Llegamos a 60

Berch Rupenian - La comunidad armenia presente con todos sus buenos hábitos. El buen gusto a la hora del concierto, la honestidad como caballito de batalla y el talento de alguien que se reinventa constantemente. Dudamos en sugerirlo porque seguramente pediría parte de los beneficios económicos de este noble emprendimiento (ud. emprende y yo miento).

Heber Silva Cantera - Clásico mediocampista del fútbol uruguayo. Pese a que por tandas la gente idolatra a los habilidosos, siempre resurge el clamor popular de contar con un 5 como el. Un encargado de ablandar a los coquetos, de partir una canillera o sorprender a todos "cometiendo" un gol. Comenzó en el Fritsa y pasó por clubes raspadores hasta llegar a Defensor, donde es ídolo. Dos veces campeón uruguayo, liguillero, vistió desde la Lee hasta las posmodernas. Un tipo macanudo si te toca de compañero. En pelotas divididas más vale chocar contra un tren.

Carnaval - Se recomienda no decirle a un extranjero que venga a ver el carnaval del Uruguay. El forastero imaginará, acaso engañado por el lema "el carnaval más largo del mundo", que se trata de un mes de bailes, descontrol, excesos y sexo desorganizado. Si quiere eso que vaya a Oruro. Acá estamos ante un festival de baile y teatro, donde casi todo roza lo cursi y lo terraja. Y lo que no, roza lo machista y lo conservador. Todo esto condimentado por un concurso con un sistema incomprensible y antiartístico cuyo momento cúlmine es 6 horas de una planilla excel, a las 4 de la mañana y con el mismo locutor. "El carnaval más pacato del mundo", sería su nuevo lema.

Fructuoso Rivera - Presidente oriental en dos ocasiones, como Sanguinetti. Colorado, como Sanguinetti. Siendo presidente fue el propio Rivera a liquidar al revoltoso indiaje: la izquierda ignora que si Juan Ojete hubiera sido el presidente también hubiera ido. Le gustaban las barajas, el chupi y el cojinche, hechos que lo convierten en simpático compañero de Rutas de América. Aunque las pinturas lo muestran lacio era un morocho motudo. La leyenda refiere que, exiliado en Brasil, veterano ya, intentó una invasión revolucionaria. Como murió al ingresar al territorio nacional, lo trajeron en un tonel de caña para que el cuerpo se conservara. Fiel a sus principios, el tonel llegó a Montevideo vacío.

Colaboraron en esta fantástica entrega: Fabián, El Editor y AlexisB. Agradecemos los aportes de todos y todas, a través de figuritasbicentenario@gmail.com, que lograron reflotar un proyecto que estaba muerto y ahora simplemente agoniza: Uruguay nomá!