Todavía
recuerdo con precisión la noche en la que Schubert Jorge Pérez
Denis y Marie Curie De los Santos anunciaron la muerte de Paul
Zaloom. Al parecer, el marionetero Paul decidió terminar con su vida
luego de una seguidilla de fracasos laborales. Concretamente,
mientras animaba una fiesta infantil, Zaloom se bajó un tubo de
ensayo repleto de sulfato de cobre. Si, ese mismo sulfato de cobre
que usaba a menudo para hacer volcanes en miniatura. El episodio fue
traumático. Un cumpleaños que en vez de terminar feliz, culminó
con un tipo vomitando sin parar litros de sangre azulada.
Muchos y muchas en Uruguay recordamos
a Zaloom. Este muchacho supo llevar a la vida a Beakman, aquel científico que
hizo más amenas las tardes del Uruguay de fines de los 90. Pero Beakman no solo
supo hacer las delicias del público infantil charrúa. Hasta el director
nacional de cárceles de la época, Insp. Ppal. Justo Inmaculado Sánchez, declaró
al semanario “El
Policía y la patria” que El Mundo de Beakman era extremadamente popular entre los
reclusos. Tan famoso que los talleres de corte y confección fueron sustituidos
por talleres diseñados para repetir en las cárceles los experimentos realizados por Beakman.
En palabras del propio Sánchez, “es inexplicable, pero el recluso ahora se
interesa por aprender física y química. Algún mal pensado puede creer que lo
hacen para aprender a crear armas químicas, drogas, o incluso para diseñar
dispositivos que les faciliten una eventual fuga. Pero uno no puede creer esas
especulaciones. Por precaución, tenemos personal subalterno que se encarga de
guardar y mantener en orden las probetas, tubos de ensayos, pipetas, buretas,
condensadores y mecheros que gentilmente fueron donados por un grupo de
paramilitares colombianos.”
Hay, sin embargo, algo increíble en toda esta
historia. Si bien Beakman fue producido y realizado en Estados Unidos (su
recordada correspondencia era “P.O. Box 30087 Kansas City, MO 64112"), muy
poca gente de su país vió un episodio de dicho programa. De hecho, una vez que
el programa fue cancelado, Zaloom se dedicó a animar fiestas infantiles durante
los fines de semana y a trabajar de lunes a viernes en la
construcción de refugios anti-tornado. A pesar de la información que la
televisión uruguaya nos impuso, la historia de Zaloom parecía inconclusa. Fue
justamente la correspondencia de algunos reclusos uruguayos (entre ellos el
Cosita, el Cotorra y el Deuda Externa) la que despertó las sospechas en ambos
lados del atlántico. Por un lado, los reclusos descubrieron que Zaloom no había
muerto. Por otro lado, Zaloon descubrió que su programa fue tremendamente
famoso en un lejano país llamado Uruguay. Nadie sabe bien quién se quedó con
las ganancias que el programa generó durante años de emisión en canal 10 y en
el canal 7 de Pan de Azúcar. De todos modos, Zaloom es feliz con su existencia.
Para el próximo verano planea su quinta estadía larga en el país del Ricardito.
"Encontré mi lugar en el mundo", dijo en una entrevista para el
diario el Serrano de Minas. "Me encanta caminar entre las sierras. Si no
fuera porque acá las cruceras y las yararás que se le prenden sin asco a
un ticholo de titanio, me la pasaría todo el día entre los cerros.” Difícil
es no hablar del famoso video en el que Zaloom aparece visiblemente alcoholizado
junto al Deuda Externa en un stand del Ministerio del interior de la criolla
del Prado. Sobre su relación con los reclusos uruguayos nunca ha querido
hablar.
¿Qué tiene que ver esta historia con
la película recomendada para hoy? Yo diría que bastante, porque los quiero
invitar a ver un documental de 2012 dirigido por Malik
Bendjelloul titulado Searching for Sugar Man. Entre otros
premios, dicho film ganó un Oscar como mejor documental largo. Searching for Sugar Man cuenta la historia de Sixto Rodríguez, un músico de Detroit que luego de
varios desencuentros con el público de su país decidió alejarse de su carrera
musical. Todo esto sin saber que su música era muy importante para mucha gente
de un país muy lejano. El documental es muy recomendable. Y se puede ver en
varios lugares.
11 comentarios:
A mí me encantaba El Mundo de Beakman. Preciosa la columna de hoy.
Me alegro que te haya gustado, querido Kurco.
De nada Cristian, a lasórdene'. Aún mantengo la esperanza de ver algún día Moonrise Kingdom subtitulada.
precioso.
una flor para Toni Soprano, que se nos fue hace un rato.
Si! pobre gordo. Recién tabamos hablando con el zorro de él. Marche otra flor.
Concuerdo con el primer comentario de Kurco.
¿Puede ser que mi pelotudez no me permita encontrar el sarcasmo en su columna o realmente ese personaje merodea nuestro país en verano?
Fanático enfermo de su programa fui.. Aún recuerdo varios capítulos y a la rata, creo que era Lester.
Un capo el pinta, que increíble que su programa nunca trascendió en sus pagos...
Columnón
"Fuera de mi cocinaaaa"
Una frase que quedó grabada a fuego en mi cerebro. Y pocas lo han hecho, por suerte las más al pedo. Gracias por tan grato recuerdo!
Un grande el Beakman, habiendo inspirado a miles de niños para seguir sus pasos de cientifico sabelotodo...y Lester, por supuesto, que se nos fue hace poco
No quiero saber cuales fueron las otras frases, losti querido.
Aguante Beakman, digno representante de este blog!
Aguante la rata!
Aguante Tabarez!
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