Cinema Soca: A Clint Eastwood lo queremos todos, porque todos somos Peñarol

No es muy arriesgado decir que el arte ha estado históricamente ligado a los sectores más progresistas de cada sociedad. La izquierda en todas partes del mundo se ha retroalimentado y ha sido respaldada por músicos, pintores, escritores, etc. Sin embargo, es totalmente falso decir que el conservadurismo político y económico es incompatible con el arte.  Resulta claro que se pueden escribir los versos más lindos en la noche, mientras en el día se brinda y se comparte la mesa con tiranos, asesinos y villanos de distinta calaña. Borges respaldó a dictadores. Vladimir Nabokov apoyó abiertamente la guerra de Vietnam y la presidencia de Nixon. Salvador Dalí fue acusado de simpatizar con Franco. Y así podemos seguir con varios ejemplos. Ahora ¿alguien puede dudar de la belleza en las obras que esta gente nos ha legado? ¿Alguien puede decir que esta gente no ha contribuido para hacer de este mundo un lugar más bello?

La vergonzosa participación de Clint Eastwood en la convención republicana del jueves pasado, es un caso más para reafirmar la idea de que el arte no siempre va de la mano con proyectos políticos progresistas. Eastwood manchó su imagen de referente al respaldar la candidatura del conservador Mitt Romney con un monologo que decepcionó a varios de sus seguidores (incluyéndome). Y eso es así porque es difícil entender cómo alguien puede filmar películas tan comprometidas socialmente, mientras apoya políticamente a gente que se posiciona en contra de esos compromisos. En su etapa de director, Eastwood ha filmado películas que critican la guerra como instrumento (Banderas de nuestros padres, Cartas de Iwo Jima), que rechazan el apartheid (Invictus), que apuestan por la tolerancia con la inmigración y el muticulturalismo (Gran Torino), que muestran la eutanasia como una opción moralmente defendible (Million Dollar Baby). Sin embargo, Eastwood ofrece su imagen y reputación para respaldar políticamente a un candidato que se opone al matrimonio entre homosexuales, que pretende radicalizar las medidas contra la inmigración y que se muestra poco dispuesto a retirar tropas.  

Pero más allá de esa inconsistencia, el cine y la música de Eastwood es lo que va a perdurar. Y por eso, esta columna de hoy sale a respaldar al Eastwood que inspira;  al que hizo posible algunas de las películas más admirables del cine estadounidense de las últimas décadas. Como homenaje a Clint (en un tiempo de critica a su persona) aquí les dejo tres temas de su autoría. El primero se llama Claudia’sTheme y es el tema principal de Unforgiven (Los imperdonables) que Eastwood compuso junto a Lennie Niehaus. La segunda es la canción de Gran Torino (junto a Jamie Cullum). La tercera se llama Blue Morgan. Esta joyita aparece en Million Dollar Baby. Si por casualidad usted no ha visto ninguna de esas películas, véalas. No se va a arrepentir. Rio Místico, Los puentes de Madison, Un mundo perfecto, Pájaro; son otras películas dirigidas por Eastwood que vale la pena ver. Sirvase de este espacio, si usted quiere dejarle mensajes de aliento o de critica a Clint.