jueves, 26 de enero de 2012

La Copa Libertadores es mi obsesión (parte 2)


Prosigue la recorrida por las ocho perlas que componen el collar de Copas Libertadores cosechadas por nuestras emblemáticas instituciones, a días de comenzar a enhebrar la novena.

1980, Nacional bicampeón

Como ya era costumbre, los equipos uruguayos (Nacional y Defensor) compartieron serie con los bolivianos Oriente Petrolero y The Strongest. Nacional se comió 3 ante los aurinegros en La Paz, pero ganó los otros 5 encuentros y clasificó sin despeinarse. La defensa integrada por el aún joven y presumiblemente bolche Hugo De León, y el veterano Cacho Blanco, junto a los expeditivos Washington González y José Hermes “Chico” Moreira, con Víctor Espárrago devenido en volante central y Rodolfo Rodríguez en el arco, dotaban al Nacional del Pepe Mujica de una capacidad defensiva nunca antes vista.
Los tricolores ligaron lindo en el reparto, pues en semifinales debieron cruzarse con O’Higgins de Chile y el Olimpia de Luisito Cubilla, campeón vigente. Nacional ganó los dos partidos de visitante 1 a 0 con goles de Dardo Pérez, pero la cosa se complicó en Montevideo cuando los guaraníes se pusieron arriba en el score. Pero al final los bolsilludos empataron 1 a 1, la tarde en que el argentino Horacio De la Peña se coronaba campeón en el abierto de Roland Garros. “De la Peña, De la Peña, De la Peña, de volea, de volea, de volea” inmortalizó Víctor Hugo Morales, por entonces dedicado al relato del deporte blanco, treinta años antes de pelearse con Magdalena Ruiz Guiñazú.

Ya en la final, tocó turno de enfrentar al Inter de Porto Alegre. Un número importante de hinchas tricolores (que según la fuente consultada varía entre 10.000 y 450.000) acudió al estadio Beira Río. Y todo para un 0 a 0 de morondanga.

En la revancha, desbordó Moreira, tiró el centro, y Waldemar Victorino (que comenzaba con la racha positiva más destacada y efímera del fútbol mundial, acaso comparable a la del italiano Totó Schilacchi en 1990) no tuvo que esforzarse demasiado para anotar el gol del triunfo.

1982, Peñarol tetracampeón

Dirigido por Hugo Bagnulo (no lo comente frente a un payador), Peñarol contaba con hombres como el arquero Gustavo Fernández (no muy agraciado técnicamente pero muy afortunado, antítesis de su colega Fernando Álvez), los zagueros Walter “Indio” Olivera (gran hincha de Nacional) y Nelson “Tano” Gutiérrez (gran ser humano), el volante Mario “tintura veloz” Saralegui, y el habilidosísimo puntero Venancio “Chicharra” Ramos, junto a Morena y su archienemigo, el brasileño Jair.

En primera fase Peñarol superó a Defensor, Sao Paulo y Gremio (resulta claro que Cataldi ya no armaba las series), y en semifinales a Flamengo y Ríver. Destacó el 4 a 2 a Ríver en el Monumental (Carrizo volvió a pararla de pecho) y el 1 a 0 sobre Flamengo en Maracaná, con soberbio gol de tiro libre de Jair. Obvio que nadie fue a saludarlo.

En la final tocó rival chileno: el anaranjado equipo de Cobreloa. Parecía papita, pero empataron 0 a 0 en el Centenario. La revancha se jugó en el Estadio Nacional de Santiago, lo que fue una suerte ya que Cobreloa basaba su fortaleza en oficiar de local en un estadio medio chuminga pero ubicado a 7.904 metros sobre el nivel del mar, en pleno desierto de Calama. El partido procedía a terminar empatado 0 a 0, cuando Venancio metió un centro llovido y pasado, que Morena controló antes de rematar suave y por encima del arquero Manuel Wirtz, que esa misma noche compuso el tema “amor donde quieras que estés” en honor al zaguero Mario Soto, que había perdido la marca del popular potrillo carbonero. La pelota terminó en las redes, Morena salió festejando como enajenado, y los proyectiles comenzaron a llover desde el generalmente iracundo público chileno.

1987, Peñarol pentacampeón

Dirigido por Oscar Washington Tabárez (al que estuvieron bien cerca de echar), Peñarol debió sortear la dura oposición del Club Atlético Progreso (en cuyo mediocampo destacaba el futuro presidente Tabaré Vázquez), el histórico Alianza Lima y el poderosísimo Colegio San Agustín. El carbonero equipo ganó cuatro partidos y empató dos, clasificando a una exigente serie semifinal ante el campeón vigente River Plate, y el mítico Independiente de Bochini. 

Allí se vio lo mejor del equipo de las once estrellas, con estelares performances de hombres de ofensiva tales como Diego “quién ze haze cargo de ezto” Aguirre, Daniel “Pollo” Vidal, Jorge Cabrera, Ricardo “Zurdo” Viera, Eduardo Da Silva y Jorge “Bomba” Villar.

En la final esperaba turno América de Cali. El equipo de las once estrellas viajó a Colombia y se trajo un contundente 0 – 2 que parecía complicar las cosas, máxime cuando a poco de comenzar la revancha en un abarrotado Centenario, América convirtió por intermedio del paraguayo Cabañas. Pero ahí Peñarol sacó ese queseyó y empató, gracias a una peinada de Aguirre a la salida de un córner. Peñarol necesitaba ganar pero Aguirre se tomó su tiempo para ir a festejar el gol a la reja de la Platea América, y hasta de babosear al arquero argentino del América a la pasada, al grito de “por qué no gritáz ahora, Falzioni”.

Sobre la hora, dudoso tiro libre al borde del área. Varios ejecutantes parados en las cercanías del balón, pero solo uno que lograría el objetivo: fue el Bomba Villar, que la puso en el ángulo superior derecho de un Falcioni que se quedó petrificado, agachado, cual si se estuviese enjuagando las partes pudendas en el bidet. Y en el partido final disputado otra vez en Santiago, todos sabemos qué pasó. ¡Hacé tiempo ahora!

1988, Nacional tricampeón

Ningún hincha tricolor en su sano juicio podía llegar a soñar con ganar esa Copa. Es que Nacional venía de tres años durísimos, y su plantel no parecía destinado a grandes hazañas. En él destacaba un arquero pelado (Seré), un lateral con problemas dentales (el Chango), un volante central con la plasticidad de un lavarropas (Ostolaza), y tres delanteros hinchas de Peñarol: “Pinocho” Vargas, “Pato” Castro y Juan Carlos De Lima.

Dirigidos por Roberto Fleitas, los albos avanzaron tras superar a Wanderers (gol en contra del aún bohemio Enrique Peña, que salió festejando de cara a la Ámsterdam), América de Cali y Millonarios, que en Bogotá goleó 6 a 1 a los tricolores, con especial destaque para un autogol del zaguero Martín Lasarte desde el medio de la cancha, caso único en el mundo. 

En segunda fase tocó enfrentar a la Universidad Católica. Nacional avanzó de pedo. En tercera el rival fue Newell’s, ya con la incorporación del ahora facho Hugo De León. Faltaba poco para terminar la serie, y Nacional se metía en semifinales, al igual que Peñarol. Cuando alguien gritó desde la tribuna “métanse un gol en contra que quedan afuera los quetedije”. Y dicho y hecho: el Bocha Cardaccio vio adelantado a Seré, se la tiró por arriba, y afuera el manyaje.

En semifinales, otra vez arroz: América de Cali. Acá ganó Nacional con un golazo tempranero de Yuber Lemos. Allá Nacional perdía, justo cuando a De Lima se le ocurrió meterle un planchazo en la nuez a Falcioni. El árbitro dejó seguir, y el barbado ariete mandó la pelota a las piolas, al grito de “Peñarol nomá”.

En la final tocó nuevamente enfrentar a los rosarinos, en los que brillaba el aún imberbe Gabriel Omar Batistuta, precioso botija. Allá ganaron ellos 1 a 0, pero acá, con un Centenario repleto como nunca, Nacional goleó 3 a 0: el primero de Pinocho, el segundo Ostolaza, y el último de Hugo De León, que salió a festejar zarandeando su poncho rojo, al grito de “renunciá, Bonomi”.

(Publicado en Guambia, 25-01-12).

23 comentarios:

renzo dijo...

esto es excelente

Andrés Reyes dijo...

Excelente sos vos, Renzo.

MGM dijo...

Muy bueno!

Carles dijo...

Me hice la astilla.

Con lo de Falcioni agachado escupí todo el guiso'e mondongo en el monitor. Me voy a servir una buseca.

Diego dijo...

Está muy buena la columna pero en PDA se ve mejor... No sé que será...

el abu dijo...

Que Copa la del 88, la recuerdo como si estuviera ahi.

Bueno, por lo menos es lo que creo despues de haber visto tantas veces el video.

Alvaro Fagalde dijo...

Que dos grandes consagraciones la de Peñarol contra el cuadro + baboso del continente que no fuera argentino ni brasilero y la de Nacional a puro huevo contra el PSV, un cuadro 500 veces mejor.

johnny tramontina dijo...

Yo recuerdo como si hubiera vivido la final de la intercontinental del 88 con el PSV ya que me miraba el video del partido completo con el relato de Muñoz casi todos los dias.

zorro d colonia dijo...

es muy bueno,descacharrante,me morí de la risa

Master dijo...

Para quienes pudieron vivir una final ganada de copa, la más sincera envidia, de corazón.

Yo soy un tipo del interior, no estuve demasiado familiarizado con el fobal hasta el 2008 y el equipo de Marito, antes miraba y todo, pero me daba lo mismo, interior profundo, quiero aclarar, entre a laburar y en mi laburo conocí a un flaco, muy manya él, quien me pegó el vicio, sumado al equipazo que teníamops en 2008 me pegó el vicio, luego bueno, hasta hoy sigo, no me tiembla el pulso para confesar lo que voy a confesar, agarrenseNNN de las manos (?):

El primer partido de fúbtol de Peñarol que ví EN MI VIDA, fué la final de la copa contra el Santos... Antes fuí al Centenario a ver a Nacional contra Wanderers, era niño yo y mi viejo, bolso él, quería convencerme (?).

Seguí esta última copa como si hiciera 7 años que no la jugábamos, jugamos contra los cuadros más complicados que pdíamos jugar, seguramente si nos tocba un 11 caldas nos dejaba afuera, jugar contra los campeones de sus paises y el campeón de la libertadores vigente fué algo que afloró una mística que yo no conocía, sumado al orto increíble de Aguirre y unos jugadores que dejaron todo, me llegué a emocionar en un lote de partidos, vivir eso, en estos tiempos cuando todo el mundo dapara atras, que Uruguay nunca ganará una libertadores con ningún club y cosas así, realmente la ilusión fué enorme y la alegría también, no todas las personas de mi edad lo lograron vivir, en estos tiempos de hinchadas fuertes y que la tribuna es un show aparte, vivirlo en una final de copa es INCREÍBLE.


Uruguay NECESITA otra copa.

Andrés Reyes dijo...

Yo viví plenamente consciente las del 87 y 88, y les puedo asegurar que la casi copa de Peñarol el año pasado se vivió mucho más intensamente.

Master dijo...

Creo que es la fisura de títulos, Sr Reyes, o la calidad de imagen de la tele, no se (?)

Master dijo...

Yo lo único que quiero que entiendan, es la emoción de vivir tu primer partido en un estadio grande, rodeado de más de 60.000 personas y un estruendo enorme, una fiesta que no se vivía hacía más de 20 años, más ahora que las tribunas son otro show, debutar con eso es increíble, es como si tu primera vez fuese con Angelina Jolie (?) o si fueses mina, sea con Brad Pitt, o si fueses puto, sea con Ricky Martin...

Hasta mañana gente (?)

pipicui dijo...

Reyes, esto es excelente!
La verdad, de lo mejor que has escrito...
Te felicito, loco!









Esto es lo que diría si la hubiera leído...
Pero todavía no...

pipicui dijo...

Ahora si...

Reyes, esto es excelente!
La verdad, de lo mejor que has escrito...
Te felicito, loco!

Danielito dijo...

Un plato!. Master bolso escondido

Marcelo dijo...

Gloriosa nota.
Un pequeño apuntecito: la segunda conquista en la final del 88 fue por obra y arte del estilizado, aunque no por ello menos patadura Santiago "Vasco" Ostolaza con un soberbio testarazo digno de su briosa enjundia.
El Zorro le hizo un gol al América de Cali en el Centenario por la primera fase.
Insisto: ¡Gloriosa la nota!

Robertosánchez dijo...

Bueh, o sea que todavía no sabés lo que es gritar un gol convalidado en el estadio Centenario.

Jodido lo tuyo, Másker.

Lucho dijo...

Muy buena Reyes, yo recuerdo el partido del centenario contra la Catolica del 88, hacia un frio de cagarse, partido aburridazo, y la gente festejaba como si estuvieramos goleando...yo era un niño nomas y recien empezaba a entender como era la jugada...

No comparto lo que decis que no se vivia intensamente, yo recuerdo que en mi familia estaban todos como locos y en la escuela lo mismo...
es mas, meti 18 en las 2 finales y no daba credito de la locura que habia en la vuelta (sobre todo en la intercontinental que termino como a las 4 de la matina y era mi primer madrugazo)...al menos me quedo grabado eso

Titi Henry dijo...

muy buena nota.
Pero el 2do gol de la final del 88 fue de ostolaza. Saludos

Luí dijo...

Tas con toda la chele guacho, eh?

Tendrías que hacer un blog de humor.

Andrés Reyes dijo...

Titi: tenés razón, no sé por qué me manqué con eso.

Aníbal Lamparone dijo...

Reyes, sublime, como siempre.