jueves, 5 de abril de 2012

Olvidando al Milton


Por si no se percató, estamos en abril, lo que quiere decir que en unos pocos meses la selección celeste volverá a las lides olímpicas 84 años después, a defender el invicto que tanto le costó mantener a hombres como Scarone, Nasazzi, Andrade, Petrone, Mazzali, Romano, Cea y el Tito Borjas. Lo que de alguna manera nos invita a recorrer la rica historia del deporte rey en los juegos del barón Pierre de Coubertin, que sería medio facho y racista, pero que la pegó.


1908, Londres: Reino Unido campeón. Es obvio que a los de aquel país les fuera mejor en los Juegos Olímpicos que en los Mundiales, porque en los primeros participan todos juntos mientras que en los Mundiales juegan ingleses por un lado, escoceses por el otro, gales por allá, irlandeses del norte por acá. Se creyeron vivos para meter 4 equipos en los Mundiales, pero rara vez meten más de 2, y se perdieron de tener al Ryan “of the people” Giggs jugando de puntero bien pegadito a la raya.



1912, Estocolmo: Reino Unido campeón. Ojo que hasta acá solo jugaban selecciones europeas, así que mucha gracia no tenía. Como cuatro años antes, Dinamarca su subcampeón, con participación del abuelo de Lerby. 


1920, Amberes: Bélgica campeón. Con gol del tío abuelo de Vicenzo Scifó, superando a España en la final. Curioso: en los tres certámenes mencionados, Holanda se llevó el bronce, pues por algo los holandeses son de defeccionar desde lo anímico en las que duelen. Apareció el primer combinado no europeo: el poderoso Egipto, que tenía un camello de lateral derecho que no andaba nada mal (en el Nacional del Muñe era titular indiscutido). El torneo de 1920 fue reconocido como Copa del Mundo por la FIFA, lo que hace los belgas sean los primeros campeones del mundo según Sergio Gorzy, dato que allá en Lieja no están preocupados en conocer.



1924, París: Uruguay campeón. Parece que los yugoslavos se cagaban de la risa de los celestes cuando los veían entrenar a los nuestros, que para confundirlos se habían puesto los zapatos al revés. “Menos te vas a reír cuando te cagues a bombazos con tu vecino croata”, le tiró Petrone al arquero serbio. Lo cierto es que les metimos 7. En octavos fueron 3 para los estadounidenses (su presidente era Calvin Coolidge, de cuya existencia no teníamos noticia hasta hace unos segundos), en cuartos 5 a 1 a los franchute, en semifinales 2 a 1 a Holanda (lo dicho, 50 años antes de Cruyff no fueron rival) y 3 a 0 en la final a los suizos. Uruguay formó con Mazzali; Nasazzi y Arispe; Andrade, Vidal y Ghierra; Urdinarán, Scarone, Petrone, Cea y Romano. Casi todos bolsos y sin jugadores de Peñarol, porque por esos años se habían enojado por un penal mal cobrado por Larrionda, y habían formado una asociación aparte. ¿Se imagina dos campeonatos uruguayos, con dos Tenfields? Precioso. Perucho Petrone fue el máximo goleador del torneo, con 7 dianas.
 


1928, Ámsterdam: Uruguay campeón. Los argentinos siempre fueron “culo veo, culo quiero”, así que se fueron a Holanda a querer quedarse con nuestra medallita, con chajá y todo. Una Holanda a la que eliminamos de movida, 2 a 0, como para que siguieran acumulando bronca los pobres tulipanes. Posteriormente, y porque nos agarraron medio dormidos, les ganamos solo 4 a 1 a los alemanes. En semifinales medio que nos cagamos con los italianos, pero les ganamos 3 a 2. Y en la final ante nuestros hermanos rioplatenses (que habían metido 23 goles en 3 partidos), primero empatamos 1 a 1 y luego les ganamos 2 a 1 con el gol de Scarone, previo “tuya Héctor” del Tito Borjas. El máximo scorer del certamen fue un argentino con apellido italiano, como todo buen futbolista de aquel país.



1936, Berlín: Italia campeón. En 1932 los Juegos Olímpicos se disputaron en Saint Louis (versión yankee de San Luis, pero sin el Timón), pero como no encontraron ninguna pelota de fútbol en los negocios de la zona, no se compitió en fóbal. En 1936, el propio Adolfo se montó los propios juegos, buscando demostrarle al mundo (y particularmente a Julio Ríos) que con jugadores blanquitos y rubios se puede llegar más lejos que con negros. Pero curiosamente, Noruega le ganó 2 a 0 a Alemania y la dejó afuera, ante un Adolfo que –suponemos– puteaba al línea. Igual se comenta que Hitler hinchaba por Austria, que había eliminado a los peruanos de forma poco seria: los incaicos ganaron 4 a 2 (encima les anularon 3 goles), pero los austríacos exigieron revancha, alegando vaya a saber uno qué. La FIFA favoreció a los europeos, obvio. En la final, los de Benito derrotaron 2 a 1 a los austríacos, y el fachaje quedó contento.

 

1948, Londres: Suecia campeón. Resulta curioso analizar el nombre de algunos combinados que se dieron cita en los Juegos Olímpicos previos a Maracaná: Afganistán, China Taipei, y Luxemburgo, antes de cambiar su nombre a Vanderlei. Los ingleses ya comenzaban a dar pena, y se quedaban sin medallero. El oro quedó en manos de Suecia, al superar en la final a Yugoslavia.

 

1952, Helsinki: Hungría campeón. Ese año comenzó a jugarse con selecciones amateurs, lo que nos obligó a dedicarnos al básquetbol, para así darle por fin nombre a una de las tribunas del desaparecido Cilindro. Igual, andá a pedir un recibo de BPS en la Hungría de esos años. Por ende, con la base del seleccionado que nos sacaría el invicto en Copa del Mundo dos años después, Hungría se quedó con el oro tras derrotar nuevamente a los yugoslavos, que habían eliminado a la URSS.

 

1956, Melbourne: Unión Soviética campeón. Los rusos, que no se comían ninguna, vieron que en Estados Unidos seguían sin poder diferenciar un outball de un touch down, así que mandaron un poderoso combinado a los primeros juegos olímpicos celebrados en suelo australiano. Mientras los yankees se comían 9 ante los yugoslavos, los soviéticos avanzaban sin despeinarse hasta la final, donde con un exiguo 1 a 0 tomaron venganza de lo ocurrido 4 años antes, y dejaron a Yugoslavia con otra medalla de plata.

Continuará.

14 comentarios:

faraón dijo...

De pique como para ir haciendo muela.
Ya podés escribirle a tus bisnietos (así hacen un recorto y pego),un panegírico del capitán Flangini, presidente de la AUF cuando ganamos el mundialito del 80.
No se si era racista, pero facho y ligero seguro.

faraón dijo...

No seas manijero con lo del 24.
Por lo menos tenés que reconocer que esa señera institución, que contaba con 10 años de vida, optó por crear otra liga.
Si pasara hoy, rompían todo y el escribano declaraba "el juez inshitó a la violenshia"

johnny tramontina dijo...

Soy bolso,pero hay que reconocer que lo que supo ser el Maestro Piendibiene se perdió dicha cita en tierras galas por esa circunstancia.

Danielito dijo...

Faraón, sos Godín? Lo de los holandeses defeccionando desde lo anímico es cosa de todos los días.

faraón dijo...

No hablé de los holandeses.
En lo futbolístico, las dos finales mundiales las perdieron con el dueño de casa. La de Argentina ya sabemos todo lo que pasó.
Lo inédito, lo único, es la final que le ganamos a Brasil.
No hubo y quizás no habrá nada igual.

SofíaBD dijo...

qué hace la torre de los homenajes en el afiche finlandes?

Tatuaje de Artigas dijo...

Felices Pascuas:
http://yfrog.com/h8ifvzvj

Vesubio dijo...

#laconchadetumadreallboys

el abu dijo...

Que recuerdos los de aquella Hungria de Puskas, Kocsis y Czibor.

pipicui dijo...

Yo lo leí y me gustó.
Ta mal?

pipicui dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=F8GnzXt42h8

Una pena... no?

Lucho dijo...

Puto no...

Rrreputo!!

pipicui dijo...

Si, si... Una lástima.

Andrés Reyes dijo...

Yo creo que la culpa de todo la tiene el pelo de Alarcón.