Somos los piratas



Gente que aprendió a vivir

Existe, musicalmente hablando, un mercado paralelo tanto o más fructífero que el ortodoxo. Y esta columna ha pasado 40 ediciones sin hablar de él. Es hora, entonces, de dedicar unas líneas a los viejos y peludos piratas. Porque si usted es un acalorado seguidor de una banda no puede, no debe dejar de tenerlos (una flor para el señor del aviso de la Historia Universal de Carl Grimberg).

En el Uruguay, el término pirata se ha acuñado popularmente según su acepción mundial en el ramo informático, donde desde siempre se conoció con esa nomenclatura a las copias ilegales de software. También el mundillo del video hogareño conoce como piratería al arte de duplicar ilegalmente un producto dejándolo, en general, precioso de ver. No obstante, la definición que hoy nos convoca no pasa por ahí.

Un bootleg (tal la terminología en inglés), es un disco que ha sido editado sin permiso y que no provee regalías a aquellos quienes las regalías deberían ser pagas. Si bien Gran Bretaña y Estados Unidos han sido los principales lanzadores de piratas al mercado, presumiblemente por ser los países de origen de los artistas birlados, otros que gustan de hacerse los rectos (no confundir con el "hacerse el recto" del Zorro, que es otra cosa) como Alemania, Holanda y Japón tienen cantidad, calidad y buen sabor. A pesar que se ha comunicado la legislación que penaliza esta actividad en todos los países involucrados, declarando que hacer ‘bootlegs’ es ilegal, la práctica ha sobrevivido. La calidad de las grabaciones piratas varía, al igual que la producción. Algunos álbumes son producidos de forma económica, otros son tan abundantes como las ediciones profesionales.

Huelga aquí decir que encontraremos piratas de los Beatles más que de ninguna otra banda. En el caso de todas las bandas consagradas de las que se lanzan bootlegs, el material deriva de cuatro fuentes principales: 1) las apariciones en vivo, los shows en clubes y conciertos; 2) las actuaciones en radio, películas y TV; 3) outtakes* de estudios, grabaciones de material que en algunos casos trata de canciones que no verían la luz oficialmente y en otras a versiones diferentes (o muy diferentes) de la conocida en disco, que ha sido contrabandeado ilegalmente del estudio de grabación; y 4) los piratas de entrevistas. Contará la leyenda, y reflejando la importancia que tiene la venta de piratas en el mercado de países serios, que EMI lanzó en 1973 las recopilaciones The Beatles 1962-1966 y The Beatles 1967-1970 (más conocidas como el rojo y el azul) para contrarrestar la gran demanda por las grabaciones no autorizadas contenidas en el pirata Alpha Omega, una colección de cuatro discos editada en el sello Audio Tape Inc con número de etiqueta ATRBH 3583. * Definiremos outtake como un fragmento de una cinta que luego no se utilizará como master. Es decir, una toma que se cagó por algún motivo, o que no convenció.

Repasaremos por si algún curioso gusta algunos bootlegs de bandas que nos caen bien. Como dijimos, usaremos a los Beatles y sus discografías solistas como referencia, para citar de qué trata todo esto. Diremos, para quitarle al tema el poco interés que pueda tener, que con los años ha ocurrido lo mismo que con casi todas las cosas: mucha matufia en la vuelta, y los fabricantes de piratas comenzaron a introducir material falso en las ediciones para vender una supuesta "primicia".

De momentos históricos

Muchos piratas registran momentos históricos, en vivo o en estudio. En algún caso sucede, además, que son la única vía de hacerse del material, ya que tratan de actuaciones de músicos que pertenecen a sellos discográficos diferentes y, por tanto, jamás veríamos editados de forma oficial por problemas contractuales. Un par de ejemplos:

- George Harrison - Live! The Silver Wilburys: el 19 de febrero de 1987, George Harrison, Bob Dylan, John Fogerty y Jesse Ed Davis (guitarrista de la Plastic Ono Band de Lennon durante mucho tiempo), fueron a ver un recital de Taj Mahal en el Palomino Club de North Hollywood, California. Súbitamente se treparon al escenario, y aquí está registrada en bastante mala calidad su interpretación de clásicos que sabemos todos, como Matchbox, Gone, gone, gone, Knock on wood, In the midnight hour, Honey don't, Blue suede shoes, Proud Mary, Johnny B. Goode y otras. Para regalar y regalarse.

- The Beatles - The complete Decca audition: registra la audición de los Beatles del 1 de enero de 1962, cuando el sello Decca Records los rechazara por considerar que los grupos de dos guitarras, bajo y batería estaban acabados. Este sería el motivo principal por el cual Decca contrataría a los Rolling Stones a recomendación de Harrison, prácticamente sin haberlos escuchado.

- Baglietto, Garré, Goldín & Páez - Café de las artes 28-7-81: registra la actuación consignada en el título del álbum. Maravilloso documento sobre lo que era La Trova Rosarina en su mejor momento. Desfilarán canciones como Era en abril a dúo entre Baglietto y Silvina Garré, canciones de Fito como Puñal tras puñal y La vida es una moneda en la voz de Juan Carlos, y varias perlitas inéditas que no terminarían en ningún álbum de ninguno de ellos.

- Creedence Clearwater Revival - Fantasy Session 70: captura la reunión de Creedence con Booker T. Jones en un estudio de Berkeley el 31 de enero de 1970. Como ocurre en un sinfín de álbumes piratas, está mal etiquetado como sesiones realizadas en Los Angeles. Es frecuente que las fechas o los lugares de grabación estén incorrectos, a veces inintencionalmente, y otras adrede. Versiones alternativas, por ejemplo, de 99 and a half, Down on the corner, Travelin' band y I put a spell on you.

- Pearl jam - The Stone Gossard demo '91: repasa el demo que grabara el guitarrista Stone Gossard en busca de crear la banda que se convertiría en Pearl Jam. Dicen que es el demo que escuchó Eddie Vedder y que lo impulsó a integrarse al grupo. Son instrumentales, y varios de los temas que aquí aparecen irían a parar a Ten (Once, Alive, Even flow y Black), algunas a simples (Breath) y otras a otros álbumes propios y ajenos (como Animal a VS).

De outtakes

Tendremos piratas compuestos por tomas alternativas de casi cualquier banda donde el productor se haya avivado de no tirar las cintas no utilizadas para los masters. Algunas tratarán sobre sesiones de grabación de un álbum en particular, mientras otros serán recopilatorios de parte o toda la obra del artista en cuestión.

- John Lennon - Watching the wheels: abarca el período 1969 - 1980 de Lennon. Las tomas alternativas, que varían desde la toma 1 de Free as a bird hasta un medley casero compuesto por Honey don't / Don't be cruel / Matchbox interpretado por John y amigos en su fiesta de cumpleaños número 30 (9 de octubre de 1970), están extraídas de la serie radial The lost Lennon tapes. Las series radiales de material alternativo también serán una fuente de "inspiración" para los sellos piratas, como ocurrirá con Oobu Joobu de Paul McCartney.

- The ramones - Pleasant dreams sessions: como indica su nombre, revisa las sesiones de grabación del álbum de 1981. Contiene tomas diferentes de temas del álbum como Sitting in my room, She's a sensation (más de una) y 7-11, pero también temas descartados que no verían lanzamiento como Sleeping troubles y baby say you beg.

De actuaciones en vivo

El tipo de pirata más abundante y más sencillo de concebir. A veces engendrados en excelente calidad como consecuencia de sonido tomado de la consola de sonido (referido como "soundboard quality"), y otras en paupérrimas condiciones con la grabadora de mano de algún cara de loco (referido como "audience recording" en las notas). Algunas bandas son emblemas de esto, donde a veces incluso escasean los bootlegs que contengan material de estudio. Los Stray Cats del primer Brian Setzer (Live - Runaway boys o Rockabilly Roundhouse Punch (Live in Europe 1989)), o Stevie Ray Vaughan & Double Trouble debido a su temprana muerte (Alpine Valley, Last Farewell, The First Thunder) son buenos ejemplos de esto. La consecuencia es que se vuelven muy reiterativos, ya que suelen tener la misma lista de canciones o similares.

Piratas de oficiales

Un último caso, en el que no abundaremos demasiado, comprende piratas compuestos por grabaciones que sí vieron la luz oficialmente. En general, se trata de grabaciones de difícil consecución, o perteneciente directamente a discos que están descatalogados. Por decir algo, citaremos las recopilaciones de canciones escritas para otros (The songs the Beatles gave away, que repasa todas las canciones que la banda escribió para otros artistas), canciones de otros en las que participa el artista en cuestión (George Harrison - Love one another, con las apariciones de George en álbumes ajenos haciendo voces, guitarra, composición o producción), o canciones del artista de escasa circulación oficial (The missing singles collecion 1972-1985, con las caras B de los simples de la época marcada).

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