miércoles, 25 de abril de 2012

Cinema Soca: Para no ver antes de ir al hospital


Hay pocos lugares más tristes e inhóspitos que un hospital. Alguno me podrá increpar que la oficina que expedía la cedula en Canelones hace algunos años era lo más parecido al infierno. Y puede ser que tengan razón. Otros podrán decir que hay pocas zonas más maléficas que la adscripción de un liceo público, en especial cuando uno necesita pedirles luego de 20 años de egreso una copia de la jura de la bandera. Pero exceptuando esos casos extremos, es seguro que los hospitales, las emergencias móviles y las policlínicas ocupan un lugar de privilegio en el podio de entidades tenebrosas. Por más cloro, fotos de caballos árabes corriendo por montañas nevadas o dispensadores de agua Sirte que le metan, los hospitales son macabros. Y la recomendación cinematográfica para hoy nos recuerda esa verdad. La película elegida es rumana y se titula La muerte del señor Lazarescu. Estrenada en 2005, esta película de 144 minutos fue escrita y dirigida por Cristi Puiu. Para ser honesto, no he visto más películas de este muchacho, pero su nuevo film- Aurora- acaba de ser estrenado y promete. Vale decir que el cine rumano se las trae desde ya unos cuantos años. Ya iremos repasando en nuevas entregas de Cinema Soca otros gloriosos films provenientes de la tierra de Dan Petrescu, Gheorghe Hagi y Tomas Refrescu.

Ahora, ¿cuál es argumento de la película elegida para hoy? Bueno, es muy sencillo. Una noche el señor Lazarescu llama a una ambulancia porque le duele la cabeza y se siente mal. Naturalmente, la ambulancia demora un buen rato. Lazarescu entonces pide ayuda a sus vecinos quienes en el fondo, más allá de los modos, le terminan dando una mano. La acción de la película comienza, sin embargo, cuando Lazarescu es llevado por la ambulancia a distintos hospitales de Bucarest, los cuales por diferentes razones no pueden ocuparse del pobre hombre. Si bien tiene la dicha de ser acompañado por una enfermera buena persona, el resto de las interacciones son jodidas y pueden herir la sensibilidad de más de uno. La película está definida como una comedia negra; aunque dudo que al uruguayo promedio esa etiqueta le pueda parecer acertada. Además de la actuación de Ioan Fiscuteanu interpretando a Dante Remus Lăzărescu, hay una actuación muy destacada de la gran Luminiţa Gheorghiu. Esta señora es como un César Troncoso del cine rumano, ya que aparece en cada película rodada por esas tierras. Un dato no menor es que Fiscuteanu murió poco después de interpretar al señor Lazarescu. Vale tan solo esperar que Fiscuteanu no haya tenido que pasar por similares vejaciones a las vividas por el mismísimo Lazarescu. 

¿Cómo ver este film si aun no lo ha hecho? Hay varias opciones. Primero, esta película se da dos por tres en Cinemateca. Segundo, varios video clubs la tienen en su poder (el video del Cordón, por ejemplo, seguro la tiene). Tercero, en la web hay algunas opciones para verla. Lamentablemente no he podido encontrar ninguna que no sea traducida al español de España, o que este completa. Si conoce de un buen link, siéntase libre de compartirlo.

36 comentarios:

Dobleveo dijo...

Primero que nada: fantástica la recomendación de la semana pasada (Alamar), recomendable.

Segundo que nada: Adrián Mutu, el propio Rumano.

Christián dijo...

Me alegro, Dobleveo que te haya gustado la recomendación. Alamar es una película que pega fuerte. Yo la vi como dos veces, y me impacto cada vez por diferentes razones. Sino viste la del señor Lazarescu, también creo que te va a gustar.

Unknown dijo...

Yo soy enfermero, trabajo en cti,me parece que es un poco exagerada tu vision de la salud, no es para tanto che

Christián dijo...

Pa, Kurcovein, no se que decirte. A mi los hospitales en general me parecen lugares jodidos. Pero capaz que solo me pasa a mi, y a Lazarescu.

Unknown dijo...

Será costumbre mia nomas, no me des bola

Alvaro Fagalde dijo...

Yo ni hablo.

nanodelchuy dijo...

Fagaalde: loco, pa sacar hora pa un oftálmologo en la española, es imposile!!
hay que hacer guardia como pa sacar entradas pa paul!

nanodelchuy dijo...

Prdón Cristian, metí cualquiera en tu columna.
Ésta(*)) sí la voy a ver, la de la semana pasada, no me dio, realmente.
Soy medio flojito

Unknown dijo...

Fagalde, vos trabajas en la espanola? (no tengo enie en el teclado, mi compu es de paraguay), pedime hora en el incor que no fui a la consulta pasada

pipicui dijo...

Cristian querido... Si mandás un Gracias Pipi, sos crá!, capaz que hasta te leo la columna y todo. Si no, nada.
Chantaje de Orsai que le llaman...

Christián dijo...

Pa, pipi, ¿Cómo es eso de que hay que adular para ser leído? Igual, te mando un saludo fraterno.

pipicui dijo...

No, adular no...
Sería más bien invertir en publicidad personalizada por adelantado.
Ta, nos perdimos terrible negocio.

Lucho dijo...

Muy bueno!! Cine rumano, nunca vi nada ni cercano...bueno Dracula es algo cercano no?
Tampoco pude ver aun las 2 anteriores pero las tengo bajadas, asi que si alguno consigue el link pa esta se gratificara...

Con respecto al tema de las emergencias yo tengo una anécdota en un hospital publico de ciudad de Guatemala (algo asi como el Clinicas de aca, pero alla es el Roosevelt) donde por un accidente tuve que pasar como 4 horas de madrugada y mamita!! Cada figura habia ahi dentro, que da pa escribir 3 o 4 libros...tétrico

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Alvaro Fagalde dijo...

Llamas al Incor mismo, Kurt.

Alvaro Fagalde dijo...

Es cierto, está salado para conseguir oculistas. No así para pedir turno para el Incor, que yo sepa.

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Sinca Bellos dijo...

Tomas Refrescu?

Christián dijo...

Tomas Refrescu es un personaje de Dolina con el que jodio un tiempo hace varios, varios años.

Sinca Bellos dijo...

Ah mirá, nunca lo escuché.

Christián dijo...

Si mal no recuerdo, Dolina decía que el trabajo de Refrescu consistía en levantar los cables de alta tensión con un palo para que pasaran los ómnibus en las calles de Bucarest.

Dulcinea dijo...

Cristian, no he visto ninguna de tus recomendaciones aún, pero pintan bien.

El cine rumano es como el Iraní, nadie dda dos pesos en una primera instancia, pero después que ves algo, por lo menos a mi, me parece de lo mejor.

Christián dijo...

Bueno, Dulcinea, coincido plenamente contigo. Eso es una de las cosas que hace grande a Cinemateca. Mis amigos de otros lados nunca tuvieron la chance de ver cine de otros lados a precios de regalo. Eso te inhibe a la larga de tirarte a ver películas de procedencia dudosa. En Cinemateca por ejemplo, los ciclos de Kiarostami han sido constantes de hace años. Ayer justo pensaba en escribir una columna sobre Close-Up, la película de Kiarostami que habla de un flaco que se hace pasar por director de cine y que lo llevan en cana en Irán. Voy a ver si me animo a hacerlo.

Dulcinea dijo...

De Kiarostami me gustó "El sabor de las cerezas".

Lo que tienen este tipo de películas es que son lentas, por decirlo de alguna manera. Para lo que estamos mal acostumbrados a ver, donde todo el rápido, con grandes depliegues, luces, sonido, etc, este cine les va a parecer un embole total.

Pero esta bueno, bueno. Solo hay que estar bien dispuesto a disfrutarlo.

Christián dijo...

Si, Dulcinea. Yo tampoco tengo mucho, mucho aguante para las películas muy lentas. Pero el error es pensar que todo lo que no sea Hollywood es lento y pasmoso. Y es un error en el que se cae bastante seguido. Las películas que vengo eligiendo llevan un buen ritmo –creo- y deberían ser del agrado de mucha gente. O al menos eso espero. Luego me contas que te parecen.

Dulcinea dijo...

Dale, voy a tratar de verlas en breve así te digo que tul.

Christián dijo...

¡Esa es la actitud!

Carles dijo...

No vi ninguna de las recomendaciones pero me gustan mucho las propuestas, voy a ver si les entro.

Alvaro Fagalde dijo...

Ese es un tema. Se está acostumbrando mucha gente a que una película tiene que tener muchas explosiones y persecuciones para ser entretenida y divertida. Y muchas veces esas cosas terminan siendo más aburridas y rutinarias que el + lento de los filmes iraníes.

Christián dijo...

Totalmente, Fagalde. Pero es como la comida. Si a vos te acostumbran a comer fritos y bebidas colas, luego te ponen un juguito y una ensalada y te parece joda. Hay que darle cierto balance. A mí con el cine me pasa lo mismo que con la música. Tengo películas y músicas de acuerdo al estado de ánimo. Por ejemplo, confieso que mis películas favoritas anti depresión son las tres del “El señor de los anillos” y las tres de “Matrix”. Y eso, porque combinan muchas cosas que al final de verlas me hacen sentir mejor. El tema es que el cine más comercial se ha quedado en los efectos (sean estos especiales o ya sea poner una mina que se parte) y se olvidan bastante de contar una buena historia. Por suerte, para contar una historia solo hace falta una buena idea. No se precisa, por ejemplo, gastar millones para hacer una película de suspenso zarpado. Los rusos son maestros en eso. Para la semana que viene voy a ver si escribo algo sobre cine ruso.

Dobleveo dijo...

Qué fundamental es que el columnista atienda bien su columna.


Felicitaciones Cristian, a este ritmo, gracias al blog, seguro vas a conseguir novia.

Christián dijo...

Siguiendo con el tema, y perdón si la estoy pudriendo, el caso de Rambo es super interesante. En Rambo 1, basada en una novela de David Morrell, Rambo se llama John. Y es un flaco que vuelve de Vietnam, destrozado por la guerra, a un pueblito a buscar a un amigo (o a darle algo a la familia de ese amigo, no me acuerdo). Pero luego, entra la dinámica del desprecio y la desconfianza del resto de la gente del lugar con este flaco, quien anduvo arriesgando su vida por defender justamente a los bananas que lo destratan. Rambo no mata ni a uno en esa película. No quiere pelear. El tema es que las escenas de pelea fueron tan exitosas, que las reediciones transformaron al John Rambo hecho pomada y traumado por la guerra, en una maquina asesina utilizada para matar a cientos con un cuchillo. La idea original estaba buena. Las siguientes fueron una garcha.

Christián dijo...

Gracias Dobleveo. Lástima que ya estoy casado. No te haces una idea los cientos de mails que me están llegando de minas que me quieren conocer desde que estoy escribiendo la columna. Menos mal que no me dejaron escribir de futbol o música. Ahora entiendo porque Jackie se curtio a medio pueblo en Uruguay.

Alvaro Fagalde dijo...

Ah, si escribís de futbol en este blog te clavás todo...

Alvaro Fagalde dijo...

Esperare con ansiedad esa columna de cine ruso.

Tengo entendido por otra parte, que por extraño que parezca la novela original de Rambo era totalmente anti participación yanqui en Vietnam.