Se armó la gorda

Hola. Soy el Doctor Del Prete, y tengo algo para compartir.

Mi situación económica no es la mejor; llego apenas a fin de mes, pateando los problemas de hoy para el mes que viene o el siguiente. Porque como decía la vieja Pelusa: a último momento siempre aparece un prestamo salvador.

Mis padres solian ser mucho mas cuidadosos que yo con el dinero. No es que yo no lo sea, pero la plata parece ser siempre insuficiente. Claro que ellos tenían menos estímulos. Tuvieron el mismo televisor color desde 1981 y hasta 2011, el mismo equipo de audio desde 1982 a 1996, etc. Como nunca fueron de viajar, calculo que no tenían en qué gastar la plata.

Algo parecido le habra ocurrido a mis abuelos paternos, que en determinado momento llegaron a ser, si no millonarios, sí "pudientes". En el entendido de que tenían algo asi como cuatro o cinco propiedades. Una para cada nieto (tenían cuatro nietos; y digo tenían porque ambos han muerto hace tiempo, más o menos cuando mis padres cambiaron de equipo de audio).

La mía estaba ubicada en Rivera esquina Acevedo Díaz. Sigue estando ahí. Tenía un local comercial que hace unos años fue desprolijamente tapiado con bloques.

Usted se preguntará si la llave de esa casa alguna vez llegó a mis manos.

La respuesta es obvia.
No.

¿Por que?

En el medio de esta historia apareció una mujer. Llamemosla "la Gorda". La Gorda trabó relación con mi tía (hermana de mi padre), y empezó de alguna manera a hablarle mal de mis padres a mis abuelos, en particular de mi madre. Cualquier cosa llegaron a inventar.

Para no aburrirlos con detalles, la historia terminó con mis abuelos poniendo todas las casas a nombre de mi tía, que de alguna manera no del todo legal se las trasladó a la citada Gorda. Hoy en día, en "mi casa" vive uno de los "hijos de la vida" de la obesa (tiene como 14, reclutados del INAU al parecer, lo que convierte a la Gorda en un ejemplo a seguir). Menos suerte tuvo mi hermana: su casa fue rematada para pagar las deudas que mi tía fue generando en todo este tiempo.

He omitido varios detalles. Por ejemplo, que la Gorda vive con el marido y con la amante de éste. Que se sospecha que la Gorda es lesbiana, y habría seducido a mi tía. Que la gorda responde a una organización encargada de embaucar a viejos ignorantes con plata. Etcétera.

Afortunadamente, a mi padre nunca le importó lo material, y no movió un músculo por cambiar la realidad. Yo, menos.

Pues bien, quería compartir esta historia. Gracias por todo, amigos.