La otra cara de la Copa

Supongo que usted ya estará harto o harta de escuchar loas dirigidas al grupo humano de nuestra selección. O de leer que tenemos dos delanteros excepcionales, que Palito Pereira rindió más de lo esperado, que Lugano fue un león en el fondo, que Muslera demostró ser un gran arquero, o que Coates está llamado a grandes realizaciones. Ya está, todo muy lindo, pero eso no sorprende ya a nadie. Por eso, compartiremos eso que todos sabemos pero que muy pocos estamos dispuestos a decir sobre la importancia de lo que significa nuestro combinado nacional.

Por Lubo Adusto Freire

1- No jugamos contra nadie

En el debut ante lo que fue Perú no perdimos porque Dios nació en Tacuarembó. Luego, frente al elenco trasandino, nos dieron un baile importante, nos salvó el palo, y como ellos sabían que el empate les rendía, ni se exigieron. Luego sí, derrotamos 1 a 0 al poderoso seleccionado juvenil de México. En cuartos, la Argentina mereció ganarnos, pero no pudo porque en el fútbol hay que ligar (y Uruguay vaya si ha venido ligando desde el Mundial). En semifinales superamos 2 a 0 al que terminó último en la reciente Eliminatoria (el incaico), y por último goleamos 3 a 0 al Paraguay más inexpresivo de los últimos quince años. Campañún.

2- No son todos amigos

Si bien nunca nos comimos esa pastilla, las primeras divisiones en el plantel eclosionaron a través de las redes sociales. ¿Usted realmente piensa que el propio Forlán subió ese video sin saber que aparecía un Abreu haciendo troladas o el Pelado Cáceres exhibiendo su homónimo? Diego no da puntada sin hilo, ¿o ustedse cree que llegó donde llegó merced a su inagotable carisma?

3- ¿Suárez es tan bueno?

Y… siempre hace la misma jugada. Te pone su generosa cola para proteger la pelota, gira, y engancha. Siempre la misma. Ya lo dijo el porteño de la publicidad de Puma, “no exisssste”. El día que se aviven, Suárez terminará sus días en el fútbol uruguayo, acaso defendiendo los colores de El Tanque Sisley, dada su fraternal relación con lo que es Della Valle.

4- Si no le patean, mi abuela también ataja bien

¿Cuántas atajadas se mandó Muslera en todo el torneo? Yo recuerdo dos: un cabezazo ante Chile, y el tiro libre con rebote incluido ante lo que fue Argentina. En el resto, centros que los descolgaba Seré con una mano enyesada, y tiritos de a vintén.

5- Gracias Paco

Dónde están los que se rasgaban las vestiduras denunciando la afiliación de nuestra selección al a causa tenfieldiana? Pues sepanló(n), esta selección es tan Casalista como las anteriores, o aún más. No sé si lo que es el Ruso Pérez tuvo tiempo de decir algunas palabras en el Centenario (me dormí cuando el ómnibus salió de la rotonda del aeropuerto, 3 horas después de haber arrancado), pero basta recordar su encendido homenaje frente al Palacio Legislativo hace apenas un año, para saber que este es el triunfo de una forma de entender la vida y el fútbol. Llamada “Mundo VTV”. Un mundo en el que las personas visten de smoking y se lamen las unas a las otras, entre otras cosas.

6- Bancamos al Checho

Ahora está de moda ser uruguayo. Entonces, le pegamos al Checho Batista, y poco menos que lo obligamos a tomar nota del proceso Tabárez, a ver si copian nuestra proverbial humildad y salen del pozo en el que se ubica el fútbol argentino. ¿¡Pero por favor, de qué pozo me hablan!? En buena parte del partido ante Argentina no la vimos por ningún lado, el juez anuló un gol del propio Higuaín que nadie hubiera protestado, y en los penales ganamos porque Tévez nació en Fuerte Apache, donde los penales se tiran pateando fuerte, sin pensar demasiado. ¿De qué proceso me hablan, si a Tabárez casi lo echan tras perder el primer partido de la Copa América anterior? Checho debe continuar, por el bien del fútbol argentino.

7- Fuera Bauzá

Creemos que están todas las condiciones dadas para hacer un cambio de timón en la conducción de lo que es nuestra Asociación Uruguaya de Fútbol. Bauzá: usted debería tener 20 años más para ser nuestro presidente, ¿no se da cuenta de que desentona ante los Blatter, los Grondona, los Léoz? Y aparte otra cosa: a Tabárez lo trajo Eugenio, tal y como hemos venido gritando a los cuatro vientos toda vez que hemos tenido chance de hacerlo. Sabemos que lo trajo para congraciarse con el gobierno marxista recién asumido y todo lo que usted quiera. Pero lo trajo él y no otro. Así que si alguna injusticia se ha cometido, seguramente fue la de no haber destinado una medalla para los hombros del verdadero padre de la victoria, el mismo que en su momento supo catapultar a su querido Huracán Buceo hacia lo más alto. Lástima que luego se olvidó de amortiguarle la caída. Es que el pobre hombre tampoco puede estar en todo.

(Publicado en Guambia, 27-07-11).