Las mudanzas

Esa sensación rara entre dejar unos cuantos años de vida y meterse en ese proyecto lindo de la casa propia, en eso estoy, y de eso les quiero contar.

En estos días me puse a pensar lo que marcan las mudanzas en mi vida, no se si les pasa a todos, pero yo recuerdo con singular nitidez cuando pasé del campo a la cuidad, el Cuqui ganaba, Ruben Sosa se clavaba a los peruanos en el Centenario e ibamos a Italia 90 como si nada, y yo sigo, recordando nítidamente como el Bedford atravesaba Camino Maldonado, agarraba Boulevar Artigas para encajarse en los accesos y caer en el viejo y querido Cerro.  Esa fue la primera, esta es la segunda más importante, tanto más importante como la que hice cuando dejé que Perla me armara la vianda, para aprender, sigilosamente, el punto exacto del arroz para llevarme yo y dejarle pronta la vianda a Leti.

A Antonio le faltan todos los dientes, salvo el colmillo derecho, Antonio es el pintor de nuestra nueva casa, lo dejó la mujer, le encajó tres pibes para mantener y siempre que lo llamás para ofrecerle trabajo te dice que está "complicado", pero que se hace un lugar para pasarte el presupuesto, hace treinta y cuatro días que está con nosotros, y ese "complicado" del principio ya no está.  Le elegimos tres colores de la paleta de Inca, el "Curry" para el cuarto de Ivan, "Ave del Paraíso" para el comedor, y no me acuerdo cuál más para el escritorio y el cuarto.

Juego pila a "esta es la última vez que...", en el apartamento viejo (aclaro, porque me mudé a una casa, ya no subo más escaleras), dese hace una semana estoy jugando a eso, la semana pasada jugué a "este es el último lunes que voy a trabajar desde acá", y así con todo, ayer fue "la última vez que me bañé en el chorro con poca presión del apartamento", también "la última vez que me asomé por la ventana a ver si aparecía la vecina", y así con todo, me divierte, y me entristece, muchas tardes de porro y de costumbre.

Ramón tiene dos muelas y también un colmillo, pero es el izquierdo, sabe que si la empresa de mudanzas le flaquea vende el camión, se queda con una buena guita y le da para vivir un par de años, es viudo, tiene un hijo en la vuelta, pero tiene "compañera", entonces no necesita ayudarlo, aunque sabe que si lo necesita el está, yo lo conocí porque hizo la mudanza de mi laburo, hace poco, entonces sé como trabaja, y sé que si rompe, paga.

Mi mujer me caga a pedos, hace cuarenta minutos que estoy robando wi-fi para intentar contarles mis sensaciones de la mudanza (el wi-fi se llama "canal12wifi", no tiene contraseña) ella desembala cajas y yo tomo vino y escribo, saben lo que pasa, capaz que el mundo se desintegra y alguien le pasa el Recuva a los archivos del mundo, y por ahí un marciano se entera, que para mí, son importantes las mudanzas.