domingo, 8 de agosto de 2010

El deporte ha muerto. ¡Viva el fútbol!

Sostener que la performance celeste en suelo sudafricano marcará un antes y un después en la historia del deporte uruguayo, no resulta demasiado arriesgado. Ahora bien, quizás convenga analizar qué es mejor, si aquel antes o este después.

A corto plazo, los efectos del cuarto puesto mundial no parecen demasiado perceptibles: la Copa Gardel fue algo más bien triste, los refuerzos de los equipos grandes brillan por su ausencia, Defensor anduvo bien en la Sudamericana pero nadie se enteró, y la selección encarará el encuentro amistoso ante Angola bajo la dirección del Ingeniero Verzeri, que debe saber mucho de integrales y ecuaciones diferenciales, pero que futbolísticamente es aún una incógnita.

Sin embargo, si profundizamos el análisis, veremos que los temas íntimamente relacionados con la selección mayor han monopolizado el eje de los informativos y programas deportivos vernáculos, al extremo de que cada vez son más extrañas las imágenes de los comúnmente llamados “deportes menores” (excepción hecha por Super Sport y su ya célebre “campeonato mundial de patada en los testículos”).

¿Qué será de las figuras de los deportes alternativos que habían venido irrumpiendo periódicamente, de la mano de la crisis de nuestros valores futbolísticos?

En los últimos días, tuvieron lugar al menos dos acontecimientos deportivos que en otro momento, por sí solos, habrían logrado paralizar la opinión pública oriental. Pero que ahora pasaron con más pena que gloria.

El primero: la participación uruguaya en el Mundial de Handball juvenil femenino. Usted me dirá: “¿a quién le importa el handball?” Y aquel de allá, que es aún más reaccionario que usted, acotará: “¡y encima femenino y juvenil!” Pero lo cierto es que el equipo viajó por primera vez a una competencia de esta naturaleza, autosolventándose los pasajes, con cuentas bancarias, 0900 y grupos de facebook, llegando al extremo de pedir monedas en las esquinas junto a Manuela Da Silveira (algo que no le deseamos a nadie).

¿Se imagina las editoriales de Sergio Gorzy o Atilio Garrido, ensalzando la figura de estas verdaderas hijas de Obdulio, en un deporte no en vano inventado por un uruguayo? Encima, parece que el otro día le ganaron a República Dominicana, que además de ser el local, andan como balazo en esto del balonmano femenino. Ya lo imagino al Presidente yéndole a entregar la bandera al grito de “haremos lo que puédamos hacer para mejorar este deporte que nos unió más que nunca”.

El otro evento destacable sucedió en Colombia, con el “Suramericano de Baloncesto”. Uruguay cumplió con todo el proceso previo a las grandes hazañas: preparación nefasta (jugó y perdió 5 amistosos), jugadores lesionados, falopeados y peleados. Deserciones, arrepentimientos, y una fuerte oposición del periodismo especializado (a saber: Jokas, Sonsol y Buysan), mientras el presidente de la Federación (Ney Castillo) seguía corriendo por la ciudad al mejor estilo Forrest Gump.

Para peor, el desempeño fue –colectiva e individualmente– de menos a más, y bien cerca se estuvo de dar el batacazo derrotando a Argentina. El tercer puesto cosechado ante la poderosa Venezuela (que acudió al certamen con todas sus figuras), bien pudo haber sido festejado en 18 de julio. Pero no fue el caso, la gente estaba más pendiente del pase de Godín, o de la renovación del Maestro Tabárez.

Lo dicho: el resurgir del fútbol uruguayo, traerá aparejado el desinterés más absoluto en las demás disciplinas deportivas. Gente como Jesús Posse, Gustavo Trelles, Marcelo Capalbo, Milton Wynants, Andrés Silva, Heber Viera, Cris Namús, Marcelo Filippini y Pablo Cuevas, deberían agradecer el haber cobrado notoriedad entre 1970 y 2010.

Pues hoy ya no tendríamos tiempo para dispensarles.

(Publicado en Guambia, 7/08/10)

6 comentarios:

Nacho dijo...

En TPLMP estamos a pleno con esta causa

Internauta Rebelde dijo...

No se olviden de Jorge Llerena!

Alvaro Fagalde dijo...

Ni de Mascarañas.

Opera Egipcia dijo...

je! una lastima.

eselente columna!

Alexis dijo...

es impresionante el artículo. yo lo venía pensando pero está tan bien escrito que me siento como un insulto humano de solo haberlo pensado.
larga vida guambia
son dios
lo voy a postear en mi blog como corresponde con link a tplm porque de ustedes lo saqué.
gracias por repartirlo.
es brillante.

Andrés Reyes dijo...

Gracias, loco, seguro sos una persona de bien. Gracias a todos los demás también.