martes, 19 de junio de 2012

Ji ji ji (parte 1)

* Esta es para escuchar. Para leer mis pavadas y nada más, mejor cambiar de canal…

Música, fútbol, sexo y humor son a los tiempos modernos lo que el agua, el aire, el fuego y la tierra fueron para nuestros ancestros primitivos. Sin estos cuatro componentes, no somos nadies. Inclusive, la superposición de algunos de ellos vuelven la escena aún más atractiva: tener sexo con un disco sonando de fondo es del gusto de una buena porción de la población, particularmente de aquellos que se revuelcan sobre parrillas apolilladas o camas de resorte. No así el sexo y el humor, pues ningún hombre está psicológicamente preparado para soportar una carcajada femenina en pleno acto. Nos han acompañado en estas columnas musicales los Messi, los Cavanis y los Kubalas. También las Plaster Caster y las Pallenberg que chorrearon de libido estas páginas. Le toca el turno al humor, y de paso aprovechamos a no pensar en fútbol (andate rata, ¡por favor!).
LES LUTHIERS
Dado el excepcional nivel como compositores, músicos, arregladores y letristas de Les Luthiers, se me antojó hacer dos excepciones: dedicarles una columna para ellos solos y recopilar una especie de mini biografía. En la próxima, entonces, se repartirán el resto del texto los otros que gustaré mencionar.
Lo primero en lo que se debe concordar es que Les Luthiers supera ampliamente el concepto de combo humorístico. De hecho, pienso que el humor es la menos destacada de todas sus virtudes, aún cuando los considero grandes humoristas. Simplemente, son músicos absolutamente excepcionales cuyo nivel interpretativo dudo que tenga parangón a nivel mundial, en el entendido de la brillantez de esas interpretaciones, el carácter multi instrumentista de sus integrantes, y lo muy abarcativo de su obra en términos de géneros musicales atravesados. Lo excelente de su obra se ha basado en su forma de trabajar: las piezas deben ser votadas por todos los integrantes para que lleguen a un espectáculo. Y, aún así, si la receptividad en el estreno del número no es la esperada, lo quitan para siempre.
El origen
La génesis de Les Luthiers se encuentra en el grupo humorístico musical I Musicisti, cuyo espectáculo I Musicisti y las óperas históricas duró más de 50 funciones y empezó a generar cierto ruido en el ambiente pensante bonaerense, que en aquella época no se reducía a Alejandro Dolina como ahora. Habían tomado el nombre del conjunto de cámara I Musici, y en ese boceto de lo que hoy conocemos se encontraban, entre sus fluctuantes 10 integrantes, Gerardo Masana, Daniel Rabinovich, Jorge Maronna (bahiablanquense como ele), Marcos Mundstock y Carlos Núñez Cortés. Debido a los habituales problemas que surgen en los grupos cuando unos laburan y otros fiolan, Masana decidió partir y llevarse consigo todos los instrumentos que había creado. Y también se llevaba la Cantata laxatón, su flamante creación basada en el purgante Modatón. Y, de paso, a Maronna, Rabinovich y Mundstock. Durante esas primeras incursiones, ya se manifestaban en escena los primeros instrumentos insólitos, como el gom-horn de Mundstock, el contrachitarrone da gamba de Maronna, y el bass-pipe de Masana, por mencionar a los creados por los que se marcharon. En poco tiempo, un conocido de la Facultad de Ingeniería, Carlos Iraldi, se convertiría en su luthier (valga la redundancia), hasta el momento mismo de su muerte a mediados de los ’90.
El Bolarmonio de Lutherapia... qué músicos del carajo
Primeras obras
Entre sus primeras obras, representadas en fiestas privadas, se encontraban las posteriormente célebres El polen ya se esparce por el aire y la Chacarera del ácido lisérgico. Algunos de los primeros números de esta época, que luego no aparecerían en la discografía ni los espectáculos del combo como lo conocimos, se encuentran en el CD que acompaña al libro Gerardo Masana y la fundación de Les Luthiers, escrito por su hijo Sebastián. El grupo sentía que necesitaba un pianista, y entienden que Carlos Núñez, su ex compañero de I Musicisti, era la persona a repatriar.

Para 1969 aparece la primera obra que gira en torno a Johann Sebastian Mastropiero, y en ella Carlos Núñez aparece con el célebre Teorema de Thales. Además de algunos reflotes de I Musicisti (como El alegre cazador que vuelve a su casa con un fuerte dolor acá), aparece la Cantata de la planificación familiar (con sus partes “Desconfíe del ciclo natural”, “La confianza mata al hombre”, y el “Calypso de las píldoras”). Surge, además, la figura de Carlos López Puccio en el combo, a quien habían conocido cuando aún era estudiante de dirección orquestal.

Cierto día de 1970, dentro de un Fiat 600, se les ocurrió cantar un tango a la madre y casi instantáneamente surgió Pieza en forma de tango. También la Cantata del Adelantado Don Rodrigo Díaz de Carreras fue instantánea: la escribieron en dos noches.
Pieza en forma de tango, de Mario Abraham Kortzclap. Un tango posta
Una para Rial

Por increíble que parezca, la temporada 1971 que transitaron trabajando en Mar del Plata, les deparó una enemiga de por vida. Por entonces, compartían espectáculo con Nacha Guevara y el público los obligó a interpretar bises, con la inmediata consecuencia de liberar el escenario tarde para la Nacha de la gente. La consecuencia fue una tormenta de insultos de la popular cantante y actriz sobre los integrantes del grupo, y posterior lanzamiento de un vaso roto sobre el rostro de Mundstock, provocándole profunda herida. El grupo hizo la denuncia, y ahí se destapó lo que nadie imaginaba: Nacha Guevara era en realidad Clotilde Acosta. La puta madre.

Obras y espectáculos

A comienzos de los ’70 se engendraron varias de las obras clásicas del grupo. Luego de grabar Sonamos pese a todo en 1971, Punta del Este sería su primer destino laboral fuera de fronteras, y en 1972 llegarían La bossa nostra de Dorival Lampada (Lampinho), Ya el sol se asomaba en el poniente, el Bolero de Mastropiero y Voglio entrare per la finestra. Estos, y el reflote de la Cantata laxatón formarían parte de sus siguientes álbumes. Es por esta época que Mundstock pide un tiempo para decidir si es capaz de hacer lo que los demás han hecho: dejar sus profesiones para dedicar su vida a la música. Ernesto Acher, responsable de muchas de las creaciones de la discografía más famosa del grupo, lo reemplazó. Por lo pronto, adjudicaremos a Acher la creación de todas las piezas instrumentales con utilización de una única vocal en su nombre: Papa Garland had a hat and a jazz band and a mat and a black fat cat (rag), Pepper Clemens sent the messenger; nevertheless the Reverend left the herd (ten step), Miss Lilly Higgins sings shimmy in Mississippi’s spring (shimmy),  Doctor Bob Gordon shops hot dogs from Boston (foxtrot), y Truthful Lulu pulls thru zulus (blues). Masana, gravemente enfermo de leucemia desde hacía un tiempo, falleció a los 36 años en 1973, luego de haber colaborado en la grabación de Volumen III y en la primera gira verdaderamente internacional del grupo por Caracas.
La Bossa Nostra (solo audio). Una bossa nova posta
Amigo y colaborador

Los finales de la década trajeron buenas noticias. Les Luthiers vol. IV tuvo buena receptividad en 1976. En 1977 salieron a girar por América con Mastropiero que nunca, que se editaría en disco dos años después. Ese mismo año, en una presentación en Rosario, conocerían a un pilar fundamental de sus futuras creaciones: Roberto Fontanarrosa. Para 1979, el programa de Les Luthiers hacen muchas gracias de nada ya nombraba al negro como asesor creativo.

La tentación de recorrer la discografía casi pista a pista y los espectáculos obra a obra es grande, pero el espacio columnesco es tirano. Pasaremos por alto entonces la Epopeya de Edipo de Tebas, el magistral Concerto grosso alla rustica, la Candonga de los colectiveros, el madrigal La bella y graciosa moza marchose a lavar la ropa, El asesino misterioso, la genial Kathy, la reina del saloon, el Romance del joven conde, la sirena, el pájaro cucú. Y la oveja, Teresa y el oso, Oi gadóñaya. También obras no musicales como Manuel Darío o los diálogos que forman Lutherapia, espectáculo con el que se presentaran hace dos años en el Teatro Solís.

Kathy, la reina del saloon. "La vi dos veces, la segunda no la entendí".
El mundo paralelo

Escuchar con frecuencia a Les Luthiers volverá familiar a Johann Sebastian Mastropiero, por supuesto, pero también a sus novias, fundamentalmente la Condesa Shortshot. Todas ellas son responsables de haberle encomendado la creación de alguna obra.

Otras obras serán presentadas como provenientes de sus hijos, principalmente Giovanni Colpocorto y Mario Abraham Kortzclap, o sus discípulos, como Dorival Lampada (Lampinho).

El mundo paralelo al que se ingresa en las obras de Les Luthiers es un mundo del que uno frecuentemente no quiere salir. Ver al conjunto en vivo es una experiencia imposible de narrar. Uno se cuestiona muchas cosas sobre la mente humana y la magia del mundo.

Les Luthiers son mi infancia, la comprensión de los primeros chistes no triviales y, por ende, el descubrimiento del poder inconmensurable del humor. Son los interminables viajes al interior con mis viejos en un fitito, y el recuerdo de la sonrisa de mi abuela. Son lo primero a lo que decidí darle Play por voluntad propia, y mucha agua ha corrido bajo el puente desde entonces. La abuela ya no está, mis viejos ya son viejos, y yo espero ansiosamente que mis hijas crezcan para presentarles al Oso Libidinoso.

26 comentarios:

Seba.uy dijo...

aguanten Los LES LUTHIERS y el Luí...

tambien son recuerdos de mi infancia, son tardes sentado al lado del casetero escuchando las andanzas del Adelantado Don Rodrigo Diaz de Carrera, hijo de Juana Diaz y Domingo de Carreras, la inolvidable Kermese de los sábados y tantos otros...

mi vieja me inculco el gusto por ese humor con tanta clase (ta, tambien me gustan los de chupito y chupame) y hace 5 años los pude ver en vivo en Bs As en la obra los premios Mastropiero y la verdad que fue un placer

NicoK dijo...

Concuerdo con Seba, aguante Les Luthiers y el Luí!

Yo también tuve la suerte de poder verlos en vivo, y en 2 ocasiones, Los Premios Mastropiero y Chist! (ambos en BsAs, porque cuando vienen acá sale carísimo)
También tengo sus espectáculos grabados, algunos en VHS, otros en DVD. Y en mi compu tengo prácticamente todas sus canciones, aunque no es lo mismo que verlos, igual me gusta escucharlos.

Y al igual que ustedes, también me lo inculcaron desde chico, a los 7 u 8 años ya los escuchaba, y en las grabaciones que no eran en vivo, como no había risas de fondo, la mitad de los chistes los entendí algunos años después.



De mis cosas preferidas de Les Luthiers: El diálogo en el Negro quiere Bailar (que en alguna otra canción en algún espectáculo también lo meten)

fernandoezequiel dijo...

Columnún loco. ¡El Luí pa todo el mundo!

Luí dijo...

Nico, la primera vez que escuché Esther Píscore ("si es de piscis puede tener sistitis" y "hemimerengue superior o ut supra hemimerengue") pensé que me iba a explotar el marote de reirme

Master dijo...

Bueno sin dudas somos generacionalmente distintos, aunque eso tampoco es excusa uno de mis mejores amigos tiene DVDs de Les Luthiers, dudo que exista persona en el mundo que vea un show de estos puctos y no explote en carcajadas durante el 60% del mismo, (el 40% restante son carcajadas moderadas). De todas maneras distan mucho de mi consideración, quizá porque soy un infeliz sin cultura que creció sin poder ver a Minguito, el negro, Decalegrón y otros tantos, más mi máximo referente humorístico es el contemporáneo Petter Capussoto (le peleo a golpes de Puño a quien se atreva a insultarlo).

Igualmente siempre me tomo un rato como parte de previa a un partido de fútbol 5, para mirar un rato del Show de estos monstruos, casualmente siempre nos rompen el orto, quizá tendría que cambiar el libreto, pero no es algo que tenga en consideración, es muy disfrutable escuchar Les Luthiers...

Buena Luí.

El editor dijo...

Risas femeninas y sexo. Recuerdenmelo en la klandestina.

nanodelchuy dijo...

Muy buena colurna, como siempre, puto.
Les Luthiers son lo más grande que hay.
Entre otras cosas, porque a fines de los 80 y principios de los 90, cuando en Alfa FM no nos pagaban los sueldos, o nos pagaban en cuotas, habíamos decidido pasar solo música, los discos de pasta de Les Luthiers con Las cartas de color, la cantata del adelantado don rodrigo diaz de carreras y el Lago Encantado, venían bárbaro.
Mi preferido: El Lago encantado. Monumental!

Luí dijo...

Edi, no dejes para una clandestina lo que puedas contar hoy.

zorro d colonia dijo...

petacular le lutié, no tanto el Lui, pero ta.
Con la voz del pelao mundstok y la facha mía, la tendría mocha.

Vesubio dijo...

esta mal si digo que nunca me dieron mucha gracia? lo primero que escuché de ellos fue El explicado (creo que era así el nombre), estaba bien pero yo qué se...

Luí dijo...

El Explicao, de Cantalicio Luna, fue el bis ("jueeeera de programa") que interpretaron en su última presentación en el Teatro Solís como cierre del espectáculo Lutherapia. El teatro los ovacionó, porque es un clásico. Cuestión de gustos Vesu, mirá que la propia Dulcinea pone sus buenas caras de culo cuando los tiene que mirar

Lucho dijo...

Pa Lui....

La columna esta excelente y me identifico con el ultimo parrafo plenamente (excepto que no era un fito, era un daihatsu coure)...

Para mí hablar de Les Luthiers es como hablar de religion (para un fanatico religioso, claro esta), TODO me parece alucinante, me emociona, me hace cagar de risa y hasta me inspira para delirarme y crear mundos paralelos (para quienes?)
Soy muy poco objetivo y por suerte su obra es tan vasta que sigo descubriendo piezas que sencillamente me hacen cagar de la risa, aunque quiza no den pa tanto para una persona normal...
En 2010 cumpli el sueño de verlos en el Solis y fue de lo mejor de mi vida, son los mejores del mundo, lejos...los locos la rompen con algo y van y te sacan algo mejor, son una maquina infernal

Lucho dijo...

Vesu te lo pido por favor, dales una chance mas, o dos...pero es en pro de tu felicidad

Alvaro Fagalde dijo...

Por razones q ignoro a las mujeres no les gusta.

Vesubio dijo...

lucho, vi los videos que puso lui, y ta, me da la misma sensación.
un tema aparte es que cuando vienen (cuando van) a montevideo las entradas salen 9867867 dolar.
y un tema aparte es que para mi los monty phyton les dan 10 vueltas a la manzana.

nada que ver con nada, verdá.

Lucho dijo...

Ta bien, pero igual los videos sueltos no es lo mismo que el espectaculo entero (ademas de que tampoco son sus puntos mas altos)

Los Monty Python son unas bestias peludas también pero igual creo que son 2 cosas distintas.

Me gusto la hipotesis de Fagalde, puede ser por ahi

Lucho dijo...

Y lo de las entradas es un bajon, despues de nosecuantos años y oportunidades recien los pude ver hace poco y me salio un huevo, pero los locos en bsas hacen espectaculos con entradas rebaratas (desde 10 pe arg)

Dulcinea dijo...

Como que cara de culo?
Me he bancado cada cosas...

Algunas cosas me hacen reir, otra no.

Y ni hablar de la odisea por conseguir "Les Luthers de la L a la S".
Eso no cuenta???

Lucho dijo...

Algo bastante curioso que ya no creo que suceda más, es el haber escuchado Les Luthiers sin ver el espectaculo. Tanto en vinilos, casets o cd's, mi mente no paraba de recrear esos mundos paralelos con sus caras y paisajes, como la familia ungué en Africa o con Yugurtu cantando en el coro del reverendo O'hara, o en la llegada a America de Don Rodrigo o mil historias que recrearon en mi mente que ahora es mucho mas facil ver en un click. Por supuesto que sigue siendo un placer verlos pero ahora mas que imaginar esos mundos disfruto viendo sus gestos y como logran crearlos

viejo21 dijo...

Enorme Les Luthiers!!!!!

Luí dijo...

Vesu: guambia que los videos sueltos pretendían ser meramente ilustrativos de cuánto abarca musicalmente la propuesta de Les Luthiers. Un tango bien tango, una bossa nova bien bossa nova, y la inclasificable peripecia del Bolarmonio. Nada que ver con el grado de hilaridad, aunque debo admitir que sí me causan mucha gracia.

No sé si encasillaría a los Monty Python en lo mismo. Por ejemplo, ¿Les Luthiers podría concebir algo como La Vida de Brian o la memorable Los Caballeros De La Mesa Cuadrada Y Sus Locos Seguidores? No sé.

Apoyo la moción del Faga: las minas y Les Luthiers parece que no son muy compatibles...

Luí dijo...

Tal cual Lucho.

Para mi que viví la época del sonido sin imagen, fue impresionante ver los espectáculos por primera vez y descubrir cómo se producían los sonidos incidentales y cómo se generaba esa escena que yo tantas veces me había imaginado, en todos los casos diferente a la realidad.

La mención del libro que hace Dulcinea no debe pasarse por alto, es un librún. De Daniel Samper Pizano, por si alguien lo quiere buscar.

Vesubio dijo...

decía lo de los monty python porque a veces la gente los pone en una misma línea de humor ¿fino?, ¿menos terraja?, ¿menos midachicense?. y porque algunos de sus esqueches también se volvieron muy populares por separado del resto de los capítulos de la serie. como éste : http://www.youtube.com/watch?v=HI8oURc0cRM

yo para mi tienen puntos de unión, pero tal vez sean más chachachá que les luthiers.

zorro d colonia dijo...

Estoy con Fagalde al 1000xciento, en general a las mujeres no les gusta el mismo tipo de espectáculo que a los hombres, humor, programas de TV, películas,deportes. No se por qué corno,pero es así.Ellas se cagan de risa con un bolazo de Rial, pero te miran con cara de "de qué bolazo se ríe éste?" cuando uno se ríe con un chiste de la serie Seinfeld,por ejemplo.Se ensartan con una novela pedorra que dura 8 meses,pero te critican que mires un partidito de futbol de solo 90 minutos.Por eso,como dijo un sabio, "a las mujeres no hay que entenderlas, hay que amarlas, y yo las amo a todas"

zorro d colonia dijo...

La columna? bien,qué decir sin ser redundante,ya? ta todo dicho,la columna del Lui

Christián dijo...

Lucho: ¡Muy buena nota! Comparto todo. Les Luthiers son una parte importante de mi identidad, como lo es Masliah, Lazaroff, Asamblea Ordinaria, el viejo Cuarteto de Nos, Frank Zappa, Monthy Python, por nombrar alguna gente que tiraba (o tira) por el mismo lado. Es esa cosa de darle la seriedad que el humor se merece. No quedarse nunca en el chiste obvio sino darte vuelta en cada verso.