lunes, 7 de marzo de 2011

Bravo. Bravísimo


Es así señores. Pablo Cuevas hizo lo que no había hecho en toda su carrera: jugó tres días seguidos de lujo, le cerró la boca a 3 millones de personas y ganó él solito una serie que estaba muy pero muy salada.

En realidad sabíamos que el muchacho tenía aptitudes, pero no confiábamos en que aparecieran en todo su esplendor. Y no hablo solo de las tenísticas, también de las anímicas. Personalmente pensaba que la gente hasta podía llegar a jugarle en contra. Pero no, se hizo muy fuerte, estuvo súper concentrado y aplicó su mejor tenis para ganar dos singles durísimos.

Y todavía, en el medio, se jugó un dobles de cuatro horas y pico que también ganó. Ese punto fue clave. El capitán Enrique Pérez Cassarino lo pensó así y le salió bien.

La estrategia fue la siguiente. Poner como singlistas a Pablo y Martín Cuevas, y como doblistas a Pablo con Marcel Felder. Era obvio que no se pretendía que el chico de los Cuevas ganara su partido. Lo que se buscó fue guardar a Felder (que también era imposible que ganara el primer single) para que llegue perfecto al dobles. De Pablo no podíamos prescindir nunca. Si él no ganaba sus tres puntos, estabamos en el horno. Por eso el capitán le guardó a nuestro segundo mejor jugador para que lo acompañe bien en el dobles. Salió perfecto. Si llegábamos a quedar 2-2, el capitán, amparado por el reglamento, iba a cambiar a Felder por Martín Cuevas para el quinto punto.

El problema era el cansancio. Siempre es nuestro problema. Al no tener rotación, se nos mueren los jugadores. Pero Pablo aguantó bárbaro. En el single contra Giraldo se notó que estaba peor físicamente que su rival, pero a huevo lo bancó. También ligamos. Giraldo erró cosas increíbles (aunque también metió algunas de novela), le vino la mufa con el público y por suerte se fue del partido.

Después, para la anécdota, se jugó el quinto punto al mejor de tres sets. Protocolar, a esa altura. Salió a jugarlo Felder contra Falla. Y lo ganó nomás. Andá a saber cómo se jugó ese match, pero ¿qué importa?, fue meritorio por lo superior que era el rival. Además sirvió para dejar en claro que les llenamos la canasta.

A modo de resumen, y afín de ordenar estos enquilombados párrafos:

Pablo Cuevas a Alejandro Falla 2-6 6-1 6-2 6-4
Santiago Giraldo a Martín Cuevas 6-2 6-0 6-2
Pablo Cuevas/Marcel Felder a Juan Sebastián Cabal/Robert Farah 1-6 7-6 1-6 7-6 6-2
Pablo Cuevas a Santiago Giraldo 6-2 6-3 6-4
Marcel Felder a Alejandro Falla 7-6 6-7 6-3

Algunas cositas que me quedaron colgadas:

Martín Cuevas mereció algún game más contra Giraldo, muchos los perdió en deuce. Es un poco mentiroso (un poco nomás) el score.

La pareja Cabal-Farah es la mejor colombiana. Juegan juntos hacen tiempo y tienen varios títulos. Más mérito para Cuevas-Felder, que hicieron dupla en 8 series de Copa Davis y solo perdieron en una.

Giraldo le lleva 22 puestos a Cuevas en el ranking, y Falla a Felder 263.

La próxima serie será a principios de julio, contra Brasil de locales. Esos están más salados que los colombianos, pero bueno, será otra historia. Ahora: ¡Uruguay nomá!


El día viernes me hice presente en el Carrasco Lawn. Nunca había ido, está muy lindo. Pero la gente muy remolona. Estaba comenzando el partido de Pablo, miré a mi derecha y me encontré con esto. Al rato fueron llegando.


Con mi rudimentaria cámara de celular capté que cuando terminó el match, Pablo se fue al vestuario acompañado del gordo Tetes que, para colmo, fue el "maestro de ceremonia".

11 comentarios:

Internauta Rebelde dijo...

Yo miré los partidos y solo quería compartir una opinión que me surgió al ver el final del segundo partido de Cuevitas: ¿no fue demasiado recatado el festejo? Digo, poco más que ganamo' una final del mundo y parecía que se había conseguido apenas embocarle a 2 y la extra de un 5 de oro!

nanodelchuy dijo...

A mí me surgió otra pregunta, que en buena medida quedó fuera de lugar cuando ayer jugó Cuevas. Por qué los colombianos juegan con sus colores habituales(amarillo, rojo y azul) y Uruguay juega de blanco?
Y encima la gente canta "soy celeste"...más o menos como cuando juega Sporting y los 23 hinchas gritan "la violeta, la violé"

El editor dijo...

A mi me surgió otra pregunta.
Pero ta, no tiene nada que ver con esto así que no importa.

Nacho dijo...

Inter: puede ser. Es que el tipo de gente que estaba tampoco se caracterizaba por ser muy eufórica.

Nano: En realidad cada jugador juega con la ropa que le paga (ej: Cuevas con Lacoste, y Felder con Nike) y le pone el nombre de su país atrás. Colombia es la excepción, que tiene una marca propia para el equipo. Ah, y Cuevas jugó también de celeste.

Editor: abrite, contanos.

Internauta Rebelde dijo...

Me olvidé de una cosa: todo' puto!

Seba.uy dijo...

uruguay nomaaaaaaaaaaaa !!!!

estuvo bueno, igual me gustaba mas la epoca de filipini/perez, sobre todo porque ahora es solo cuevas, felder ta pintado y de "bebu" mejor ni hablemos, con ese sobrenombre no puede representar a uruguay, lo tendria que agarrar ribas y cambiarle el apodo por pterodactilo o algo asi...

andal13 dijo...

Muy interesante la foto de los asientos vacíos; parecen filas de lavatorios/lavabos/piletas/bachas.

Nacho dijo...

Andal: en esas cosas apoyé el culo (con el perdón de la expresión) durante horas y con un sol matador que me dejó negro el hemisferio derecho de la cara. Salí hecho mierda. Ta, perdón. Me descargué. Mal yo.

Seba: y además del Bebu tenemos como capitán al "Bebe" Pérez.

andal13 dijo...

Sí, me imagino que fue una experiencia traumática... Estamos contigo, Nacho!

Bestiario dijo...

Cosas:
1º a no desmerecer a Felder que jugó mucho mejor de lo esperable en el dobles, tampoco fue todo mérito de Cuevas, los colombianos sabían que Felder era el punto débil y lo buscaron todo el tiempo y el loco aguantó.
2º Cómo se hicieron odiar los colombianos, principalmente Farah. Y el juez un Amarilla o un Torres pero del tenis, es decir un hijo de meretriz.
3º Cuevas jugaba un rato de celeste, un rato de blanco.

El editor dijo...

Apa, apa, apa. Cuevas no está jugando con la remera de argentina pero de forma encubierta.