Bien Loquito, bien.

Sale Nacional a la cancha, brazos al cielo, por primera vez en el torneo se deja de lado esa costumbre pedorra de hacer encontrarse a los equipos a la salida del tunel para ingresar juntos, etc. ¿Y no va el gendarme y se nos cruza en el momento justo, arruinando una foto que de por sí no era la gran cosa? Señor Bonomi... teléfono para usted.

Ingresa Liverpool al campo de juego con Carlos Valdez en el arco. ¡Qué curioso! El botija de lentes nos fichó de entrada. No se come ninguna. Si a vos te gusta, a él le encanta.

"Dame un abrazo hermano... te extrañé tanto". En algo raro andan estos dos.

Así terminó Dluzniewski. Un asalto a mano armada: 50 pei el paquete. ¡Tas pasao, Eduardo!

Estalla la parcialidad negriazul. 

Arranca el partido y Arruabarrena pretende llevar a cabo su clásica cábala de chocar puños con el Cacique Medina. Pero éste (el Cacique) no fue convocado por haber sido expulsado ante el papal. En la Colombes, destaca el clásico recurso de tapar tribuna con banderas. ¡Pilluelos!

El afrodescendiente tricolor que va al suelo, como siempre. "Es una costumbre exótica de su patria: no puede empezar a jugar un partido si antes no hunde sus fosas nasales en el pasto", explica Burián, titular 6 años después. Se estima que otros jugadores preferirían cumplir con dicho ritual pero sobre la línea de cal, previamente tuneada con merca cortada con tubo luz.

"Venga con papi", parece decir el Cachorrito querido.

¡Apareció el Doctor Prudente! Devenido en agente del orden. ¿Se lo imagina haciendo el avioncito mientras le mete palo a un inadaptado?

Jopito le muestra sus nalgas a quien quiera verlas. ¡Y nosotros parece que queremos, Jopi!

Matías Fidel Castro llega a lo más alto y captura el balón. Qué curioso, teniendo en cuenta le envergadura física del ariete Vicente.

Qué pinta de langa... está como diciendo "¿a papá mono con bananas verdes?" También podría estarnos haciendo un gesto obsceno, ojo, a no descartar ninguna hipótesis a priori.

Se paralizan los corazones: Albín va a entrarle al balón. Debido a que casi que no se mueve, se ve obligado a sacarse el short de entre las nalgas cual Rafa Nadal. Mientras, allá en el arco, el portero se da cuenta de que perdió el reloj pulsera, y lo busca sobre la verde planicie del viejo campo chivero. 

Otra vez problemas fecales para el argentino: con el partido en juego, no tuvo mejor idea que ir de cuerpo en pleno match. Se limpió con el pastito, como corresponde.

Alonso toca su viola imaginaria. Del corazón andarás bárbaro, ¡pero hacete ver esa capocha, chiquilín de bachín!

Aquí vemos a Castro, como gato entre la leña. Por las dudas, Arismendi vigila el palo, no sea cosa que se caiga.

Tras 45 minutos de pura adrenalina, el árbitro de la contienda da por culminada la primera parte. |Viva el fútbol!

Acá vemos a Abreu saltando a la cuerda mientras sus compañeros se cuestionan si hacerle el vacío o no al nuevo entrenador.

"Puto el que salta", grita el preparador físico, cuyo nombre ignoro.

En acción  el portero Tejera. Precioso botija. Es el Cachorro de la nueva década, hay que decirlo.

Atentado violento al pudor: Arrua Barrena saca al gordo Albín, de exquisito rendimiento. Uno ya no entiende más nada. ¿Se puede ver tan mal el fútbol?

Castro vuela, vuela. No le hace falta equipaje.

¿Qué tal los tamangos del Loco, modelo "Picadita"? Una poronga. ¡Con razón hacés todos los goles de cabeza, loquito querido!

¿Y qué tal estos del portero Tejera? ¿Los hay de hombres?

¡Basta de violencia en nuestros espectáculos! Aquí el player Godoy intenta solucionar de mala manera un diferendo surgido con el juvenil Bueno, hundiéndole un botín en el ojo izquierdo.

Arrua escucha el primer "andate Vasco", y decide apaciguar a las fieras dándole ingreso al popular Loco. ¡Tirá la remera azul esa que está hecha moco, no seas malo!

Córner para Nacional. Ejecuta Vicente...

... Alonso cabecea entre tres rivales, la pelota rebota en Abreu y entra. ¡Nacional nomá! Aquí festeja el Loco  de la gente...

...y acá sigue festejando, como solo él sabe hacelo: con gestos incormprensibles dirigidos a los parciales que lo tienen como ídolo. Alonso medio que se aburrió de la pavada y se fue.

Pezzolano posa para una revista gay antes de ejecutar un tiro libre. Y...

... aquí vemos el resultado. La famosa "papa seca" del Pezzo. Cachorro se tenía fe y apenas si puso un hombre en la barrera. El balón, ese pícaro individuo, se perderá en los confines del foso de la Ámsterdam, de donde nadie sale vivo.

"Choque esos cinco, moreno" dice el Hueso. Pero Efraín lo ignora. "¿Ah sí? Ya vas a ver..."

Y dicho y hecho: segundos después, Romero le dirige un saludo fascista al afrodescendiente. ¿Y si cambiamos la violencia por la tolerancia, ágil oseo?

Testimonio concluyente: Abreu alguna vez tocó la pelota fuera del área.

Primer gol de Abreu. Segundo gol, pase del Colo Romero, definición de Bueno. ¿Qué tres jugadores llegaron desde el banco? Abreu, Romero, y Bueno. "No, si ven que me salen mal los cambios, me pegan el grito" tiró Arruabarrena en la conferencia de prensa. ¡No te agrandes!

¿Ven por qué es el número uno? Terminó el partido, y el humilde orate del gol le regaló una casaca a un morocho que medía como 2 metros, y que le había preguntado qué hubiera pasado si se hubiera dedicado al básquet. ¿Queda lugar para algo más en esa camiseta? Como diría el viejo y querido Carles: ¡están bravos los zíngaros!