domingo, 27 de marzo de 2011

Hoy: Cuento (los días que me quedan)

Adiós Robbi

El diputado tiró el cigarrillo luego de dar la última pitada y entró hacia la cámara baja. Él sabía que su voto era decisivo para aprobar la ley que permitiría el casamiento entre perros de distinta raza y mismo sexo. Lo sabía porque era el único representante del PUP (Partido UniPersonal) que él mismo había creado para las últimas elecciones resultando el único diputado con votos suficientes para fomar parte de la cámara de representantes (y él único real en la lista). Mientras que los otros dos partidos con 49 diputados cada uno iban a votar en bloque unos por aprobar la ley y otros por no aprobarla, o sea que su voto definía.

Cuando caminaba por el pasillo fue abordado por una pareja de perros, una collie (parecida a lasi) y una caniche toy muy bonita.

–Señor Diputado, sabemos que su voto es elemental para la aprobación de la ley que nos permitiría casarnos, nosotras formamos parte de la OPALALA (Organización de Perras Asociadas por la Lucha por la Admisión del Lesbianismo Animal). Si vota como nosotras lo solicitamos liberaremos a su pekinés Robbi que hemos tenido la salvedad de secuestrar esta tarde. De lo contrario su pequeño amigo sufrirá una muerte lenta y dolorosa. –las perras ladraron unos segundos y luego se fueron perseguidas por el guardia de seguridad.

“Perras lesbianas que hablan… OPALALA… Mi perro secuestrado…” pensó “nunca voy a volver a comprar cigarros en la calle”

Se había implementado hacía unos años los votos con pulsador y era el momento de votar. Por las dudas el Diputado iba a votar “si” pulsando el botón azul, uno nunca sabe si las alucinaciones pueden tener algún pie en la realidad. Cuando el presidente de la cámara dijo “Bueno, voten” fue a pulsar el mencionado botón pero sufrió un ataque de hipo y pulsó sin querer el botón rojo (el del “no”). Igualmente no se preocupó y poco le importaba el matrimonio entre perros, se convenció a si mismo pensando “voy a hablar con mi psiquiatra sobre las apariciones de perros homosexuales en mi imaginación”.

Cuando llegó a su casa encontró sobre la mesa un dvd que tenía escrito “Adiós Robbi” con letra de perro marcado con draipen rojo permanente. “Siempre me olvido de llevar las películas al video club”.

Grande fue su sorpresa cuando la empleada del video le dijo que ese dvd no pertenecía a la empresa. El susto fue tremendo, leyó lo que estaba escrito en el disco y fue corriendo a su casa y lo puso en el reproductor. La escena era dantesca, en el fondo se veía una bandera con la sigla OPALALA, delante estaba su perrito atado a un potro, las perras ladraban mientras el potro lo estiraba de a poco, centímetro a centímetro, el perro se retorcía de dolor “Maldita perra” pensó “Maldita perra, maldita” se largó a llorar.

Sonó el timbre. Se asustó. Fue abrir la puerta y encontró una caja que decía “LE AVISASMOS”. La abrió y encontró a Robbi muerto y sin patas. Le habían avisado y él no pudo hacer nada.



9 comentarios:

El editor dijo...

Opalala.

Nacho dijo...

Jeje, buenísimo.

Y me encantó lo bien que funciona esa cámara de diputados. "Bueno, voten".

Andrés Reyes dijo...

Pobre Robbi. Víctima de la injusticia de la evolución, porque se ve que Robbi no podía hablar, del mismo modo que Disney hacía hablar a unos perros sí (Goofy) y otros no (Pluto).

Porque si el Robbi hubiese podido hablar, seguro lo puteaba en el video.

Fede Wainstein Diana dijo...

voto secreto las pelotas no? dicen que hoy paso lo mismo deta tenia camaras en todos los cuartos y torturaba perros para ganar votos

Vidiella dijo...

tiene de todo, politica, corrupción, inseguridad, sangre, innovación...

Lástima que son todos putos.

Bestiario dijo...

Y una escena de lesbianas Franco.

Seguí así, nada de tomar la pastlla gjoffe, no sea cosa que te quedes sin cuentos.

Alvaro Fagalde dijo...

hay que bajar la edad de imputabilidad de las perras lesbianas.

Dulcinea dijo...

Quizás el trasfondo de todo esto es que las lesbiperras secuestraron a Robbi para hacer un trío. Se les fue de las manos el jueguito de atarse, no pudieron manejar al potro y Robbi terminó mal.

elCofre dijo...

Gracias a todos, como todos aquí me debo a quienes leen y comentan (supongo que no se hace lo segundo sin hacer lo primero), y mi insanidad mental se debe al mal trabajo de mi psiquiátra.
No dejen de leer la semana que viene, el mismo día, a la misma hora y por el mismo blog