domingo, 4 de septiembre de 2011

CUENTO: Animales Raros (raro es un poni montando un panda, y es bastante más raro que un panda montando un poni que de última sería algo esperable)


Animales Raros

Me contaron una vez de un Perro Medio Cangrejo, que caminaba de costado, que conoció un Gato Serpiente, que se arrastraba, y el Gato Serpiente lo invitó a conocer a una Marmota Pajarito, una marmota voladora.

Cuando llegaron a lo de la Marmota Pajarito encontraron en la puerta una Tortuga Liebre que corría muy rápido, esta les dijo que la dueña de casa se había ido al almacén del Ñandú Caballo, que andaba al trote, a comprar 200 gramos de queso salame, un queso con granos de grasa.

Así marcharon el Perro Medio Cangrejo, el Gato Serpiente y la Tortuga Liebre rumbo al almacén del Ñandú Caballo que relinchando les dijo que la Marmota Pajarito había salido hacia la graja del Gallo Hiena, un gallo que se reía mucho, porque en el almacén se había acabado el queso salame, dijo que con gusto los acompañaría y colgó el cartel de “cerrado” en la puerta.

Así fueron el Perro Medio Cangrejo, el Gato Serpiente, la Tortuga Liebre y el Ñandú Caballo para la granja del Gallo Hiena. Al llegar el Gallo Hiena, entre risas les dijo que efectivamente la Marmota Pajarito le había comprado 200 gramos de queso salame y que recordó que tenía que cambiar la bombita de luz intermitente, que se prendía y se apagaba sola, y fue a la ferretería de la Lombriz Perdiz, una lombriz que siempre terminaba su vida en los finales felices, a comprar una. Dijo que estaría encantado de acompañarlos y colgó el cartel de “vuelvo en 15 minutos” en la puerta del local.

Así fue que el Perro Medio Cangrejo, el Gato Serpiente, la Tortuga Liebre, el Ñandú Caballo y el Gallo Hiena se encaminaron hacia la ferretería de la Lombriz Perdiz y ahí estaba la Marmota Pajarito con su flamante bombita de luz intermitente saliendo de la ferretería. Ya era tarde entonces la Lombriz Perdiz estaba cerrando el negocio y fueron todos juntos a comer pizza a caballo al subte.

Y por suerte estaba cerrado y cada uno marchó cabizbajo jugando al juego de la taza, porque si el final hubiese sido feliz la vida de la Lombriz Perdiz hubiera terminado.

3 comentarios:

elCofre dijo...

Hoy no es 11 de setiembre, evidentemente acá hay algo mal

Andrés Reyes dijo...

Problemas tenemos todos. Faltó el Pato Conejito nomás.

Marian dijo...

Si tienen la maquinita del tiempo pasenlan, hay un par de cositas que me gustaría arreglar.