Un clásico que se renueva

(No sabemos mucho de Bonzo, salvo que es amigo de Alf, no muy alto, y poseedor de un amor propio a toda prueba. El tema es que el hombre pretende ejercer la continuidad de la no tan recordada columna de Alf. En un primer momento, y dado que el hombre nos manifestó no de muy buena manera que no tiene intención alguna de comentar en nuestro blog, nos pareció atinado decirle que no. Pero luego, con la claridad mental que solo el tiempo puede darnos, hemos decidido darle una oportunidad. Como siempre, el destino está en manos del pueblo, vía porongaverage).

Ubíquese en un Palacio Peñarol colmado, desbordado, explotado, levantando 45°C por la aglomeración y la pasión que se respira, más gente que en una pelea de Cris “fiasquetti” Namús, o que partido entre Cerrito y Rentistas. Presentador de lujo para la pelea…

Michael Buffer: Buenas noches damas y caballeros. Bienvenidos al recinto que albergará el espectáculo dónde presenciaremos el evento más esperado del año, una pelea épica, la batalla del hombre contra la naturaleza. ¿Están listos Montevideoooooooooooo? Pasemos a la presentación de los púgiles.

En la esquina azul, quién desafía al campeón vigente. Nacido en Montevideo un 10 de Diciembre de 1986, con un cuarto de siglo sobre las espaldas, 168 centímetros de estatura, 61 kilogramos de peso flácido, con trajín de mundo, una larga lista de ideales irrealizable, así como una lengua larga que termina en la punta de sus dedos: ¡¡¡Boooooooooooooooonzo!!!! Es el bravo representante peso Welter Junior que ha elegido Uruguay para afrontar esta pelea en el año del fin del mundo. Un científico social (verso, es para agrandar la farsa de estar licenciado de economista) apasionado por el conocimiento y  la música más no tanto por el deporte si no involucra practicarlo, por más que se sabe carbonero. Bonzo, un luchador que jamás dejará que su estado de ánimo se vea afectado por lo que pueden hacer 11 pelotudos adentro de una cancha de fútbol dónde él no tiene incidencia, uno que disputa sus propios partidos y peleas.

En la esquina opuesta, vemos en el rincón rojo al temible e invicto adversario del retador. Un púgil que no ha encontrado la más mínima resistencia por parte de los miles de millones de combatientes que ha enfrentado en el pasado, a quienes en términos de Julio Ríos se ha fagocitado hasta transformarlos en humus, los ha hecho caquita. El representante de los astros, el campeón terrenal, nacido en una explosión cósmica hace 4550 millones de años, con una longitud meridional de 40.078 km, representante de los pesos pesados con una masa  de 5.9736×10²⁴ kg, señoras y señores, con ustedes: ¡¡¡El Mundoooooooooooooooooooooooooo!!!!

(Se saca la bata asisitido por la sensual y chupamedias Luna que siempre lo merodea y lo sigue a través de tiempo y espacio).

Michael en off: Pará, pará… ¡Roque! Dame la canción de Rocky, si esa, “El ojo del tigre”, que voy a llamar a los muchachos para el saludo en el centro del ring, así le ponemos una cuotita de drama al asunto. ¿Te parece?

Bueno, ahora sí, ahora está mejor.

Michael Buffer: Acérquense los combatientes. Puños al centro para el saludo. Sepárense.

Ahora sí. Señoras y señores, el momento que tanto hemos esperado. ¿Están preparados para la acción? Entonces:

Let’s Get Ready to Ruuuuuuuuuumbleeeeeeeeeee!!!!