Los cien primeros cuadros no uruguayos que me vienen a la cabeza (parte 2)

Prosigue por esas gloriosas instituciones foráneas con las que hemos aprendido a convivir.

Cobreloa: club modesto del fútbol chileno que juega de local en un desierto. Su camiseta es anaranjada. Perdió la final de la Libertadores del 82 ante Peñarol, pero jugando en el Estadio Nacional de Santiago de Chile, un lugar en el que no me gustaría enfrentar al elenco carbonero dado que allí ganó tres de sus cinco Libertadores. Curiosamente, había sido fundado pocos años antes, el 7 de enero de 1977. Se estima que las primeras pelotas utilizadas por el club les habían sido obsequiadas a los hijos de los fundadores un día antes. Sus hinchas gritan: “Chi, chi, chi. Le, le, le. Cobreloa de Chilé”.

Colón: equipo argentino de la provincia de Santa Fé, con uniforme muy parecido al de Newell’s Old Boys. Allí jugó Samantha Rodríguez, recordado participante del sketch “las hermanas Rivarola” del desaparecido programa de humor “Decalegrón”. 

Chivas: equipo de Guadalajara del que era hincha Don Ramón.

Cluj: equipo rumano de camiseta medio violeta, en el que se destacó Álvaro “Palito” Pereira.

Colo Colo: club chileno, el primero en ganar algo serio para el fútbol de aquel país. En sus filas brilló Gustavo Badell. Sus hinchas cantan: “Chi, chi, chi. Le, le, le. Colo Colo, de Chilé”.

Cruz Azul: equipo mexicano que supo ser dirigido por el uruguayo Markarian, propiedad de una cementera. No confundir con los Portland Trail Blazers. 

Cruzeiro: equipo de Minas Gerais, que según la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol fue el mejor club brasileño del siglo XX. Eliminó a Nacional de la Supercopa 91, pero los tricolores tomaron venganza en la del 93. Por sus filas pasaron Ronaldo y Boiadeiro.

Dínamo de Kiev: equipo cuyo uniforme es blanco con vivos azules, y que hasta 1990 fue soviético, para pasar a ser ucraniano desde entonces. No ha tenido futbolistas orientales en sus filas, que yo sepa.

Estrella Roja: institución de origen serbio, única balcánica en haber obtenido la Liga de Campeones de Europa, y única de Europa del Este en haber ganado la Copa Intercontinental. Su rival es el Partizán. Libre de uruguayos, creo.

Ferro Carril Oeste: equipo argentino de camiseta verde, del que era hincha el finado actor Rolo Puente. Allí jugó Oscar, arquero homónimo.

Feyenoord: otrora grande de Holanda, oriundo de la ciudad de Rotterdam, con casaca roja y blanca dividida en mitades, que hace poco se comió 10 goles ante el PSV. No sale campeón desde 1999, poco después de que el uruguayo Fernando Picún abandonara sus filas. Mas fue el primer equipo holandés en ganar la Copa de Europa, la UEFA y la Intercontinental, lo que lo convierte en el Racing de Avellaneda europeo.

Flamengo: equipo carioca que se autoproclama como el más popular del Brasil. Allí brilló Horacio Peralta (le brillaban los ojitos, puntualmente).

Fluminense: equipo carioca, clásico rival del Flamengo aunque venido a menos. Por su arco pasó el arquero Galileo Percovich.

Galatasaray: cuadro turco cuyos hinchas no se comen ninguna. Su camiseta es similar a la de Progreso. Allí han jugado Andrés Fleurquin y Fernando Muslera.

Genoa: equipo italiano que supo contar con tres uruguayos al mismo tiempo, algo que no se le desea a nadie: Carlos “Patito” Aguilera, José “Chueco” Perdomo y Ruben “Walter” Paz. 

Huracán: institución bonaerense que vivió una época de esplendor a mediados de los años 70, al extremo de que fuera catalogada como “el sexto grande” de la hermana República Argentina. Luego contrató a los uruguayos Sebastián Morquio y Karim Adippe y se fue al descenso.

Independiente: afincado en el barrio Avellaneda de Buenos Aires, este equipo de camiseta roja supo de épocas gloriosas que contrastan con un presente rico en incertidumbre. Empero, el estadio le quedó precioso. Su roja camiseta ha sido vestida por un sinfín de futbolistas orientales, entre quienes destacan el Chivo Pavoni y Diego Martín Dorta.

Inter de Milán: equipo italiano con uniforme similar al del Liverpool montevideano, en el que dejaron su huella el gallego Martín Rivas, Gonzalo Sorondo, Antonio Pacheco, Diego Forlán y Pascualito Rambert (que no es uruguayo, pero nos cae simpático). De todos ellos, el único que sobresalió fue el Chino Recoba, hijo adoptivo del presidente de la institución, Massimo Moratti.

Ipswich Town: equipo inglés de camiseta azul y mala muerte, por el que pasó el puntero uruguayo Adrián Paz. Metió un solo gol (el descuento en una derrota 1-4) pero no por ello evitó festejarlo.

Júbilo Iwata: equipo nipón con camiseta similar a la de la selección oriental. Allí jugaron, en el ocaso de sus respectivas carreras, dos conocidos de la hinchada celeste: el brasileño Dunga y el italiano Salvatore Schilaci.

Juventus: apodado “el equipo de la señora anciana”, su camiseta albinegra ha sido vestida por innumerable cantidad de futbolistas uruguayos. Entre ellos destacaremos a tres: César Eduardo “Churrasco” Pellegrín, Fabián O’Neill y su tocayo Carini.

Lanús: equipo argentino no de los más grandes, apodado “el granate”, donde juegan los uruguayos Mario Regueiro y Mauricio Pereira. 

Lazio: equipo de la comunidad fascista de Roma. Ruben Sosa supo ser ídolo en dicho equipo de celeste camiseta. Muslera no llegó a tanto.

Lecce: equipo italiano especialista en fichar futbolistas uruguayos, tales como el “Pera” (para los amigos) Giacomazzi, Ernesto Chevantón, Carlitos Grossmüller (ex Carlitos Grossnille), el “Pollo” Olivera y tantos otros. Suele descender seguido.