viernes, 11 de diciembre de 2015

Salada la canchita: De eso no se habla

Cuando en los lejanos 90 asistí a un curso de apreciación crítica con el formidable Luis Elbert, al hablar éste de la preparación previa para la realización de un documental (investigación previa, escritura de un guión, etc.), la gran mayoría de los alumnos reaccionamos si no con indignación, sí con asombro. Un documental era para nosotros la filmación pura de la realidad tal cual era.

Hace un par de meses falleció sin que trascendiera mucho el director argentino Samuel Feldman. Su último film, estrenado aquí por Cinemateca, fue "Memorias y olvidos" (1987). Allí presentaba la historia de un encargo sobre el pasado reciente en el país de al lado a dos equipos, uno peronista y otro liberal (en el sentido de conservador y antiestatista, tal como era el partido UCD en aquellos momentos). 


El resultado de comparar ambos trabajos no podía ser más contradictorio: fiel a sus ideas preconcebidas cada audiovisual se encargaba de decir lo contrario del


otro muchas veces utilizando los mismos materiales. La película no era mucho más que ese chiste, pero no estaría mal que muchos la vieran. Nos aproximaríamos un poquito más al ideal de ser un espectador crítico.
 
A cuenta de una columna (o más de una) enteramente dedicada a la historia del documental, vayan aquí unas breves reflexiones sobre el carácter provisorio de todas las tesis que nos brinda cada realización de este género.

Deberíamos ser concientes que cada vez que miramos una señal de TV cable específica, tan sólo estamos -seguramente- consumiendo una sola (siempre la misma) de tantas variantes que puede tener el documental, y generalmente no la mejor. Por no decir que una gran porción de la propuesta la podemos desechar como no perteneciente al género. Y me refiero a la invasora presencia de realitys y similares. ¿Qué tiene que ver con el documental una subasta de lo que había adentro de un contenedor, por ejemplo?.
Un demoledor ejemplo de documental esclarecedor

Hay documentales oficialistas y documentales opositores. Los hay puramente académicos -aunque insisto en que no puede existir por definición el documental aséptico y 100 % objetivo- y los hay de barricada. Muchos de ellos nos venden "productos", aunque esos productos se llamen "revolución", "rebeldía" o un partido político mismo. Algunos te tratan de idiota si pensás diferente que ellos y otros te dan la información y te dejan a solas pensando.

Pero muchas veces este género, que lentamente va consiguiendo más audiencia en cinéfilos de todo el mundo que asisten a los festivales especializados o las bajan en la red, nos permite llegar a conocer historias fundamentales para la comprensión de nuestro mundo, que los grandes medios no nos van a dar a conocer. Y son muchas.

Salada la canchita, una columna que a los censores los caga a trompadas, hoy te trae un documental fuertemente censurado... de 1946. Let there be light ("Que se haga la luz" o algo así) fue realizado por el gran John Huston como parte de los trabajos que numerosos cineastas filmaron para el Gobierno en la Segunda Guerra Mundial. Trata el tema de los soldados norteamericanos que volvieron de la guerracon graves enfermedades psiquiátricas  y su enfoque fue considerado muy pesimista por las autoridades que, 35 años después, aún se resistían bastante a que se pudiera presentar este trabajo que aún no he visto.



PONIÉNDONOS AL DÍA CON LOS Y.E.T.P.A.P.


+ ROBERT LOGGIA - Uno de esos veteranos actores secundarios que a nadie se le ocurriría darle un protagónico porque no tiene "la pinta", pero al que todos seguramente vimos en más de una, aunque no supiéramos cómo se llamaba. "Quisiera ser grande"; "Reto al destino"; "Día de la independencia" y esa joyita lyncheana: "Carretera perdida". Solía hacer de mafioso o gangster, no sé por qué.





+ GABRIELE FERZETTI - De joven supo ser galán en su Italia natal. En realidad se llamaba Pasquale y trabajó varias veces para un incipiente Michelángelo Antonioni, incluyendo al despreocupado burgués mujeriego de la formidable "La aventura". Después haría muchas otras de todo tipo: "Erase una vez en el Oeste"; "Portero de noche", la de Bond con Lazemby y en la adaptación de Otelo con Laurence Fishburne haciendo de morocho un tanto celoso de más.






+ MAUREEN O'HARA - Se la asocia inevitablemente con John Ford, supongo que por haber protagonizado dos de sus obras maestras: "¡Qué verde era mi valle!" y "El hombre quieto", pero no es exacto decir que era parte de su equipo. Tenía una cara enormemente enérgica, sin dejar -para nada- de ser atractiva. Nacida apropiadamente en Irlanda debutó con Hitchcock en 1946 con "La posada maldita", apadrinada por el protagonista Charles Laughton. Sin embargo, más allá de los títulos con Ford -incluyendo también "Río Grande"- no se destacó demasiado, si bien podría haber sido una gran actriz de acción. Se dejó crecer el pelo para taparse lo más que se pueda cuando hizo de Lady Godiva en la película homónima.



 
+ JAIME CAMINO - En realidad, que se sepa, este catalán realizó una sola película destacada, aunque como siempre hay que tomar todo eso con pinzas, dado el desconocimiento que tenemos aquí de su filmografía (y de la de casi cualquiera). La película a la que me refiero es, claro está, "Las largas vacaciones del 36" (1976), pero habría que conocer otros títulos que parecen interesantes: el documental "La vieja memoria" (1978) y la ficción "Dragón Rapide" (1986), sobre los conflictivos y sangrientos años 30 españoles. Su último film fue "Los niños de Rusia" (2001), sobre los niños hijos de republicanos que emigraron a ese país. Desde esa época estaba enfermo de cáncer. 

9 comentarios:

zorro d colonia dijo...

Y los haberkorhnfsd
Pretenden q.uno se pierda de ocurrencias como estas

Carles dijo...

Rica Fagalde, creo que acá llegó bajo el título "Que haiga luz"

Alvaro Fagalde dijo...

Llegó?

Alvaro Fagalde dijo...

Nadie le hizo una entrada a la Primera Dama que es el cumple?

Que manga de briscos!...

Unknown dijo...

Que lindo nombre "Curso de apreciación critica" deberían darlo en el liceo.

Si le van a hacer una entrada a la primera dama por el cumple no me dejen arafue que también es el mío.

Pregunto por las dudas lo de "hacerte una entrada" es peyorativo o es un homenaje por onomástica?

Alvaro Fagalde dijo...

Es un homenaje carnal.

William Fagundez dijo...

Muy buena como para un documental!

Facundo dijo...

Faga: ¿Qué opinión te merece "El Bella Vista"? si es que la viste. Es un documental sobre un local en Durazno que pasó de ser club de fútbol a prostíbulo y luego a parroquia. Pero la particularidad que tiene es que la directora entiende que la mejor manera de que los protagonistas cuenten su historia es actuándola. El resultado es una especie de documental ficcionado que a mi juicio está interesante.

Alvaro Fagalde dijo...

Está muy bien. No solo es interesante la historia del club, sino que esa manera de que cada protagonista "actúe" su participacion en la historia hace a la pelicula mucho más interesante que un documental de "cabezas parlantes".

Es una pelicula muy solida y entretenida. Mas que recomendable.