Un Santiago que se llamaba Carlos Paravís

Un día iba en un taxi con mi viejo rumbo a un festival folclórico que se hacia en mi pueblo. Cuando íbamos a medio camino, mi viejo hizo parar el taxi para levantar a alguien que caminaba despacio con una guitarra. Me acuerdo que le gritó “¡Santiago! Subí que vamos para el festival”. Ese alguien era Carlos Alfredo Paravís Salaverry, mejor conocido como Santiago Chalar. Me animo sin miedo a decir que algunas de las canciones más lindas que ha dado nuestro folclore se las debemos a Chalar. Sus letras, melodías y ejecuciones son de los puntos más altos de nuestro cancionero.

Chalar fue además un médico traumatólogo fuertemente vinculado a Minas. Muchas de sus composiciones hablan sobre Minas y otros lugares del territorio uruguayo. Minas y Abril es un clásico, lo mismo que Cuando empieza a amanecer o Punta Ballena. Pero también nos dejó canciones más combativas como Al hombre bueno, Hombre con H o Pida Patrón.

Abajo les dejo dos versiones que Chalar hizo de Llanto de una ausencia breve (versión de estudio acá) y de Nuestro Camino. Esta última canción es una composición preciosa de Márcos Velázquez, aunque la versión más conocida es de Los Olimareños. Un día vi a Velázquez tocar esa canción en la plaza de Sauce hace ya muchos años. No me voy a olvidar nunca de un señor que se burlaba de Velázquez, gritándole cosas como: “¡anda a hacerte el Pépe Guerra a otro lado!”.