El que se va sin que lo echen

Si bien sé que estuve, no sé por qué, pero siento que estoy regresando luego de mucho, mucho tiempo.

Es de noche, en la tele tengo a Abigaíl Pereira junto a Gaspar Valverde, en una de las cuatro opciones que me van quedando desde que la muchachada linda de TCC nos invitó a regularizar la conexión que el empleado de Montecable (que había venido a cortarnos el servicio) nos conectó a cambio de 200 pesos. Entonces, entre irme a dormir, a bajar hentai o a escribir en este bello blog que siempre me ha tratado tan bien, pues me dije:

"¡A bajar hentai!"

Pero está lenta la conexión, así que mejor escribo algo.

Y qué mejor que volver a las fuentes: escribir sobre mi vida. Que sigue siendo casi tan anodina como el año pasado (algunas cosas cambiaron: trabajo en una casa de electricidad sobre la calle Rondeau, tengo una novia 14 años mayor que yo, y murió mi tortuga; salvo eso, todo sigue igual). Pero que prometo ir mejorando día a día.

Creo que la voy dejando por acá. He estado pensando que a TPLMP le falta un espacio literario, así que, si me lo permiten, comenzaré a comentar libros. Pero como jamás leí uno (salvo que la revista del cable rankee como tal), lo iré leyendo y comentando con todos ustedes.

Será una linda forma de compartir una actividad edificante con mis mejores amigos.

¿Qué libro elegí para empezar? "Marx", de un tal Vincent Barnett. Tiene casi 300 páginas, todo un desafío. Y la foto de un señor barbudo en la tapa, que debe ser el propio Barnett.

Ojalá tengamos suerte.