Que te cuento que... (Clarito, cortito, conciso y al pie)

No es un simple juego

Vino un trivia y llamó a un amigo:

– ¡Bo, Ludo!

– Pará, no me insultés que acá se pudre todo, gil – advirtió un Mazo de Cartas que se había confundido con el grito puesto que se encontraba a mitad de camino entre ambos juegos.

– Perdoname, pero no me digás gil, que te cago a palos…

– Dale, nos damos. Te vamos a cagar a trompadas.

– ¿“Te vamos a cagar a trompadas” dijiste? ¿Vos y cuantos más? – dijo el Trivia

entre risas, su tamaño era inmensamente mayor al del tatú.

– Todos nosotros – replico el Mazo a medida que de su interior entraban a brotar una por una las cartas, espadas, bastos, sotas, caballos…

– Pará, no seás malo, no podes hacer eso, son 40 contra uno, ¿no te parece que está mal?

– No

– ¿No te parece un poco injusto?

– No

– ¿Enserio querés que nos demos?

– Sí, ahora, no te cagués, eh…

– ¿Qué, me viste cara de cagón?

– Sí

– ¿Y vos que te creés que sos?

– ¡Ta! ¡Basta de preguntas! Me tenés las copas llenas y las monedas por el

piso, no doy a-basto. ¿Tenés alguna pregunta más, antes de morir?

– Sí, doscientas cincuenta tarjetas, a cinco preguntas por tarjeta, son 1250

preguntás. ¿Qué río atraviesa la capital de España?

– El Tajo.

– Sí. ¿Cuánto mide el perro más chico según el Guiness de los records?

– Y… no sé… 15 centímetros.

– Sí. ¿En qué museo se encuentra la mona lisa?

– En el Louvre de París.

– Sí. ¿Cuál es la densidad de población en le distrito noreste de la ciudad de Zanesville, Ohio, Estados Unidos?

– ¡Pah!, con esa me mataste… – dijo el mazo cayendo redondo al piso junto con

todas sus cartas.

El Trivia venció.