jueves, 12 de agosto de 2010

Debate: Consumismo y educación

Se aproxima ya sin remedio el Día del Niño. La Avenida 18 de Julio es un festival de zombis a toda hora. Incluso he visto a muchos niños tironeados del brazo por sus apresurados padres que no consiguen lo que el supuesto destinatario ni siquiera deseó jamás.

Ahora me dirán: “Mi hijo me tiene –fill in the blanks- por el piso con el juguete marca ACME”. Depende mucho de las edades y los temperamentos, como siempre. Pero es probable que su hijo o hija lo que en realidad busque es, chocolate por la notica, un poco de atención.

Aquí van algunas ideas para sacar algo en limpio de esta bochornosa fiesta del consumo en la que todos –me incluyo- entramos (también los que leyeron la última biografía de Marx):

-Comprar un regalo colectivo. Aunque al niño le huela a estafa, podemos convencerlos de que la unión hace la fuerza, y de paso experimenta un hecho inédito: ver a la familia reunida a causa del dinero y no al revés, como suele suceder. Si luego algún pariente no paga su cuota parte, no le cuente a su hijo, mejor cárguelo a la cuenta de las mentiras piadosas o sus primas hermanas, las verdades a medias.

-Juntar los juguetes que, estando en buenas condiciones, hayan caído en desuso, y donarlos a alguna institución, involucrando al niño en el proceso de selección y entrega de los mismos. Puede ir esto acompañado de algún ritual de despedida para los más sentimentales, al mejor estilo Toy Story.

-Organizar una jornada de recuperación de juguetes, metiendo peluches en el lavarropas, arreglando mutilaciones varias que suelen padecer los muñecos “de acción”, cosiéndole pelo de lana a las muñecas que sufran de una calvicie total o parcial, en fin, enseñarles a los pequeños que antes de donar o tirar, siempre existe la opción de cuidar y reciclar.

El juguete vs la imaginación

Cuando el botija es fantasioso, no hay con qué darle. Si a su hijo no se le cae una idea –no se ofendan, pero hay ejemplares, después se vuelven adultos y ya no se les nota tanto- no vale echarle la culpa al juguete.

De todas formas no vamos a descubrir en esta columna que la imaginación responde muy bien al estímulo del progenitor.

En lo personal, si bien recuerdo algunos juguetes de mi infancia y conservo muchos otros –con los que hoy juega mi hija como si no hubieran pasado ya veinte años- los juegos que más me marcaron involucraban un algún elemento material y mucha fantasía.

Recuerdo haber transformado una mesa de TV con ruedas en un micro para transportar peluches.

Recuerdo haberle construido una silla de ruedas a una muñeca sin piernas a partir de medio patín roto.

Recuerdo una pistola con luz y sonido –nada femenina, por cierto- pero más recuerdo mi enojo porque, al ser la menor, yo siempre tenía que hacer de Diana y mi hermana de Mike Donovan, cuando jugábamos a “V Invasión Extraterrestre”.

Recuerdo las tablas de surf que le construíamos con bandejas de espuma plast, más que a la propia muñeca Barbie.

En fin, el juguete es la excusa. Si el niño tiene mundo interior, se encargará de ampliar los horizontes de ese triste pedazo de plástico, de lo contrario, se aburrirá y pedirá más.

21 comentarios:

Andrés Reyes dijo...

Me encantó la propuesta.

Mi juguete preferido, de pequeño, creo haberlo dicho, eran unos monitos de cotillón que me acompañaron durante prácticamente toda mi infancia consciente.

Ellos, y una pelota de tenis que aún existe, propiedad de mi tío, eran lo mejor que pudo haberme pasado. También recuerdo con cariño la Commodore, y el auto del hombre araña que mi hermana me rompió.

Los pobres -vuelvo a los monitos-creo que no pasaron una limpieza general encabezada por mi madre, aunque no pierdo la esperanza de topármelos dentro de alguna caja olvidada.

Ce dijo...

Para los hijos de uno no hay que quemarse mucho la cabeza pensando qué regalarles, para eso están los abuelos.

Ce dijo...

Mis juguetes preferidos de niño eran un camión (con zorra para transportar vehículos) y un oso. Aún conservo ambos juguetes.

zorro d colonia dijo...

yo para mi que no hay como esos muñecos que los cagas a trompadas y no se caen.Después lo que más disfruté fue un sulky a pedal con caballito con riendas y todo,lo usé hasta los 16,17 años casi,jajaja,aparte de usarlo todo el barrio

Andrés Reyes dijo...

Qué grande la del sulky a pedal.

Macarena dijo...

Nada como una tarde de lluvia para recordar la infancia.

Y lo digo ahora, que mi maltrecho metabolismo no me permite ingerir sin culpa una regia cocoa hecha en la licuadora con borlas de fraile caseras... ahhh... qué tiempos aquellos.

fernando dijo...

Muy buena columna Maca.

Mi juguete favorito era el revolver con fulminantes.

Arriba los Hierros!!! dijo...

La bici sigue siendo fundamental. De chico recuerdo un regalo fabuloso: un juego de trenes LIMA, que debe haber salido un huevo (en esos tiempos yo no sabía del crédito, y mucho menos en 12 cuotas).
Aparte de ello, abogo por los juguetes sin sexo: nada de cocinitas, muñequitas, rosadito para ellas. ¡He visto hasta ESCOBAS de juguete! Lo mismo para ellos, los juegos de "nenes" o de "nenas" debería ser prohibidos. Regalen juguetes para jugar; la sociedad luego se encargará de generar sexos.
Up the Irons!!!

Opera Egipcia dijo...

mis juguetes favoritos los uso un amigo como proyectiles contra un auto estacionado debajo de mi balcon. Marchamos los 2 en penitencia. Hdp.

Vidiella dijo...

Mi juguete preferido era una especie de pista con bulldozers, caterpillars, camiones, etc. La idea era que ponías unas pelotitas de metal en un lugar, y los distintos aparatos iban llevando las pelotitas y pasandoselas unos a otros.
Lo sigo teniendo. No sé para qué porque no anda.

Ahora, el juguete preferido de mis hermanas creo que era yo. Tenía que hacer de pata para el elástico, de cliente para el almacén, de alumno para las maestras, llevarles a las barbies con mi cowboy con caballo... qué hdp me tenían de hijo.
Pero después de grandes me mandaban a comprarles puchos, y yo me quedaba con el cambio.
Me hacía como 50 centésimos cada vez, me hacia! venganzaaaa!

perezvila™ dijo...

mi juguete favorito era un grabador en el que podias grabar voz, pasar cassetes, todo eso, estaba horaaaaaas haciendo programas de radio y eligiendo musica para los oshentes.
lo que mas salia era un disco de manhatan tranfer... pa... que epoca... se me pianta un lagrimon... mismo.

Ce dijo...

Hablando de todo un poco, ¿cómo ante el pato Tota?

EL GORDO ACHURA dijo...

zorro no mientas por el amor de diosssssss, tu juguete favorito fue,es y sera el PINOCHO!!!!!!

Macarena dijo...

¡Juicio, chiquilines! Que no se pierda el clima emotivo.

Volviendo al tema, quiero dejar plasmada la siguiente proclama:

"ABOLIR LA EDAD PARA JUGAR ¡YA!"

¿Nadie puede tomar esto como bandera? ¿Eh? Tanto tiempo que pierden los políticos en el Parlamento, bien podrían legislar en la meteria.

Carles dijo...

Llegada una determinada edad mis padres me sugirieron donar todos los autitos. Yo como quería ser grande lo hice. La puta que los pario. Igual conservo mi fusca de plastico.

Evaristo dijo...

Mis juguetes eran.. maderas clavos un martillo lo mejor......alguna que otra uña negra pero ta, algo aprendi a hacer con las manos..

Alvaro Fagalde dijo...

Yo un mecano de fierro con el libro de instrucciones en checo (pero con fotos). Será x eso que me anoté por Eslovaquia?

Dobleveo dijo...

Mi viejo me regaló un omnibus como los de la Onda, tengo muchas fotos con él, mas no él.

Andrés Reyes dijo...

Mi mecano tenía a unos ponjas en la foto. Los textos tampoco se entendían mucho.

Andrés Reyes dijo...

Mandate una foto con el bondi ese con el perrito.

Tropiezos y trapecios dijo...

Y eso cuando todavía quieran los juguetes...

Cada vez son más los niños que los rechazan y prefieren los gadgets, que si DS, que si PSP...

Dónde quedaron los tiempos de nuestros muñecos descabezados, arreglados con gomas, o de nuestros playmobil con la peluca mordida...

Bendita nostalgia.

Grandes propuestas, a ver si alguien las toma en consideración y te hacen caso.

Un saludo.

Oski