En fútbol, como en la vida, las primeras veces son
mucho más recordadas que todas las que vengan después (salvo la última, en
ciertos casos, como las novias, los trabajos, y los intentos de suicidio).
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Recuerdo como si fuera hoy la primera vez que fui al
Estadio Centenario. Jugaban Nacional y Peñarol por la Liguilla, que por
aquellos años (principios de los 80) era el torneo más trascendente y
emocionante del fútbol uruguayo.
Había bastante más de 70.000 espectadores, todos
entremezclados, lo que me complica las chances de recordar exactamente en qué
tribuna me ubiqué junto a mis padres y mi hermana. Si es por los recuerdos que
tengo de los goles de ese partido, juraría que fui a la Tribuna América, algo
poco usual dado el siempre oneroso costo de sus entradas. Aunque quizás mi
padre había conseguido entradas de garrón.
Al niño de cinco años generalmente le cuesta
focalizarse en la acción desarrollada sobre el terreno de juego, por lo que
suele fijarse más en lo que ocurre a su alrededor. Por eso apenas si tengo
algunas imágenes de ese partido, la más perdurable de todas, a Rodolfo
Rodríguez gateando tras una pelota que terminaría en la red. También recuerdo
cómo sobre la hora, un reloj de pulsera metálica de un hincha carbonero lindero
que festejaba el gol del triunfo se desprendió de su muñeca para impactar sobre
mi siempre generoso cráneo, lo que me provocó el primer llanto vinculado
directamente al fútbol, y particularmente a Peñarol.
También recuerdo especialmente el primer clásico
“ganado” que me tocó apreciar. Fue un amistoso que Nacional ganó en alargue,
con un gol bastante feo (un tiro libre que rozó en la barrera y descolocó al
arquero carbonero Gustavo Fernández, que era uno de esos arqueros grandotes y
de bigote, no muy espectaculares ni exquisitos en su técnica, aunque
efectivos). Si bien ya había cumplido 6 años, seguía con algunos problemas de
atención que 30 años después permanecen: mientras analizaba la tipografía de un
cartel publicitario de la empresa Oca, sentí un estruendo. Era un gol,
seguro. Grande fue mi sorpresa cuando vi que los que festejaban eran los de
blanco, algo que Morena me había querido convencer de que era imposible.
Recuerdo la salida por las interminables y hediondas escaleras
de la Tribuna Ámsterdam, en medio del grito “hijos nuestros, hijos nuestros”
que era muy común en aquella época hasta si se quiere pintoresca de las barras
bravas de los equipos grandes, que hasta entonces compartían esa misma tribuna,
ayuna de pulmones, cordones policiales y zonas de exclusión.
Más me cuesta identificar la primera vez que fui a ver
a la selección uruguaya. Tengo la ligera sensación de que pude haber estado
presente en el encuentro ante Perú que marcó la eliminación celeste de la Copa
del Mundo de 1982. De lo cual se desprenden dos cosas: la primera, que la
experiencia del clásico liguillesco que acabo de narrar, fue en realidad mi
segunda visita al Centenario, lo que le quitaría mucho crédito a la oración que
arranca diciendo “recuerdo como si fuera hoy la primera vez que…” La segunda,
soy un hombre vinculado a los mayores infortunios del combinado nacional, sobre
todo si tengo en cuenta que llegué a tener el abono correspondiente a las
Eliminatorias previas al Mundial de 1994.
Otras primeras veces que se me vienen a la mente:
- La primera vez que sentí que Nacional era lo más grande del mundo fue en un partido ante Wanderers, al disfrutar de una doble pared que tiraron Juan Ramón Carrasco y José Luis Pintos Saldanha. La jugada terminó en la nada misma, y Wanderers terminó ganando 1 a 0 con un gol de penal de Claudio Di Pascua.
- La primera vez que pasé frío en el Estadio Centenario fue en un partido ante el Bayer de Leverkusen, disputado allá por 1986. Sábado de tarde, lluvia, frío, y victoria para los teutones, que siempre supimos que se mueven como pez en el agua bajos inclemencias del tiempo poco decentes.
- La primera vez que fui al Estadio Centenario a ver un partido entre dos equipos que no eran ni Nacional ni Peñarol fue recién en 2000. Viernes de noche, partido Defensor – Danubio. Cuando llegué vi que había concurrido con un buzo negro con detalles blancos, lo que inequívocamente me llevó a plegarme a la parcialidad franjeada. El encuentro finalizó empatado 2 a 2, con golazo de Chevantón incluido.
- La primera vez que fui a la cancha con mis tres hijos (el más pequeño había nacido apenas un año y pico antes) fue en el Parque Central, en un partido entre Nacional y Miramar Misiones que los albos ganaron 3 a 1, con gol de tiro libre del Muñeco Gallardo. Para muchos fue el partido que salvó al entrenador Juan Ramón Carrasco, que si perdía ese día (y vaya si tuvo chances de haber perdido) seguramente hubiera pasado a tener mucho tiempo libre para dispensarle a sus seres queridos. También fue la tarde en que sentí “qué bueno que no soy jugador de fútbol”, al ver cómo buena parte de los parciales apostados sobre la tribuna Atilio García insultaban al futbolista colombiano Flavio Córdoba, de efímero pasaje por la institución tricolor. Realmente yo tendría muchos problemas para cumplir con mis tareas laborales ante un grupo de 300 personas que me insultarán toda vez que cometa un error. Me dio mucha pena pensar en ese tipo, víctima de todo tipo de insulto (muchos de ellos de neto tinte racista y xenófobo) mientras intentaba vanamente desbordar y tirar un centro.
- La primera vez que fui a ver a Peñarol y terminé hinchando por Peñarol, no ha llegado todavía. No hay apuro.
47 comentarios:
Haceme el favor de arreglar la fuente.
Me gustó mucho, pero estoy en contra del uso abusivo de las comillas.
La primera vez, siempre duele.
Carles: mirá que esto está editado por una profesional, de hecho fue uno de los 19 capítulos que le tuve que pelar al libro nuevo que al parecer había quedado muy largo.
Igual le pelé un par de comillas para hacerte feliz, tontín.
El artículo es una poronga, pero la foto está la propia.
Ah si es "profesional" debe hacer todo bien y me tendría que gustar como usa las comillas.
Andácagar
y la primera vez que cobraste, no la contás? se te olvidó? la bloqueste? perdiste la memoria? chantún!
el teto goñi me produjo lo mismo que sentiste gracias al negro cordoba. Ahora, sobre cordoba, alguien que no quiero dar el nobre para no quemarlo, Pablo Karszlian, dijo que el moreno elemento le recordaba a la sombra espinosa.
El moreno elemento a la izquierda del lector, tiene aspecto de empleado de plataforma.
El que está debajo, me hace acordar a un pelado que jugando de camiseta violeta, supo ser parte de dos 4 a 1 en una recordada liguilla.
Que recuerdos tristes de tu niñez, Reyes.
Tu consuelo puede ser, que a los niños carboneros les esté pasando lo mismo con Recoba.
El moreno elemento está a la derecha del lector.
La tiré con mano cambiada.
Ta, pese a la fuente y pese a todo, está muy bien.
Selentes relatos.
La primera vez que fui al estadio fue la primera vez que fui a un clásico, que fue la primera vez que vi ganar a Peñarol, y casi la última: octubre de 1991, 1 a 0 con gol de un traidor que no gusto de nombrar.
Por qué esperaron a que tuviera 13 años para llevarme al estadio por primera vez, lo desconozco. Igualmente, he pagado con creces la herejía: vi al Peñarol de Petrovic, a los Peñaroles de Ribas, al Peñarol de Garisto, y al de Keosseian. Son 12 años que parecen 40.
Ahora cambiamos la fuente a una peor...
Bien, bien... seguí así.
hablando de primeras veces, no sale penca de verdá por la euro? me vendrían bien unos pesos
la imagen de rodolfo gateando y la del nando colgado de la reja de la amèrica contra la ambulancia de martinelli aparecen siempre reyes, croe que es hora que lo trates con un especialista.
la primera vez que fui al 18 de julio (actual goyenola) mi vieja me puso las mejores prendas, mocasines, jeans lee y una camisa fiorucci, y fue para ver una final del norte entre paso de los toros y cerro largo, donde los sureños ingresaron al campo con un toro con capa amarilla, un acto que seguramente hoy provocaría un acto en repudio organizado por la sociedad protectora de animales, y la invitaciòn a no tomar màs el pomelo de la multinacional pepsi.
algo es algo.
rafa, la otra vez vi tu video sobre el libro de Reyes. te quiero.
La primera vez que fui a un estadio, fui al Paladino, tenía 4 años y el tito me llevó a ver a Progreso, recuerdo que me aburri como un hongo y que nadie pidio la renuncia de Bonomi.
Gracias Tito.
Ah, y otra cosa, Goñi, la puta que te parió. Ladrón.
El Bolla dijo que lo incentivaron y después parece como que no.
Que cosa con ese morocho, ex Liverpool.
¿Donde se le habrá pegado esa costumbre?
Mi mejor ves en el estadio fue llendo a ver al viejo Rampla contra Cerrito ante un marco de púiblico de unas 250 personas o alguna más. Cerrito descendido y nosotros con la obligación de ganar pa no seguir el mismo camino, Maureen Franco (q hoy ha llevado su exitosa y alcoholica carrera a Campana de Libertad junto al galgo Diego Emanuelle) nos clava 1 a 0 abajo y nos ibamos a la B pero apereció el goleador boliviano William Ferreira pa poner el empate sobre el cierre y en la hora el quque Ferraro q en ese momento se mataba a la Farro puso el 2 a 1. Gran algarabia en la tribuna... todo pa que ahora venga el puto de Richard Nuñez y nos mande 5 años despues a jugar contra Villa Teresa..
¡Costumbre fea la de sentarse, no?
La primera vez que fui al estadio me llevó la maestra en una excursión con el resto de mis compañeritos y compañeritas de clase. Fue una poronga porque no jugaba nadie, el canchero no nos dejó ni pisar el césped, y la maestra no nos dejó adquirir los tan promocionados chorizos y panchos para hacer de ellos nuestro almuerzo. Claro, estaba cerrado el local que los vendía, pero nosotros éramos muy rebeldes en esa época para aceptar una excusa como esa.
primera vez al centenario, uruguay 3 colombia 2, eliminatorias a españa 82
En colonia ni me acuerdo porque era mascota del cuadro en el que jugaba mi viejo.
Cual sería ese equipo Zorro???
Primera vez, tenia 8 añitos, fui a la Colombes con los hijos de una amiga de mi madre y su primo grande. Mi mama se entero cuando volví enamorada de Nacional. Me puteo de arriba a abajo por ir al estadio sin un mayor responsable.
Que lindas palabras para describir cuando uno se hace hincha de un cuadro M...
Mi primera vez también dolió, hacía un frío de cagarse y tras un 0a0 que fue un tremebundo embole para un niño de 8 años, fue muy extraño ver como todo el mundo festejaba como si hubieramos hecho 5 goles.
El partido fue Nacional-Universidad Catolica en la Libertadores del 88
Me llevaban a todos los partidos en el Centenario, menos a los clásico.
El último que jugó Santamaría, se me antojó que me dolía la barriga.
Mientras me sostenían en el baño debajo de la América, empató Nacional.
Tiempos en los que no había tv,para el informativo Nodo no existíamos.
Mi viejo se quedó sin ver el gol.
Se lo imaginó con la foto del diario y las rayitas que ponían, con la supuesta trayectoria de la pelota.
Tardes de estadio. Balcón medio de la Olímpica. Juntando vasos de cartón de cocacola.
Gorros para el sol armados con diarios, como los de los pintores de la época.
Estadio sin placard, con banderitas rojas debajo de la de cada club, marcando los goles.
Después nos modernizamos.
Teníamos placard con los partidos de toda la fecha.
Bocina que indicaba algún gol, mientras el "hombre mecánico" iba colocando los números.
No me acuerdo si había camiseta de alternativa.
Cuando se me terminó el "menores gratis", pasé a menores hasta 14.
Cuando esto también se agotó, dio paso a la prolongada etapa de talud.
Viejo,mejor ni saberlo
Zorro, mirá que seguís siendo mascota... bien mascota...
Yo NUNCA tuve quien me llevara al estadio..todos en mi familia son de P*ñ*r*l, menos mi abuelo que es Tuerto y un primo de Bella Vista, pero lo queremos igual.
M: aproximadamente esa es la proporción en toda la sociedad.
Besos a tu flia.
asi estamos
M sos un ejemplo.
Ngeo va a hacer un documental contigo.
Superaste demasiadas adversidades.
yo-voy-al-estadio-cada-vez-que-quiero-porque-mi-madre-trabaja-en-CAFO
chupen,giles
Pa Sofi no te puedo creer, que culo!! perdon, que fortuna...vendeme alguna pa mañana que me quede afuera...
M: yo te llevo al Estadio, o mejor, al Roberto.
Peor a mi q me llevaban a ver a Racing contra los grandes...
Bueno, eso solo fue en el 75 porq el resto de mi niñez estuvimos en la b.
El primer partido q vi a la seleccion fue en el mencionado del 81 contra Peru, ya adolescente.
Para un sicoanalista, ¿no?
Lucho yo fui ayer a comprar y había, te están re cagando me parece.
El primer partido que televisaron los milicos no lo pude ver.
Fue Uruguay- Perú por las eliminatorias.
Estabamos ocupando los lugares de trabajo y me tocó guardia nocturna.
Ese día perdieron 1 a 0.
pah Fara,qué eliminatorias fueron esas? en el 81 marchamos,si,pero 2x1 (también estaba).Creo que le erraste el resultado,yo para mi que te referis al 2x1, donde nos comimos un paseo de novela con los Uribes, Barbadillos, La Rosases,Velázqueses y demaseses peruanos, creo que hasta Fagalde pizarreeó ese dia en el estadio
si fue de las eliminatorias pal 78 era venezuela o bolivia,con quienes integramos el grupo de la muerte
Mundial del 74. Vimos pasar a la gente por la ventana en la que tengo la oficina hoy (en ese momento era un pasillo).El compañero que hacía guardia conmigo es médico, se fue primero a Canadá y después para CentroAmérica.
No recuerdo como hicimos para clasificar, pero por como jugamos en el mundial,no merecíamos ir.
No fue contra Perú. Mucho peor: fue contra Colombia.
Clasificamos de lástima y dimos lástima en Alemania.
Perdimos con Holanda (nos hizo precio especial), empatamos con Bulgaria gol de Pavoni de pedo.
Suecia nos hizo 3 y pateamos como 2 veces al arco.
El tiro más peligroso fue de Milar y pasó dos metros arriba del horizontal.
El que está sentado arriba de la pelota, pidió tirar un saque de banda para poder "tocarla".
El "Mudo" ese mundial le pegó a todo lo que pasaba cerca.
La primera vez que fui al estadio fue a un clásico, no me acuerdo nada más.
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