba y la clavó en un ángulo.   

¿QUERÉS VER UNA CABEZA PELADA?

Inauguraron una estatua que conmemora el cabezado de Zidane a Materazzi. Gente que está al pedo, seguramente. Lo curioso es que lo hicieron los franceses y no los italianos, los únicos favorecidos con la biaraza otoñal del argelino. Arte comprometido con la realidad, que le dicen.

Otros temas que podrían ser inmortalizados en bronce, en mármol o en algún material de origen intestinal podrían ser: la despeinada del hoy danubiano "Pato" Sosa a Cristiano Ronaldo, la piña del porteño aquel a Edmundo, Rivaldo haciéndose el golpeado en la cara por una pelotita que le pegó en el tobillo, el limonazo de Venancio, Nelson Gutiérrez ahorcando a un belga o el dedazo posteriormente chupado del novio de Cris Namus.  

ESTAMOS CONTIGO, CRIS
No voy a poner que estamos atrás tuyo ni que contés con estos cinco dedos. Pero una columna como ésta no puede dejar de comentar un video sexual. ¡Qué cosita!, todos nos tiramos de cabeza para ver a la ¿ex? boxeadora haciendo una mema o dejándose toquetear algunos orificios. En realidad, no estaba haciendo nada anormal de esos que tod@ hij@ de vecino no se manda cada vez que puede. El tema que alguien poco hombre -¿otra vez la historia del celular robado?- aprovechó que era una famosa y todo el mundo quiso ver el ass de la Namus.

Eso sí, el sexo oral no es lo tuyo, realmente.