Culmina el resumen histórico del balompié olímpico, amigos y amigas, con
las últimas cuatro perlas de este collar de triunfos y frustraciones, ¿no es
cierto? No, no lo es, pues parece que en julio, un puñado de jóvenes celestes
más tres veteranos, pisarán suelo londinense con la sana intención de retornar
a Montevideo con la presea dorada, para luego recibir el justo reconocimiento
por parte de ese público celeste que siempre apoyó a este grupo, y que se
encargará de terminar de destruir las instalaciones del Estadio Centenario,
escenario de mil batallas.
1996, Atlanta: Nigeria campeón. El fútbol
masculino (por primera vez también hubo fútbol olímpico femenino) contó con la
Argentina de “Piojo” López, “Valdanito” Crespo, “Burrito” Ortega, “Muñeco”
Gallardo, Ayala, Simeone, Chamot, Zanetti, Almeyda, Sensini, Sorín, Verón,
Barros Schelloto y el futuro arquero mirasol Pablo Cavallero. Le metieron 4 a
la España de Gaizka Mendieta, Raúl y Morientes, y luego 2 a la Portugal de… no,
no estaban ni Figo ni Rui Costa. Para peor, Nigeria le ganó al Brasil de
Roberto Carlos, Bebeto (que jugaba como supra sub 23, no es que en 1988 haya
jugado con 11 años), Rivaldo, Juninho, Savio y el aún flaco Ronaldo, por lo que
la final ante los africanos se daba poco menos que como un trámite para el
combinado albiceleste.
“No podemos perder contra los negritos, boludo”. Claro
que los presumiblemente pequeños afrodescendientes, no eran tan pequeños: West,
Babangida, Kanú, Okocha, Amokachi, Oliseh, Babayaro, y Amunike, todos ellos
nombres que era muy divertido escucharle pronunciar al relator Alberto Kesman,
y que el aficionado promedio uruguayo necesitó conocer entre 1994 y 1998, en
virtud de la ausencia celeste de la Copa del Mundo. Ganaron los verdes como más
le gusta al hincha nigeriano: 3 a 2 en la hora, con un gol feo como el Pelo de
Taribo West.
Vale acotar que Uruguay quedó eliminado del
Preolímpico disputado en Mar del Plata, al que había concurrido con un plantel
rico en calidad y en problemas de disciplina.
2000, Sydney: Camerún campeón. Con la base de
los equipos juveniles que tan bien habían andado en los Mundiales de 1997 y
1999 (Carini, “Gallego” Rivas, Sorondo, Chevantón), el fútbol celeste viajó al
Brasil otra vez con la sana intención de volver a los Juegos Olímpicos. Todo
hacía indicar que lo lograría, pues terminó la fase de grupos primero e
invicto. Pero como suele ocurrir con todo seleccionado medianamente juvenil
celeste, en la segunda fase no pudimos levantar las gambas, y nos golearon
chilenos y argentinos, aunque clasificaron trasandinos y brasileños.
En los juegos olímpicos australianos, fueron los de
Bachelet los que llegaron más lejos, con Zamorano pero sin Salas. Pero ambos
(norteños y chilenos) cayeron ante Camerún, que se quedaría con el oro al
derrotar por penales a la España de dos de los preferidos de la comunidad de
payadores: Tamudo y Angulo. En Camerún jugaba el enemigo número uno del
uruguayo Diego Forlán: Samuel Etoo.
2004, Atenas: Argentina campeón. Ese orgullo
que nos daba el sabernos los únicos sudamericanos en haber conquistado el oro
olímpico, se fue por el piso cuando los comandados por Marcelo Bielsa llegaron
a lo más alto. Claro que se vieron favorecidos por el fixture: para ganar el
oro, debieron cruzarse con Serbia y Montenegro (un país devastado, a punto de
dividirse aún más), Australia (juegan a un fútbol propio, diferente al
nuestro), Túnez (que no sabríamos ubicar en el mapa africano), Costa Rica (no
meten un jugador decente desde los primos Wanchope), e Italia (salvo Gilardino
y Pirlo, eran todos empleados de una fábrica piamontesa), antes de la final
ante… ¡Paraguay! Irse tan lejos a jugar un torneo y que te toque la final con
Paraguay, no es algo que le desee a mi peor enemigo futbolístico.
Podrá decirse que Argentina jugó 6 partidos, ganó los
6, y no recibió un solo gol en contra. Y será cierto, pero no estamos aquí para
defender a aquel equipo integrado por “Carlitos” Tévez, Javier Saviola, “Lucho”
Figueroa, “Kily” González, “Chelito” Delgado y Andrés D’Alessandro. El arquero
era Germán Lux, que al ser echado de River (según él, por un hincha de Boca: el
presidente Daniel Passarella), libró una maldición sobre el equipo millonario
que terminó con el descenso de éste. ¿Uruguay? Bien, gracias. Quedó cuarto
entre cinco en su grupo eliminatorio, de la mano de Juan Ramón.
2008, Pekín: Argentina campeón. Ahí sí que se
fueron de tema nuestros hermanos, que ahí mismo nos empataron en Mundiales,
Copas América y Oros Olímpicos. Entonces nos calentamos y les tuvimos que ganar
la Copa de visitantes otra vez. Claro está que habíamos quedado bastante
calentitos, porque en el sudamericano sub 20 del 2007 (que ahora suplantaba al
Preolímpico sub 23, que cada vez tenía menor popularidad) nos metieron un gol en
la hora (pero en la hora mal) que nos dejó afuera.
Otra vez le tocó casi la misma serie papita al
combinado ahora dirigido por el ex entrenador de Bella Vista, Sergio “Checho”
Batista: Serbia (Montenegro ya se había enojado e ido por la suya), Australia y
Costa de Marfil, con Bagayoko, Kalou y Cisse pero sin Drogba, que se quedó
pescando. En Argentina jugaban Messi, Riquelme y Agüero, por eso no debe
sorprender que cuando la cosa se entró a complicar (en cuartos ante Holanda, en
semifinales ante Brasil, en la final ante Nigeria) la Argentina no tuvo grandes
complicaciones para quedarse con el oro. ¡Viva Perón!
22 comentarios:
¿Puntos por el primer comentario?
Viva!
Linda, bah, muy linda colugna.
Qué grande Lux, el Jacques de Molay de River. Chupen giles.
nah, lo del banner debe ser una joda no? debes estar tomando el pelo no?
cada vez más maraca el banner!
maraca?
Me parece que estás equivocado.
No entienden nada. Recién pasé por la Plaza Libertad, y vi el anuncio. ¿Seguro que la joda en lo del pipi es ese día?
El cambio de banner es debido a...?
Ah, es por eso!!!(?)
Cuánto putismo!
Que logo de mierda el de Londres, eh?
Borrame de la misión Polilla Reyes, me acabo de dar cuenta que coincide con el concierto de Diego.
Yo creo que debemos ser más tolerantes, la tiro...
Yo podía perderme a Divididos por ir a lo de Pipi, pero con Diego no se jode, borradme de la lista de invitados.
tiramelá WO
Definitivamente, esta es una generación perdida.
Ese combinado nigeriano del 96 me ha facilitado muchos viajes con taxistas nigerianos. No hay como tomarse un tacho con un nigeriano y ver la cara de satisfacción de estos muchachos cuando un reconoce admirar a aquel Nico Olivera nigeriano mejor conocido como Jay-Jay Okocha. En seguida, te bajan la tarifa y te hablan de cómo se fue todo al carajo cuando Bora Milutinovic se fue. Te dicen que los consagrados de Europa no tienen sangre y que no sienten la camiseta como aquellos botijas del 96.
Qué grande el taxista nigeriano. ¿Cómo lo diferenciás de uno marfileño? Y lo más importante: ¿tienen mampara los taxis?
Los nigerianos desbancaron a los armenios en los taxis?
Diferenciarlos es bastante fácil, basta preguntarle la procedencia y los tipos por lo general te dicen. Pero es increíble la cantidad de taxistas nigerianos. Una vez, tome un taxi con un muchacho no nigeriano sino libanés que cuando le dije que era uruguayo me preguntó re emocionado si había visitado alguna vez el Chuy. Me contó que él algún día quería ir. No tengo palabras para definir que sentí en ese momento ante este buen hombre que soñaba con visitar el Chuy.
Y los taxis no tienen mampara. Cosa de locos.
En Perú no tienen mampara, pero algunos conductores se separan del pasajero por algo así como una jaula de mimbre.
Por no decir que a veces comparten pasaje, y si el tipo es medio petiso, lo pueden llevar en la valija. Lo juro.
Si no me quieren creer, lo entiendo.
Yo te creo Fagalde. En Quito me tome un taxi cuyo buen conductor tenía la costumbre de dormitar en cada luz verde. El hombre despertaba como sorprendido ante las bocinas del resto. Fue un viaje en el que en repetidas ocasiones pensé que no viviría para contarlo.
Muy buena nota, casi me la pierdo entre tanta foto obscena...
El partido Nigeria-Brasil del 96 fue uno de los mejores que vi en mi vida, fue increible como metieron huevo jugando al fobal esos tigres...me emociono tanto que en la final hinche a mas no poder por los africanos (aunque calladito, dado que estaba todo pa que ganen los porteños), tan es asi que cuando los clavaron en la hora a los porteños lo grite como un gol de uruguay y un porteño grande como un ropero que habia en la vuelta me tuvo que surtir un rato pa sacarse la bronca
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