Carta a un (¿ex?) presidente

Querido José Luis:

Antes de arrancar, pretendo aclarar algo: no te conozco, ni pretendo que me tengas en consideración para algún cargo administrativo en la AUF. Creo que de hecho me sería imposible cohabitar ese edificio tan poco feliz en el que te has movido con loable actitud desde tu asunción.

Seré breve, más que nada porque estoy yendo en una Copsa rumbo al este y me quedan 40 minutos de batería en la compu que saqué en 166 cuotas con esto del Plan Ceibal. Me enteré ayer escuchando a Ríos que estás como ofendido y que pensás en dar un paso al costado. Puntualmente –por usar terminología del citado profesional del micrófono– que ciertas instituciones te acusaron de actuar a favor de los equipos grandes de nuestro país, y que vos inmediatamente presentaste la renuncia.

Te juro que es de no creer. Porque que me digan que estabas al tanto de lo de la Yoselem, y que te critiquen el mal gusto, bueno, vaya y pase. O incluso que haya quien diga que este último ha sido el campeonato más desprolijo de los últimos tiempos. Pero que sos pro grande, no, eso sí que no tiene gollete. Es decir, sí, lo sos… ¿pero qué dirigente no lo ha sido? Todos lo somos, empezando por los dirigentes lambetas de los cuadros chicos. Como dijo aquel ex arquero de Peñarol y la selección: “sí, yo seré corrupto… pero vos también.”

Si siempre ha sido así, José Luis. Que no vengan con pavadas. Y te digo más: antes era peor. Imaginate si vos te hubieses puesto firme con lo de la guita, y los grandes terminaban bajando. Te iban a recordar como el tipo que destruyó nuestro fútbol. Y lo que es peor… ¡lo que iban a decir de nosotros en el exterior! Porque vos lo sabés mejor que nadie, no importa que seamos un desastre, lo que realmente duele y preocupa, lo que ciertamente nos quita el sueño y nos avergüenza, es que las imágenes recorran el mundo. Vos viste cómo es esto: el Pato Ferreri te hace un gol de taco, y las imágenes no las ves en ningún lado. Pero ni bien Prudente te suspende el partido antes de arrancar, o se arma una batahola en Jardines, o afanan a los boleteros, o se suspende el campeonato, o se vuelve a suspender, y ahí sí… todas las cadenas internacionales se cuelgan, en particular las argentinas.

Porque es obvio que acá hay una campaña en tu contra, José Luis. Y no me extrañaría que esté orquestada desde la Argentina, porque saben que tienen al Diego de técnico y en cualquier momento se retoba, manda todo al carajo y lo pone a su hermano Hugo o al Lalo de 10… ¡por algo ya se peleó con Riquelme! Y claro, arman este quilombo, dejan a la AUF sin su conductor, y seguro que la selección se nos viene abajo.

¡Están cagados, José Luis! Ahora nomás le ganamos a Paraguay, Chile y Brasil y quedamos primeros, vos lo sabés muy bien. Por eso no nos quieren dejar crecer. El argentino es así: te quiere, pero siempre y cuando estés debajo de él. Si lo superás ya te entra a mirar cruzado. ¿Cómo los vamos a pasar si todavía nos ven como una provincia, si cuando arman los castings para los “bailando” o los “cantando” hacen uno acá tal como hacen uno en Formosa o el Chaco? Nos tienen miedo, José Luis. ¿Vos te pensás que lo de Pezzotta fue casualidad? Nos tienen miedo, yo sé por qué te lo digo.

¡Vamo’arriba, José Luis! No te bajés ahora. Vos tenés cintura. La tuviste para dejar afuera a Villa Española y adentro a los grandes. Eso es lo que muchos llaman boliche, el mismo que le aplaudían tanto al otro, a ése que ahora ya más de uno entró a pedir y que mejor haría en arreglar el desbarajuste que armó en Huracán, donde le deben hasta a Julio Zoppi y al Topo Giggio.

Te mando un abrazo. Pensá en lo que te digo y vas a ver que todo tiene solución.

Un hincha tuyo.

(Publicado en Guambia, 14/03/09.)