Nacional ganó el octavo campeonato Uruguayo de los últimos 13, el Chino Recoba cambió puteadas por aplausos, Peñarol ya no gana con la camiseta, todos quieren jugar en la selección, y el Tato López pasó de ser un comunista falopero a un escritor respetado y exitoso (aunque siga votando y fumando lo mismo). Usted me dirá: “¿qué mierda tiene que ver el Tato López con todo esto? Y… no mucho, pero lo suficiente como para habilitar este rápido punteo de cosas que los amantes del fútbol uruguayo teníamos hasta no hace tanto, y que hoy ya no tenemos.
Como por
ejemplo:
- Los silbidos generalizados cuando los zagueros le jugaban la pelota a su arquero, y éste la agarraba con sus manos.
- Las camisetas numeradas del 1 al 11.
- Los camilleros apostados al costado de la cancha del Centenario, sustituidos por el no muy práctico carrito.
- El vendedor de cerveza. Y la cerveza, puntualmente.
- El locutor del Estadio, pese a que fue reemplazado por otro que tiene la voz muy similar. Se diferencian en que el de ahora no babosea cuando Peñarol mete un gol clásico.
- Las camisetas marca “Lee”.
- La animación del viejo placard electrónico de la tribuna Colombes con los fuegos artificiales sobre la Torre de los Homenajes.
- El cartel de “CCE” en la tribuna Ámsterdam.
- La bajada de la cancha de Defensor.
- Los taludes de pasto de las canchas de Central y River.
- El show de los alcanzapelotas del Centenario en el entretiempo, que salían con unos carteles de Ancap y armaban unas extrañas coreografías (trabajo infantil que le llaman).
- El Polideportivo Dominical de Telemundo 12.
- El Centenario sin esas butacas de plástico que no hacen más que acumular mugre, decolorarse, e impedirle a uno recostarse contra el murito de atrás, que es la manera más cómoda de ver un partido, postura que solo le es permitida a los inadaptados de siempre de las barras de los equipos grandes, donde no colocaron butacas, calculo que para que no las arranquen y las lancen, por más que igual arrancan y lanzan otras.
- Los relatos de Ruben Casco, tan lentos como divertidos.
- Las Eliminatorias a cuatro partidos. Quedábamos afuera igual, pero se sufría durante menos tiempo.
- Los niños que iban a la cancha y dos por tres aprendían una nueva mala palabra, si algún desubicado se iba de boca.
- Baltasar, histórico alcanzapelotas de Progreso, que se tiraba de cabeza al Arroyo Pantanoso para rescatar los útiles lanzados por los zagueros menos vergonzosos.
- Las camisetas sin sponsors.
- El resumen del primer tiempo de las transmisiones de canal 10 y canal 12 con la marchita miliquera “Liberty Bell” (compuesta por el mismo que hizo la marcha de “Crónica TV” y Julio César Gard), y sin comentarios del relator o el comentarista de turno.
- La no existencia de televisaciones en directo de partidos del Campeonato Uruguayo, ni de ningún otro partido extranjero que se jugara a la misma hora.
- Los campeonatos uruguayos que no eran ganados por Nacional, Peñarol, Defensor o Danubio.
- Los recibimientos de las hinchadas con más papel picado y serpentinas que fuegos artificiales.
- El palco alto de la América sin techo ni cabinas de prensa, y con un frío de irse de cuerpo.
- Gritos de guerra tales como “vamo’arriba los Peña” o “vamo’ arriba los trico”.
- Los arqueros petisos y los laterales que pegaban más de lo que subían.
- El vendedor de “Candels Astra”, prohibidos desde que un hincha le aventó uno por la cabeza a un árbitro asistente, que falleció en el acto.
- Sacar entrada el día del partido en las boleterías del Estadio.
- La cancha de Huracán Buceo.
- Huracán Buceo.
- Los minutos de silencio (¿la gente no entiende la diferencia entre un minuto de silencio y un minuto para aplaudir?)
33 comentarios:
Confieso que me erectó la anécdota del Juez asesinado por un caramelo Astra... Hasta hoy no sabía por qué no se vendían más...
Igual siendo del interior profundo realmente no puedo extrañar las mismas cosas que uds, simplemente porque voy menos al estadio que a saludar a mi suegra...
Pero bueno, anécdotas, solo anécdotas, divertidas y bien contadas.
La ausencia de jugadores sin tatuajes, y la presencia de jugadores portadores de una prominente barba se extraña. Hoy en día parece que para demostrar hombría hay que hacerse un tatuaje con letras chinas (las cuales seguramente en su traducción digan algo como “el mono el romántico” o “mi casa es linda”).
Sí, creo que faltaron también los árbitros de bigote.
Esta noticia merece estar en el próximo resumen de noticias:
http://www.marca.com/2012/06/21/futbol/eurocopa_2012/1340274747.html
Extraño al gordo que entraba corriendo a asistir a algún lesionado, portando la bolsa de agua o el hermoso y desaparecido botiquión de madera.
quise decir botiquìn.
Perdimos la adrenalínica e insustituible sensación que nos provocaba, abandonar el talud baboseando a la hinchada perdedora del clásico.
Nos cagó la separaciòn de hinchadas.
se-podría-instar-a-los-líneas-amigos-del-preguntín-a-que-se-dejaran-bigote
Sofía: me encanta tu propuesta.
Che... y Morgan?
yo extraño mucho los zagueros que hacian los saques de arco, y seguian corriendo, y que los goleadores en vez de hacer corazones con las manitos (gesto te topu claramente) se cuelguen del tejido,cual morena sobre la america o el manteca en la bombonera.
Yo tengo un amigo, Nacho, que jugó en Bella Vista a principios de los 90. Después de dejar el fútbol, dejó de ir por años.
Años después va al estadio, a la Olímpica y en el entretiempo fue a comprar un "choripan".
Vendedor: -"Qué le ponés?", le dijo el vendedor.
Nacho: -"Tomate, lechuga y mayonesa"
Vendedor: -"pah, sabés que lechuga y tomate no tengo, no nos permiten vender"
Nacho: -"Ah, ponele mayonesa nomás"
Vendedor: -"Qué tomás?"
Nacho: -"Dame una cervecita"(...)
Vendedor: -"Volviendo a las canchas, mi amigo?"
Y otra cosa que no se ve más, yo solía ir al Estadio, con el padre de Fernando Torrado, un tipo que hoy anda tranquilamente en los 70.
Él aplaudía la entrada a la cancha de Peñarol y del rival, fuera quien fuera. Siempre.
"... con un frío para irse de cuerpo". Mágico.
Muy mágico todo, excelente. Pero para mí arqueros petisos y laterales que pegan más de lo que suben sigue habiendo.
En el reader veo una foto con un Santi Díaz y un Reyes derrochando putismo. ¡Qué flagelo la censura!
las liguillas en las noches de enero era algo inenarrable,más aún relatadas por Vitorugo y comentadas por juan carlos paulier. El programa era liguilla y tablado, en fija
El cartel de Vodka Stolichnaya...
En caso de estar equivocado por favor corríjanmennn, ¿pero acaso siguen estando los vendedores vestidos con las coloridas casacas de "churros chanquete"?
Laterales que pegan más de lo que suben es lo que sobra en este fútbol.
El tema es que primero dejaron de saber subir, y ahora tampoco saben pegar.
Al Topo Rosa por lo menos le dio la vuelta en la jeta el Wilmar de los Cerrillos, y no un blandito de los de ahora.
Aníbal, sí, churros chanquete sigue estando.
Había uno, que le faltaban TODAS las piezas dentales superiores, que se había hecho muy amigo nuestro, y nos contó que a un Peñarol Cerro no pudo ir a vender su preciado manjar porque se había quedado dormido defecando, antes de salir para el estadio.
Pintorescamente, luego lo vi vendiendo papas fritas en el Cilindro Municipal, en virtud del recital de Eric Clapton de 2001 (o 2?). Y vendía papas con el mismo amor que vendía churros.
me gusta la parte que dice que el fabricante de la Marcha de Crónica es el mismo que fabricó a Julio César Gard.
Los Candels todavia se venden, pero ahora son blanditos, es imposible asesinar a un arbitro hoy en dia.
Baltasar supo seguir a Defensor una temporada. Nunca sabremos el motivo...
Los mas veteranos recordarán las fotos en los diarios con una linea punteada indicando el recorrido de la pelota.
Para los del interior era la única manera de enterarnos de cómo había sido la jugada, porque Victor Hugo y Heber Pinto nos mentían alevosamente.
El Nacho dijo...
Che... y Morgan?
Hago mías sus palabras.
A Morgan hay que darle tiempo. ¿Qué apuro hay?
Me quedé con la nostalgia de no haber podido llevar el auto al viejo garage Cap.
Jotace, Muñoz y Bardanca juntos. Hermoso recuerdo.
De los zapatos de fútbol atados por atrás del tobillo no hablaron, no?
¿Y el suspensor blanco doblado por arriba del short?
Las ligas con elástico ancho. Un toque de distinción.
Se cayo el tablero en Argentina - Uruguay.
Lo leíste acá, antes que en ningún lado.
¡El talud de pasto en el Centenario! Entrábamos alegremente a romper las pelotas y a jugar a la ídem, porque había lugar de sobra. No sé el año, atajaba Clavijo en Defensor.
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