Nuevo emprendimiento cinematográfico

 (Cristian es un uruguayo radicado en Saint Louis, que dice que lee el blog, pero es flojito y comenta poco. Quiso hacer una columna sobre fútbol, y lo mandamos a cagar, porque ya lo tenemos a Fagalde, que será lo que es, pero es nuestro. Entonces salió la columna de cine, pues Bestiario está de estrella y hace 3 años que no sube nada. La idea, como siempre, es aplicar el porongaverage: si el hombre registra mayor número de porongas que de la suma de buenos más un medio de los aceptables, será aceptado en nuestro selecto staff, a lo que le daremos un día y horario bien desagradables, tipo domingo a las 23 horas) Así que... a poronguear al nuevo).

Esta es una columna de cine que ningún Jackie Rodríguez Strata o Manuel Martínez Carril osarían en llevar adelante. La consigna es bien simple: aquí se intenta aconsejar a todos aquellos que a la hora de optar por una película para ver en familia, con la barra o con su pareja, piensan en pudrirla. Así, estas líneas pretender ser un insumo para toda dama o caballero que quiera sentir o volver a recordar que la vida es una experiencia traumática y dolorosa. Eso es, películas que al terminar de verlas uno siente que podría escuchar la propaganda de Anda con Natalia Oreiro y ser feliz al mismo tiempo. Esto no quiere decir que esas películas sean malas. Por el contrario, aquí hablamos de buenas películas sobre temáticas tan fuleras que uno se alegra de ser uruguayo.

La película elegida para esta primera entrega se llama Madeinusa. Esta producción peruano-española de 100 minutos de duración fue estrenada ya hace 6 años. Dirigida por Claudia Llosa, sobrina de Mario, esta película cuenta la historia de un flaco de Lima (sin relación con Juan Carlos) que en semana santa se va a un pueblito medio perdido en los Andes. En dicho pueblo se cumple la tradición de abolir o suspender todos los pecados desde el viernes al domingo de la semana santa. En otras palabras, durante esos días se puede hacer cualquier cosa. El cálculo es bastante razonable: durante los días que dios esta muerto nadie vigila y hay carta libre para todo. El tema es que en vez de volverse fiesteros en una buena, alguna gente de este pueblo se le da por cosas jodidas. ¿Qué tan jodidas? Bueno, hay que ver la película. Pero lo que si les puedo decir es que el final es algo que se repite varias veces en el cine de Perú o Bolivia. Por alguna razón, hay un patrón argumental bastante común: (1) los personajes principales retratan a personas explotadas, dominadas, muy cascoteadas por la vida (2)  aparece un personaje tipo prócer que propone un camino de liberación y ofrece ayuda para alcanzarlo (3) El personaje principal recontra ensarta y traiciona al prócer. Ergo, al final de la película el personaje principal sigue en la misma y el prócer queda mucho peor.

Créame, si usted quiere hacer pasar un mal rato a alguien con una buena película, Madeinusa es una buena elección.