martes, 3 de agosto de 2010

Consumismo: Día del Niño

¿Y la niña? Se nota que Ana Olivera no está ni ahí con el consumismo, porque de lo contrario hubiera saltado como una chinche ante la flagrante inequidad de género que este día representa. Sobre todo con lo lindo que es encontrar, bajo el rubro “juguetes para nenas”, un kit completo de limpieza, una réplica de lavarropas o, en el mejor de los casos y para las que pintan más liberales, un microondas de plástico rosa.
Por suerte ahora la oferta es superabundante, quizás en demasía, y se puede evitar sin inconvenientes el juguete políticamente incorrecto.

A la hora de elegir, es bueno tener en cuenta la edad de los retoños y, por decirlo de algún modo, su idiosincrasia.

En esta columna me voy a centrar en la complicada franja etaria que comprende de 0 a 2 años.

Hasta los 6 meses no lo dude un instante, el gimnasio es la mejor opción. Es tan lindo verlos como cucarachitas boca arriba, moviendo sus cuatro patitas intentando alcanzar los colgantes…
Ya cuando arrancan con el tema de sentarse, la cosa cambia. A nuevas habilidades, nuevos requerimientos. Algo que nunca falla es el juego del recipiente. Pueden estar horas poniendo cosas adentro de un tachito, baldecito, tuper de crufi… y sacándolas, y volviéndolas a poner. Siempre y cuando los objetos a coleccionar sean más grandes que la tráquea del pequeño, dele con fe.



También es un buen momento para ayudar al botija con el trance de los dientes. Eso sí, nada de goma china. Algunos recordarán el sonado caso de intoxicación con juguetes que ocurrió hace unos cinco años. A partir de dicho suceso se lanzaron al mercado unos personajes masticables de colores mucho menos brillantes, pero que cumplen con los requisitos de seguridad, a saber: látex natural, tinta no tóxica, y sin chifles que se puedan ingerir.


¿Pensaban que era sencillo? Lamento informarles que no. Sobre todo cuando se da la última metamorfosis que conduce al descontrol total: de las cuatro a las dos patas. Con sus manecitas libres y las piernas cada vez más fuertes, las recorridas de exploración pueden terminar con una tapita de refresco entre los dientes, exhibida ante la mirada atónita del progenitor, cual trofeo de guerra.


En este caso, lo mejor es darles algo con qué entretenerse, mientras tratamos de pensar como bebé y vaciar los dos estantes más bajos de la biblioteca, tapar enchufes, poner precintos en puertas, en fin, algo siempre se nos va a escapar.

Volviendo a lo lúdico, para los primeros pasos lo mejor son los carritos de arrastrar. Lo hacen sentir seguro al gurí, y a nosotros nos dejan las manos libres para hacer otra cosa que no sea servirle de contención física y emocional.


Si tu hijo ya la arruga caminando, podés regalarle un buggy o una mini silla, dependiendo del temperamento de la criatura. Los buggys con barandas desmontables son de lo mejor. Las sillas compradas en la juguetería a veces son un poco costosas. En las casas para artesanos se pueden conseguir por un par de Fabinis, son de madera y, si te ataca el Picasso, se las podés decorar y agregarle así un valor afectivo que hará perdurar el objeto en la familia.



Para terminar, de más está decir, que la vedette de todo regalo para un niño sigue siendo la caja, el papel, la moña… en fin, todo lo que no tuviste que pagar en incómodas cuotas.

14 comentarios:

fernando dijo...

¿Para qué edades se recomienda el popular juego de El Balero?

Vidiella dijo...

Una vez que el nene tiene todos los adminiculos futboleros (llámese pelota, arco, camiseta del cuadro de los amores del padre, etc), no hay nada más dificil de regalar que a un varón.
Las nenas son mucho más fáciles. Si es rosado, gusta.

Claro, eso hasta que cumple 15 y pide (exige) el viaje a Orlando y la gran manzana, ADEMAS de la fiestita de 15.

Los que tienen hijas chicas, sigan mi consejo: ahorren!!

Los que no tienen: roben un ahijado/sobrino por ahí, se lo traen un par de noches a sus casas (en lo posible en fechas que tengan varios eventos sociales donde no se admitan chicos) y cuando no den más, quieran dormir y les haya roto toda la casa, se los quedan igual DOS noches más (sólo 2, después no me hago cargo si no se recuperan nunca).

El mejor contraconceptivo que hay.

Nacho dijo...

La aparición de imágenes a medida que avanzaba la columna me hizo acordar a la ya extinta "Elemental" de Telemental. Un saludo para ella.
Gracias a esta gran columna, también conocí lo que es un gimnasio de bebés. Antes de ver la foto pensé que era mandar al retoño a hacer fierro.
Un columnún, Macarena.

Brunzo dijo...

Una columna hecha por una mujer. Desastrosa. Y LA PELOTA DÓNDE ESTÁ!?!?!?! EHHH!?!?!?! No vi ni una fotito, nada!!!! Pero cuando salimos cuartos todos festejamos, eh!!!!! P}tos!!!!!!
Ta, ya está...fa loco!!! Perdón, en realidad está buena la columna. Gracias.

Macarena dijo...

Mi hija le pega a la pelota mucho, pero mucho mejor que más de cuatro estrellas de la primera división. El director de esta publicación es testigo y no me dejaría mentir.

Lo que más bronca me da es que, por ser nena, no pueda desarrollar su carrera a niver profesional y sacar a sus padres de la miseria.

He dicho.

Sinca Bellos dijo...

Grande Maca, estoy de acuerdo en lo aberrantes de los juguetes sexitas, lo parió

Andrés Reyes dijo...

Excelente la columna, como siempre.

Ahora, no se crean el verso de que las motitos esas con agarradera son seguras. Leandro volcó en una el otro día, como ya lo había sabido hacer con el cochecito que terminó en la vereda.

¿Para los nenes más grandes qué estamos recomendando?

Macarena dijo...

Aprovecho este espacio para brindarles una máxima de la crianza botijeril (aprendizaje reciente y doloroso si los hay):

LOS NIÑOS SE CAEN.

Para los más grandes conviene aprender ante todo qué personaje está en boga (seguramente de origen japonés), y tratar de no confundirse a Digimon con Dragon Bol -a pesar de su insular parecido-

¡Éxitos!

Vidiella dijo...

Me volvi a leer y me dan ganas de trompearme.

Por si mis nenas leen esto, les cuento que las quiero mucho, son lo mejor que me pasó en la vida.

Muy bueno el comentario final de la autora. La 1era vez que se me cayó una nena no me lo perdoné hasta como la 5ta vez que se cayó y vi que son casi de goma.

Macarena dijo...

Franco:

Excelente tu opinión sobre McD. Te dejo el comentario por acá porque se ve que en el laburo hay mala onda con tu blog, y no me deja comentar.

Estuve del otro lado del mostrador en la época del "boom" de McD en Uruguay y tengo varios conceptos para compartir.

La opinión más arriesgada, y la que me gusta más, es pensar que -visible o no- se ha efectuado un cambio cultural.

La más razonable es que, al caer el Royalty (Gauchito de Oro S.A.), y pasar Mc Uruguay a formar parte de la corporación, se volvió todo más laxo, y los gerentes ya no están tan precupados por la sonrisa de sus empleados y la satisfacción del cliente.

Vidiella dijo...

Gracias Macarena!

Me tomé la libertad de hacer copy&paste en el blog.

Raro que no puedas comentar... me estaré perdiendo de otros comentarios? Ojalá sean puteadas.

Brunzo dijo...

Get a room!!!

Macarena dijo...

Sorry, I dont speak english very well.

Cuarto ya tengo, es chiquito, pero me alcanza.

Brunzo dijo...

Ouch!!!